La undécima generación de Intel Core con TDPs ajustados.

El pasado viernes nos pusimos a montar dos PCs en la tienda equipados con procesadores de Intel de undécima generación. Ya habíamos montado varios sin ningún problema reseñable. Pero con estos dos las cosas no fueron iguales.

Se trataba de dos miniPCs. En la parte superior podéis verlo abierto. Con este tipo de ordenadores tenemos mucha experiencia. Son equipos donde tenemos la limitación del espacio para los disipadores y para fuentes de alimentación potentes. Pero si uno mira las especificaciones de los componentes y las sigue las cosas acaban bien.

Los dos equipos que montamos tenían la siguiente configuración:

• Caja: mini caja en un caso de Inwin con fuente de alimentación de 120 Watios y en el otro la Unyka con fuente de 150 watios
• Placa Base: MSI B560 Itx con Wifi integrado, soporte para discos SSD Gen4, memoria a 3.200 Mz de forma nativa
• Memoria RAM: 16 gigas de DDR4 a 3.200 Kingston
• Disco duro: SSD de 500 gigas NVMe Gen3
• Procesadores: un equipo iba con un Core i5 11400 y el otro con un Core i7 11700, ambos los modelos normales con gráfica integrada.

Para el mismo cliente estas Navidades ya habíamos montado dos PCs iguales, pero con los procesadores de décima generación. El cliente está en un sector donde no han notado mucho el impacto del Covid y han ampliado personal y nos pedían dos PCs más. Les gustan los equipos pequeños que además los montamos en soportes Vesa detrás de los monitores.

Montamos primero el Core i7 que iba al despacho de uno de los jefes. No tuvimos problemas en el montaje ni en la instalación de Windows 10. Pero al empezar a pasar las pruebas de rendimiento el PC empezó a hacer cosas raras… y terminaba apagándose de golpe. Cuando llegué a la tienda tenía a mi socio en el taller cambiando RAMs, disco duro, mirando la versión de la Bios. Me cuenta lo que le pasa y como siempre el que viene de fuera ve lo evidente. Le digo a mi socio que es un problema de voltaje. Que los nuevos Intel de undécima generación tienen más consumo que los modelos anteriores. Que se trata de los mismos procesadores, pero exprimiendo al máximo el silicio a base de llevarlos al límite. Mi socio me replica que el TDP es de 65 Watios y que cuando montó el décima generación el resto de los componentes eran iguales. Mi socio estaba montando el Core i7 en la caja InWin (porque era más bonita para el jefe). La cambiamos a la Unyka con 150 Watios.

Con la fuente de 150 Watios las primeras pruebas de stress se pasaban sin problemas. Pero al final cuando poníamos el equipo al 100% terminaba apagándose de nuevo. Pusimos el medidor de consumo y el procesador en reposo no pasaba de 50 watios. Cuando lo subíamos de vueltas saltaba a 120 watios y en ese punto sin llegar a ver el consumo se apagaba.

Dejamos el Core i7 para después. Y repetimos las pruebas con el Core i5 con el mismo resultado. Al final montamos los PCs con cajas pequeñas, pero con fuentes de más potencia y sin ningún problema. Pero esta claro que los TPDs que ha puesto Intel en la undécima generación son demasiado optimistas. Casualmente teníamos en la mesa de montaje un PC con un AMD Ryzen 7 5800X y comparamos el consumo. El Ryzen llevaba una nVidia 1660 (existen, pero cuesta muchísimo conseguirlas…) y pasamos solo tests de procesados. Así y todo, el consumo del AMD era menor que el del Intel con el mismo test… y por cierto el AMD daba mejores resultados gastando menos energía. El mundo al revés AMD consumiendo menos que Intel. Lo malo es que AMD no nos deja vender sus micros con gráfica integrada… así que para próximos equipos de pequeño tamaño tendremos que recurrir a procesadores de Intel de décima generación.