Más vale tarde que nunca, No

El refranero español, entre sus dichos, tiene el que encabeza esta entrada. Pero no siempre es así. Sobre todo cuando se trata de impartir justicia, el llegar tarde hace que no tenga mucho sentido la sentencia.

La Unión Europea ha decidido ahora multar a los en su día fabricantes de tubo CRT para monitores, por ponerse de acuerdo y pactar los precios entre ellos. Concretamente la empresas sancionadas son: Chungwa, LG Electronics, Philips y Samsung, Panasonic, Toshiba, MTPD y Technicolor. Los hechos sancionados, acaecieron entre los años 90 de siglo pasado y los primeros años de este siglo.

Cuando leía la noticia, pensaba, se han colado los redactores. Luego al verla en más de un medio, he visto que no. Que los que se han colado han sido nuestros políticos. Solo han tardado más de 20 años en darse cuenta del juego que se traían entre manos estos fabricantes. Quedaban para jugar al golf y de paso se ponían de acuerdo para no molestarse entre ellos. No había competencia y los consumidores pagábamos más de lo que deberíamos pagar por unos productos.

Y esto no pasaba (ni pasa actualmente) solo con los tubos CRT. Podemos empezar a pensar en sectores de nuestro negocio, donde muy pocos fabricantes controlan el mercado y seguro que acertamos. Yo ahora estoy pensando por ejemplo en los discos duros. El año pasado con al excusa de las inundaciones de Tailandia, Seagate y Western Digital, hicieron su agosto. Es muy fácil siendo solo dos competidores, repartirse el pastel. Pero en los tubos planos actuales de los monitores y televisiones debe estar repitiéndose la jugada. Y en la memora RAM no me extrañaría nada. En los procesadores, pues es más sencillo, Intel hace lo que quiere.

Lo malo de esto, es que el sistema actual, prima este tipo de concentraciones. Cada vez menos competidores y cada vez más grandes. Así que cada vez más pacto entre ellos para no competir. Y eso no es una economía de mercado, eso es una estafa.

Pero si se sanciona a las empresas al cabo de 20 años, no se consigue nada. Y sobre todo, no se está resarciendo a los clientes que a lo largo de los años, fueron engañados por esos fabricantes. Cuando estas situaciones se detectan, hay que intervenir antes. Pero mejor sería tener un sistema donde no se primase el tamaño de las empresas. Donde no hubiese barreras de entrada tan altas a muchos sectores. De esta forma tendríamos empresas más pequeñas, más empresas y que no tendrían más remedio que competir entre ellas.

Y ya no solo por precio, sino en novedades y mejoras tecnológicas. Porque muchos pactos entre fabricantes deben ir más en retrasar novedades que en mantener los precios. Dirán, no vamos a sacar al mercado la tecnología TTTTTT, hasta que la actual no la tengamos amortizada y bien amortizada.

La mejor solución es un mercado realmente abierto. Pero eso parece que no interesa a casi ninguno de nuestros dirigentes.