Esta mañana mientras desayunaba repasaba la portada de Meneame. Entonces he visto esta noticia que me ha recordado un par de ideas que tenía apuntadas en la lista interminable de entradas pendientes. Así que ahora que hemos terminado un par de tareas pendientes y que está la cosa tranquila en la tienda, pues voy a ver si escribo sobre el asunto
La noticia de Meneame comentaba que en un colegio andaluz este año obligaban a los alumnos de 5º y 6º de Primara a adquirir un iPad para usarlo como herramienta educativa principal. Además, no podía ser un iPad cualquiera sino unos modelos recomendados y debían comprarse en un comercio concreto. Este tipo de noticias van apareciendo por la prensa desde hace años. En ocasiones se muestran como ejemplo de un colegio que usa las nuevas tecnologías para mejorar la educación. Otras veces (como es el caso de esta noticia de hace dos años) se muestra la cortedad de miras de los centros educativos que cierran todo a un solo modelo de informática y a un solo proveedor.
Yo tenía aquí apuntado lo que sucede en un par de colegios que tenemos cerca de la tienda. Allí han decidido empezar a usar Chromebook también en 5º y 6º de Primaria. Pero a pesar de la gran oferta que hay con este tipo de aparatos, obligan a que el Chromebook sea un modelo concreto y adquirido en un solo sitio. Y el precio de este (deberíamos llamarlo SUPERChromebook) es el mismo que el del iPad del colegio de Sevilla del inicio de la entrada… así que debe ser algo muy especial.
La verdad es que el uso de tecnología digital en la escuela es algo que veo positivo. Pero no acabo de entender como se cierra la innovación en el primer paso. Se elimina la diversidad y la variedad que es la base de la innovación digital. Y tenemos el agravante de que estos colegios rompen totalmente con la comunidad más cercana al impedir que sus alumnos compren sus sistemas informáticos en los comercios locales. Vamos que se desconectan de sus comunidades locales y no le importa lo más mínimo. Estos gestos los pueden llevar a perder futuros clientes…
Puedo entender que alguien me diga que la homogeneización aquí puede ser un punto interesante. Pero yo veo más positivo el crear un sistema que sea compatible con variadas tecnología. No es nada complejo el diseñar el sistema de apoyo digital a la enseñanza empleando herramientas multiplataforma. Estoy pensando en la más conocida, no sé, algo que se inventó en el siglo pasado pero que ha cambiado nuestra forma de trabajar y relacionarnos: Internet. Usen sistemas que corran sobre un navegador y el alumnado podrá emplear el sistema digital que más le guste, que ya se hayan comprado, que puedan pagar… pero sin imponer nada a nadie. Además, vendría muy bien para los alumnos pudiesen ver otros sistemas que no conocen. El que solo usa Apple tal vez vea cosas de Windows que vea interesantes. El de Windows puede ver que Linux no es tan complejo como parece. Dentro de Linux la variedad de distribuciones podría ser una fuente para experimentas y probar hasta encontrar la que más se ajuste a cada alumno. Incluso tendríamos sitio para Android y por supuesto para Chromebook, incluso los Chromebook montados sobre hardware pensado para otro sistemas. Pero entiendo que así no hay negocio indirecto posible.
Lo malo de tener memoria y ser ya mayor es que no es la primera vez que tratamos de construir la casa por el tejado: primero el hardware y luego el resto. Ya paso hace una década cuando se proporcionaron portátiles a muchos niños españoles. Puede ser que gracias a esa iniciativa muchos jóvenes conociesen la informática de primera mano. Estoy seguro de que despertaron muchas vocaciones digitales. Pero no lo vi nunca como algo que mejorase mucho la educación salvo algunos casos concretos.
A lo largo de los años he visto muchos intentos de usar la informática para mejorar la educación en los colegios españoles. Pero en pocos casos he visto resultados tangibles. Voy a contar algunos de estos casos que me gustaron mucho. Y luego veremos si podemos sacar alguna conclusión
- Empleo de pizarras digitales: hemos vendido muchas pizarras digitales en muchos colegios. Y en muchos más casos hemos reparado, reconfigurado o cambiado de sitio pizarras que ya habían adquirido los centros (o se lo habían “regalado” las editoriales de los libros de texto…). Y en la gran mayoría de los casos las pizarras apenas se usaban y como mucho se empleaban como proyector de películas grande. Pero en un colegio de una localidad cercana si que le dieron un gran empujón al uso de este sistema digital de apoyo a la enseñanza. Fueron las profesoras de los niños más pequeños. En su tiempo libre aprendieron a usar herramientas de generación de presentaciones interactivas. Con ese conocimiento un verano crearon una base de presentaciones siguiendo el temario de lo que debían enseñar a los alumnos. Usaron librerías de imágenes y vídeos libres para apoyar sus presentaciones. Además, crearon un protocolo de uso de las herramientas. También los manuales para usarlo y para añadir nuevo contenido. De esta forma cada vez que llegaba un nuevo profesor le era fácil acoplarse a este sistema de enseñanza. Y todo se explicaba partiendo de la información que se mostraba en la pizarra.
- El profesor de religión era mejor que el de nuevas tecnologías: un día hace unos cuantos años uno de mis hijos me dice si tengo por la tienda alguna tableta que pueda prestarle. O un portátil pequeño le da lo mismo. Resulta que el profesor de religión va a darles ese año la asignatura a través de medios digitales. Me hizo gracia el asunto. Así que saque del armario de trastos parados una vieja tableta de 7″ con Android. La formatee y la actualicé hasta donde pude y se la di a mi hijo. Y me puse a ver qué hacía con ella. El profesor de religión (que también era cura) empezó a formar digitalmente a mi hijo y a sus compañeros. Les enseno entre otras cosas: a usar el buscador de Google, a ser críticos con los resultados de las búsquedas, a emplear foros, a usar programas de creación de presentaciones, a emplear programas de planos mentales. Les explicó como compartir la información entre ellos, hizo ejemplos de trabajo en grupo con documentos colaborativos. Pero no solo el software, sino que les explicó la teoría y la práctica para hacer esas tareas con y sin sistema digital. Y dedicó a esta preparación casi todo el primer trimestre del curso. Y luego cogió el temario de la asignatura y lo impartió usando las herramientas digitales que había enseñado antes. Lo bueno fue que le final mi hijo usaba la tableta para casi todas las asignaturas. El y sus compañeros se comunicaban con la tableta para preparar contenido para otras asignaturas. Creó mapas mentales de casi todas la asignatura. Y hoy más de un lustro después sigue usando muchas de esas herramientas en asignatura e incluso en sus aficiones.
- Aprender inglés con series que te interesen: hace unos años un buen cliente de la tienda se pasó a pedirnos un favor. Resulta que ese año lo habían enviado a cubrir una suplencia a un centro de Formación Profesional. La mitad de las clases las daba a en dos módulos de informática. Me comentaba que el tenía mucho contenido multimedia que usaba en sus clases para que los alumnos viesen como usar el inglés en situaciones reales. El partía siempre de escenas de películas, documentales o series que usaban las construcciones gramaticales o el vocabulario que explicaba en ese tema. Usaba los recursos multimedia para captar la atención de los alumnos. Pero que el material que tenía (pensado para niños) ahora con estos alumnos de informática (la mayoría casi de su edad) no le servía. Así que le hice una pequeña selección de documentales, series y películas en VO centrada en el mundo del hardware y el software. El partiendo de ese material modificó sus clases. Pasado dos meses me llamó para darme las gracias. Me comentaba que los alumnos ahora si que estaban atentos a las clases. Que se montaban debates entre ellos sobre el contenido del material. Pero que gracias a ello estaban dedicándole más atención a sus clases. Cuando acabó el curso lo felicitaron porque ese año las notas de inglés de los módulos de informática fueron las mejores de la historia del instituto.
¿Podemos ver algún patrón en estas historias? Yo creo que sí. El primero es que solo con la implicación total de los profesores podemos triunfar usando nuevas tecnologías en la enseñanza. Pero no solo se necesita implicación, sino también formación previa para los profesores. Y planes a medio plazo para seguir por el camino marcado. También es clave tener en cuanta que si vamos a usar nuevas herramientas hay que enseñar a los alumnos a usarlas. No pensar que como son jóvenes seguro que eso que va con botones lo dominan. También se ve que el hardware que se usa no es en sí primordial, es más importante el contenido que la máquina. También vemos que no hay que usar estas herramientas como algo diferente a lo que ya existe.
Resumiendo: seguimos todavía pensando como aprovechar mejor la potencia de la tecnología digital. Yo no sé cual es la mejor forma de hacerlo… pero si sé cual es la peor: eliminando la diversidad en el hardware y el software que se use para enseñar.
Un Comentario
Comentarios Cerrados
Llevo 23 años trabajando como maestro en centros públicos y leo asiduamente este blog. Te podría escribir decenas de historias relacionadas con la tecnología en los colegios…
En cuanto a la noticia que mencionas, creo recordar que se trataba de un colegio concertado. En este tipo de colegios, el objetivo de dichas decisiones no es el de innovar tecnologicamente, sino el de segregar: los que puedan pagarlo se quedan, los que no que se vayan a la pública. Hacen lo mismo cuando construyen piscinas (no es obligatorio pagarla, pero…), editan sus propios libros, etc.
También sueles decir, con razón, que deberían ser aconsejados por profesionales. Pero esto muchas veces lleva a todos esos fallos que mencionas. He visto muchísimos casos en los que las tiendas locales especializadas en informática aprovechan la ocasión para endosar a los centros material obsoleto (portatiles, sobremesas, pizarras, tablets, etc).