Jefes con el síndrome del Tdtm

De vez en cuando todavía nos llaman de algunas de las pocas empresas que siguen comprando o reparando informática que quedan en nuestro pueblo (la crisis industrial aquí ha sido realmente atroz). Y en muchas ocasiones uno todavía tiene que frotarse los ojos, para asegurarse de que lo que ve es cierto. Y además bastantes veces quedamos perplejos, pensando que si estas empresa son las que están resistiendo a la crisis, cual va a ser nuestro futuro. 

Uno de los sistemas de gestión que más emplean muchas de estas empresas, es la microgestión o como diría un consultor el Ceo the dog in the manger, vamos el jefe que es como el Perro del Hortelano, que ni come ni deja comer. Y pueden ser así literalmente. 

Hace unas semanas llego ala Oficinade una de estas empresas. Me encuentro una enorme y reluciente cafetera, un horno microonda y una pequeña nevera. Todo rodeado de un par de mesas y algunas sillas. Mientras estoy reinstalado el software de gestión de un puesto de trabajo, le comentó al trabajador de la empresa, la suerte que tienen, de disponer de un pequeño bar dentro dela Oficina.Memira con mala cara y me dice:

– Con lo bien que estábamos sin él, no te lo puedes ni imaginar.
– Pero vamos, es cómodo esto de poder hacerse un café en cualquier momento y sin tener que salir de aquí.

– Claro, eso pensábamos nosotros al principio. Todo comenzó hace unos meses. Como hay menos clientes, el jefe está ahora más tiempo enla OficinaYademás se aburre más. Aquí teníamos la costumbre de bajar al bar de abajo (literalmente, debajo de la oficina, en el mismo edificio) a hacernos el café con la tostada a media mañana. Como somos 9 personas, salíamos en tres turnos yla Oficinanunca se quedaba vacía. Pues un buen día el jefe empezó a aparecer justo a la hora del primer turno. Siempre con algún papel en la mano y nos decía: “Necesito enviar estos informes prioritarios a la delegación americana, no podéis salir, esto hay que hacerlo antes”. Y allí nos poníamos a enviar los informes a California. No importaba que con el cambio horario a la hora de nuestro desayuno, en California fuesen las 3 de la madrugada. Al día siguiente salía con otro montón de papeles: “Me hace falta urgentemente un cierre provisional de la contabilidad para ver como llevamos el trimestre, no podéis salir, esto es muy prioritario”… y así íbamos. Cuando ya no supo que excusa inventarse para boicotear la salida del almuerzo, nos compró la cafetera, la tostadora y la nevera.  Pesábamos como tu, que ahora íbamos a poder desayunar aquí tranquilos. Pero no, ahora cuando se aburre, sale del despacho y nos invita a un café. Se sienta con nosotros y empieza a contarnos los ruiditos que hace el Mercedes, las dudas que tiene en las próximas vacaciones, que no sabe si ir de crucero a Grecia o al Caribe… y cosas así. Al final hemos optado por desayunar fuerte en casa y no tomar café aquí.

 En otras ocasiones los jefes dejan de lado las cosas de comer y empiezan a ser expertos en cualquier asunto que suceda en su Oficina. Hace unas semanas me llama el contable de una empresa que son clientes nuestros. El contable, es el encargado de comprar tecnología allí. Me dice que la impresora láser está más muerta que viva. Que hay que cambiar el tambor. Le doy precio del tambor y nos damos cuenta de que es más barato comprar una impresora nueva que cambiar el tambor. Le paso varios precios de impresoras. Y viendo la relación de precio por página y el volumen de copias que tienen, el contable se decanta por una HP OfficeJet 8000, de la que ya os he hablado antes. Una máquina de inyección de tinta, pero con un coste por página inferior a muchas láser de gama baja y media. Y con la ventaja de poder imprimir a color cuando se necesita. Además adquieren el modelo con conexión Wifi y la configuramos para que todo el mundo enla Oficinapueda imprimir por la impresora, sin depender de un PC conectado a la red, como pasaba antes con la láser.

Vamos a la empresa y montamos la impresora y la configuramos. Mientras lo hacíamos, el gerente sale del despacho y nos pregunta que hacemos. Se lo explicamos, nos dice si la impresora láser estaba averiada, le decimos que no, pero que el coste del consumible que le faltaba era superior al de la nueva impresora y se va a su despacho.

 Un par de días después nos llama el contable, nos dice si podemos cambiar la impresora de tinta, por el tambor de tóner para la láser. Que el jefe dice que la láser es más económica de imprimir que las de chorro de tinta. El contable me cuenta que el jefe está usando el precio y la duración de los cartuchos de su impresora en casa, que le ha explicado que la impresora de la oficina no es igual, pero que no lo quiere entender. Me paso yo porla Oficina, me llevo una hojita de cálculo con la comparativa entre la láser y la chorro de tinta. Entramos con el contable al despacho, se la enseñamos y se la explicamos. Además le digo que si imprime mucho en su casa, debería cambiar la impresora que actualmente tiene (duración de cartuchos 220 páginas) por una como la dela Oficina.Alfinal, nos dice: “Me parecen bien los cálculos, pero la verdad, es que la láser ocupa menos espacio en la mesa que la chorro de tinta, así que nos quedamos con la láser, trae el tambor nuevo”. La impresora está situada en una mesa de impresoras que en su día se compró para una impresora de agujas de carro ancho. Caben como tres impresoras de chorro de tinta.

 Por supuesto a las dos semanas de cambiar el tambor de la láser, me vuelve a llamar el contable, que les hace falta una nueva láser, porque la que le cambiamos el tambor, ahora se le ha roto el alimentador de hojas…

 Y como estos, os podría contar infinidad de ejemplos de jefes españoles, que en lugar de estar haciendo su trabajo, se pasean porla Oficinaviendo como microgestionar a sus empleados. Y viendo sobre todo como demostrar quien es el jefe, a pesar de tomar decisiones poco pensadas, pero muy meditadas. Me explico aquí al final el corolario, es que el jefe es jefe, pues por eso, porque es el que manda el final. Sin tener en cuenta la calidad de sus órdenes.