Ayer fue un día de trabajo sin recompensa en la tienda

Cada vez es más usual que cuando vienen clientes a la tienda o nos entran peticiones por correo o por el Aconsejador tengamos que explicar a los clientes que con el presupuesto que se quieren gastar no es posible asegurarles que el equipo que les vendamos cumpla las necesidades que nos indican.

Pero lo de ayer fue una concentración de ese tipo de clientes, tuvimos varios en real en la tienda y dos en virtual con peticiones desde Internet. Es un tema donde lo tenemos claro, preferimos no vender antes que ajustar un equipo al presupuesto, pero que luego no haga lo que el cliente nos dice que necesita. O si el cliente dice que quiere el equipo que le encaja en precio, que tenga claro qué podrá hacer y lo qué no podrá hacer con él. Como siempre algún ejemplo:

• Ampliar el portátil: tuvimos tres casi seguidos. Y todos cortados casi por el mismo patrón: clientes veteranos que habían “heredado” un portátil de la familia y venían a ver qué le podíamos hacer para que funcionasen más rápidos. En todos los casos teníamos micros Core i3 de segunda y de tercera generación con 4 gigas de RAM, disco duro mecánico y con Windows 7. A todos les explicamos que lo suyo sería cambiar el disco a un SSD, luego aumentar la RAM a 8 gigas y por último instalar Windows 10. Pero el problema es que el precio de todo iba subiendo. Si por lo menos ya tuviesen la licencia de Windows 10 la cosa no sería tan sangrante. Si recordáis se parecían mucho al portátil con el que experimentamos con varios sistemas operativos. Les comentamos a todos que si solo deseaban navegar, consumir contenido multimedia, podrían solo cambiar el disco por un SSD e instalarle ChromeOS o algún Linux Ligero. Pero todos decían que preferían Windows. Y al final también les advertimos de otro problema: ninguno de ellos cumplían las especificaciones de Windows 11. Así que en unos meses dejarían de recibir actualizaciones con Windows 10. Al final no hicimos nada con ninguno

• Reparar el portátil: vino otro cliente con un PC un poco más antiguo que los anteriores. Eso sí, por fuera el equipo estaba impecable. No arrancaba. Le dijimos que no valía la pena ponerse a repararlo. Que le íbamos a cobrar el presupuesto y puede ser que al final o no tuviese arreglo o fuese cara la reparación. El cliente nos decía: “Si está nuevo”, pero claro, con 15 años a sus espaldas si lo arrancábamos poco uso le iban a dar.

• PCs gamer económicos: tuvimos un cliente en la tienda y dos por el Aconsejador. Nos preguntaban por equipos para jugar a juegos AAA en Full HD y/o 2K. No hacía falta que fuese al máximo. Pero el presupuesto no nos permitía llegar. Los clientes se querían gastar 700, 800 o 900 como máximo. Lo malo es que teníamos que incluir monitor y teclado. Aquí además de lo parco del presupuesto estamos teniendo estas semanas otro problema: los precios han subido desde Navidad. De hecho cogí como base el presupuesto de los PCs gamer básicos que vendimos en Navidad. Y el precio del mismo equipo un mes después había subido de 100 a 150 Euros, según el procesador. Los presupuestos de Internet los enviamos, indicándole al cliente que lo que le pasábamos era lo mínimo con lo que podría jugar a lo que nos indicaba. En el cliente que vino a la tienda se lo explicamos y al final ni se lo sacamos. Nos dijo el cliente que se pasaría en un par de meses a ver si ahorraba un poco más y si los precios se estabilizaban.

Así que ayer mucho tráfico en la tienda y en la Web, pero al final no vendimos nada. Pero lo prefiero así antes que vender algo que no cumpla o no sirva para lo que el cliente desea.