Me llama la atención, como hay ideas que van flotando por ahí y me parecen interesantes. Me las apunto en la carpeta de futuras entradas para el blog, y de repente empiezo a ver ese misto tema tratado por varias personas. Lo bueno es que esas otras visiones son muy enriquecedoras y me permiten comprender mejor el asunto. En muchos casos son tan buenas, que uno no tiene nada más que añadir. Entonces se tacha la idea de la lista y a otra cosa.
Hoy sin embargo voy a a comentar un par de artículos que tienen que ver con algunos ideas de mi lista. Hace unas semanas apunté la idea para una entrada de la falta de avances científicos y tecnológicos en las últimas décadas.
Algunos diréis, anda Tendero, como puedes hablar de falta de avances, ahora que tenemos Internet en todos los sitios, unos teléfonos que solo les falta volar, unas TVs que muestran las cosas en 3D como si fuesen reales, si vas al médico y te ven por dentro perfectamente, si podemos ir de un país a otro en horas gracias a los aviones… Pues lo digo, por algo muy sencillo: la mayoría de la tecnología que mueve esos espectaculares avances tiene más de 30 años.
Una anécdota tonta, pero que puede mostrarlo. Uno tiene otros vicios además de la tecnología digital. Así me gusta mucho la aviación. De joven compré muchos libros de aviones, historia de la aviación… en aquellos años mozos me gustaba también montar maquetas de aviones. Y como no había Internet para las masas (eso si, ya se había inventado) pues si querías saber como montar bien un avión, había que conocerlo mediante libros. Hace un año, me dio por recuperar la afición. Así que una de las cosas que hice fue sacar de sus cajas los viejos libros de aviones. El otro día, mi hijo se queda mirando uno de los libros. Mira la fecha de impresión y ve que es del año 1982. Me pregunta, que como estoy leyendo eso, que está viejo. Y me puse a pensar. Y vi, como en un campo donde el desarrollo tecnológico y científico es tan importante, como los aviones, tanto en su vertiente militar, como en su vertiente civil, en estos últimos 30 años no hay avances llamativos. Uno mira aviones que siguen hoy en vuelo y que se diseñaron y desarrollaron en los años 70 del siglo pasado. Y ahí están, volando todavía. Si, los motores ahora consumen menos, pero las ideas para que bajase ese consumo ya estaban en los años 70. Los aviones llevan controles digitales hoy en día… como los cazas más avanzados de los años 70. Solo que antes el ordenador de a bordo pesaba 100 kilos y ahora pesará 1 kilo.
Uno mira los años 50 o 60 en la aviación y los avances eran brutales. Si haces casos a las predicciones de los libros, ahora deberíamos ir volando ya a Match 8 o 9… en vuelos comerciales, todo el mundo estaría a un par de horas de distancia. Pero no, seguimos volando a la misma velocidad. Y eso si, volamos peor. Antes los aviones eran más cómodos, más acogedores, no esas pequeñas latas de sardinas donde nos meten.
Así que parece que en estos últimos años se ha parado parte de nuestro desarrollo. Las causas, pues como siempre muchas y muy complejas. Hoy en Menéame, he encontrado esta entrada de DFC, donde nos da su opinión sobre el asunto. Opina que el sistema moderno de patentes, es uno de los mayores obstáculos para la aparición de nuevas tecnologías. Y la verdad es que tiene mucha razón. Ahora alguien que quiera innovar algo, necesita muchos más abogados que investigadores. Yo creo que la protección al inventor en forma de patentes, es algo correcto y que ayuda al desarrollo. Pero con un sistema equilibrado que no cierre de raíz la aparición de nuevas ideas, que es lo que está sucediendo en estos momentos.
Y hace unas semanas, me guardé otro enlace que da otra visión, en Ignorando, hablan del Marketing como uno de los culpables de la falta de novedades. Me gusta mucho su idea de las empresas modernos. No tenemos a un grupo de investigadores que presentan una nueva idea, sino a los de Marketing que dicen que hay que inventar y que no hay que inventar. Y como eso impide que mejores productos y más avanzadas tecnologías surjan. Y la verdad es que le veo mucha razón. En el mundo de las tecnologías digitales, vemos eso diariamente. Yo estoy cansado de ver llegar a la tienda folletos de publicidad con productos, que son solo un lavado de cara de otro. O como muchos productos están cojos, porque los de marketing han decidido que no quieren competir con otro, o que eso mejor para más tarde.
Yo veo también otros motivo para este estancamiento. Hay una excesiva burocratización a la hora de innovar, vivimos en una época de concentracionismo. Explico el palabro tan raro. Se tiende a agrupar las empresas en pocas y cada vez más grandes. En el ejemplo que ponía al principio del mundo de la aviación. Hace cuatro décadas, teníamos como mínimo 10 fabricantes de aviones comerciales, (y hace seis décadas teníamos 50) punteros. Así que existía competencia real. Y si uno era ingeniero en la Boeing y no le hacían caso, pues podía ir a la Douglas a ver si tenía más suerte. Pero ahora eso no sucede, solo tenemos dos fabricantes de aviones comerciales. Así no hay innovación, ni novedades, inmovilismo total. Y además fuera de ellos, el vacío. Antes además había muchas líneas aéreas, que compraban aviones. Estas compañías trataban de contentar a sus clientes. Para ello pensaban en mejores aviones, más rápidos, más cómodos. Y se arriesgaban con nuevos diseños. Ahora, hay muy pocas compañías aéreas, que lo tratan, al igual que los fabricantes, es de mantener la situación y no mover nada.
En el mundo de la tecnología digital, cada vez nos vamos acercando a esos tipos de duopolios. Pero lo mismo pasa en otros sectores, como el de la distribuciones, el transporte, la generación de energía, su distribución. Y así no hay forma de avanzar.
Estas empresas son cada vez más grandes y están dominadas por personas sin ninguna cultura de la innovación y el avance científico y tecnológico. Y así nos va. Solo quieren sacar más dinero de cosas viejas. Y no están interesadas en que aparezcan nuevas tecnologías, que les hagan pensar y tal vez favorezcan la aparición de competencia.
Pero este tema de la concentración, tiene más derivaciones. Ahora mismo en España, vamos a tener un sistema financiero solo con 6 o 7 bancos (puede que incluso con solo 3 o 4) Y alguien me dirá y eso que tiene que ver con los avances tecnológicos. Pues mucho, porque estamos copiando las ideas de otros países, donde la financiación está también muy concentrada. Antes uno podía escoger entre más de 100 bancos o cajas para buscar financiación… y tal vez un gestor de alguna de estas empresa viese correcta la nueva idea. Ahora solo podemos buscar financiación entre tres o cuatro, que además están muy preocupadas también en que nada cambie.
Y veo que esto se hace ya muy largo, así que dejo algunas ideas en el tintero para una próxima entrada sobre este frenazo a la innovación real.
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Tienes razon.
antes:
Caja Madrid
Caja de Ávila
Caja Segovia
Bancaja
Si querías una hipoteca tenias 5 sitios pero ahora son todos Bankia y solo es uno. Y el problema es que al fusionarse desaparecen sucursales (por lo que son menos alquileres de locales), más paro ya que se deshacen de los trabajadores “sobrantes”
En el tema de tecnología es curioso. Mi Pc tiene 2 pantallas una sony sdm e96d y una acer h223hq de 2006 y 2009 respectivamente. la sony cumple con Tco03 y si detecta que el cable está desconectado (el de datos) se apaga sola (pasa a standbye) y la acer no lo cumple y se queda ahí mostrando el cartelito de cable desconectado. Pero claro si te pones a buscar una pantalla que cumpla con:
tco03 o mejor
Led
ips
puedes volverte loco
Bankia ha aparecido porque Bancaja, Caja Madrid, Caja de Avila, Caja de Segovia y Bancaja eran una autentica ruina, y mediante la fusion pueden reducir costes cerrando oficinas que se encuentran unas al lado de otras, y que ofrecen los mismos servicios.
Aunque quizas algunos preferirian que, en lugar de la fusion, desapareciesen las 5 cajas (que a punto estaban), y asi no se cerrasen unas cuantas oficinas, sino todas…
Hombre, preferir no, pero más sano quizá fuese. Con este método sólo estamos premiando a los malos gestores. Eso es algo en lo que tampoco hemos avanzado.
El problema de la concentración bancaria en España, parece que siguiese un guión… se ha hecho lo imposible, para que las cajas fuesen desapareciendo…
Y aún peor, la poca innovación que existe, la administran con cuentagotas. En el mundo de la informática y el audiovisual vemos que se anuncian continuamente novedades que se hacen realidad años, o incluso décadas después. Lo justifican con costes de fabricación y demanda, pero en realidad lo que hacen es estirar las tecnologías actuales hasta que les sacan la última gota y están hiperrentabilizadas.
Yo recuerdo haber visto mi primera televisión en Full HD en una televisión de Sony japonesa en una exposición itinerante que hizo Sony por todo España en 1990. ¿Y cuando llegó la Full HD a las televisiones en Europa? Pues eso, exceptuando el excepcional caso de Japón, que están acostumbrados a pagar enormes sumas por productos de lujo y de última tecnología, al resto nos exprimen como sanguijuelas con novedades menores, mientras guardan las verdaderas innovaciones en el armario. Apple es el mejor ejemplo de esto, lo ha llevado a la categoría de “Arte”, y como el arte, a precios de escándalo y con un marketing basado en la seducción.
El otro día hablaba de eso mismo tanto en el sector de la informático como en el automovilístico.
Y es curioso que ninguna de las tecnologías que tenemos hoy no existiese de una manera más o menos depurada.
En informática también podemos ver lo que había en los 80, lo que ellos esperaban para ahora y lo que tenemos ahora, el único cambio “radical” que he visto es que ahora TODO está conectado, pero por lo demás… quitando subir números mi PC sigue siendo igual que un 486 de hace años. Mismo software, mismos interfaces, cambiamos un poquito el interfaz para que sea más bonito (tampoco demasiado) y no me explico en qué parte se dejo de mejorar el software de manera directamente proporcional al hardware. ¿Será que antes había cientos de empresas y ahora tenemos 3 empresas como mucho y gracias? ¿Será que ahora para hacer un programa con cualquier chorrada necesitas que te lo revise más un abogado que un betatester?
Y que antes, había una pequeña empresa llamada Microsoft que tenía que hacerlo mejor que los demás. Ahora domina el mercado y no lo necesita tanto, y menos desde que Bill Gates, alias “el lince” fue sustituido por Ballmer, alias “el calvo incompetente” (ver Wikipedia).
Quien dice Microsoft dice Apple, y eso en el sector doméstico, pero en el sector de grandes servidores también se está igual
Tendero:
A las causas apuntadas, patentes, marketing y concentracionismo se te ha olvidado incluir la normativa. ¡Cómo podemos innovar si hay que cumplir 25.000 decretos-ley: real decretos, edictos, resoluciones, ordenes, correcciones a las órdenes, estatutos, acuerdos, transposiciones de normativas, planes, programas, regímenes, reglamentos, compilaciones, tratados, reformas, y un largo etcétera! Eso sin contar que tenemos todo eso multiplicado por X mil comunidades autónomas, forales, ciudades autónomas, diputaciones, entidades locales, supralocales, mancomunidades, cabildos, consejos, veguerías (ah, no, éstas últimas no) y por “chuchucientos” idiomas, lenguas, dialectos y variantes, del Estado, de la Comunidad, de la Región, de la Unión y del pueblo de al lado. Solo nos queda publicar el BOE en fala, variante lagarteiru (no demos ideas, que como lea esto un político, ni te cuento). Y supongo que esto pasa en todo el mundo, no solo en nuestro bendito país. Hala, a innovar…
Eso, dejemos que regulen los mismos que están interesados en vender, como cuando se decían cosas como “el mercado financiero se regula solo, no necesita reguladores externos”.
Pues sí, hay que cumplir con las normativas porque por “buena fe” ninguna empresa pone los márgenes de seguridad y calidad por delante de los beneficios.
Totalmente de acuerdo con el artículo, ¿para qué innovar si te da más beneficio ir añadiendo poco a poco cosas a lo preexistente?
El problema son las normas, por hacer normas. Una cosa es quitar normativa de seguridad y otra es que cada chiringuito burocrático en España, debe justificar su existencia haciendo normas. Y no hablemos de Europa. Por cierto, estoy preparando una entrada que va sobre la desregulación (que no es tal, sino todo lo contrario) del sector bancario, con la normativa Mifid como ejemplo de cagada europea.
Ahí te doy la razón. Lo malo de este asunto es que los interesados en desregular quieren eliminar todo tipo de regulación (hasta la necesaria) y los interesados en regular quieren que todo esté normalizado y tenga que pasar por la burocracia.
Toda la razón, antes si un ingeniero tenía una idea siempre escuchaba a quien le escuchase y le ayudase a sacarla adelante.
Fuese una empresa grande o una pequeña, terminaba encontrando quien la pusiera en marcha y el apoyo de sus responsables. El fracaso no era esa lacra actual, si no un paso más en el aprendizaje empresarial, así que se intentaba evitar pero no frenaba la innovación.
El problema hoy es que las pequeñas empresas no pueden competir con las grandes, no cuentan con los recursos necesarios ni forma de acceder a ellos, o quien las dirige tiene tanto miedo al fracaso que no se atreve a dar un paso.
Y en las grandes, como indicas hay demasiada gente involucrada en innovar, la inmensa mayoría sin tener ni puta idea de nada (con perdón) relacionado con la investigación, con la tecnología, con la innvocación o el mismo negocio…
Pero sí que entienden de números y es lo único que miran, si investigo y dedico 10 millones a tal cosa, es porque me va a generar grandes números en beneficios, y si no lo aparco y lo dejo muerto de asco en un rincón hasta que sea rentable.
Y todo para asegurar los beneficios, el dividendo al accionista dentro de un año y que esté contento.
Hemos pasado de investigar para lograr alcanzar sueños y hacer de este un mundo mejor, a vivir en torno a una constante vorágine de generar más dinero sin importar nada más.
Claro, y así nos va, buscando la siguiente burbuja económica que explotar para que unos poquitos sigan acumulando más y más dinero que no sirve para nada más que engordar sus cuentas corrientes.
Errata:
“antes si un ingeniero tenía una idea siempre escuchaba a quien le escuchase y le ayudase a sacarla adelante.”
Quería decir: ‘antes si un ingeniero tenía una idea siempre encontraba a quien le escucharse y le ayudase a sacarla adelante”
Es cierto: desde los años 70 no hay innovaciones revolucionarias como las que hubo en el resto del siglo XX, y sobre todo entre 1940 y 1970. De hecho, algunas de las innovaciones de este periodo se han abandonado: ya no podemos ir a la Luna, ni volar en un reactor supersónico comercial. En muchos aspectos vamos para atrás.
Los dos aspectos que comentas son también ciertos, la regulación de patentes (ahora una empresa que quiera innovar tiene que gastar más en abogados que en ingenieros) y la concentración empresarial (para una empresa gigante, es más fácil hacer una fusión o adquisición que innovar ella misma).
En mi opinión falta una cosa, sin embargo. Muchos de los grandes inventos de los años 40-70 de que ahora disfrutamos, antibióticos, aviones a reacción, ordenadores, Internet… no son producto de la iniciativa empresarial. Se deben a las enormes inversiones de los gobiernos, sobre todo el de Estados Unidos. El empeño en superar primero a los nazis y luego a la Unión Soviética hizo que el gobierno USA estuviera dispuesto a gastar burradas en investigaciones que darían fruto a largo plazo, si es que llegaban a darlo.
Ninguna empresa privada haría eso. La presión para conseguir el año que viene un poco más de beneficio que el anterior es demasiado grande. Siempre será preferible una pequeña mejora que permita vender ya un nuevo gadget que desarrollar algo para la próxima década.
Ahora, sin competencia, los gastos gubernamentales en investigación básica se miran con lupa y se aprueban con cuentagotas. De las universidades sigue saliendo algo de vez en cuando, pero claro, sus medios son mínimos en comparación.
Conclusión: Necesitamos otra guerra.
Sí, suena muy bestia y tiene muchos efectos negativos pero las guerras siempre han dinamizado mucho la investigación y la economía en general de un país, lo bonito sería simplemente que ocurriese la parte económica sin las claamidades humanas :/
No hace falta otra guerra. Nos hubiera bastado con no privatizar la investigación. Las empresas, sobretodo las grandes empresas han presionado mucho a los gobiernos para que no les hagan la competencia, en vez de verlo como una oportunidad sobre la que trabajar y mejorar aún más lo investigado.
Me explico. De un laboratorio gubernamental sale, por poner un ejemplo, el concepto realizable de un levitador gravitatorio. En ese momento, las empresas que podrían explotarlo sólo tendrían que contribuir con el estado, bien aportando fondos, bien aportando material, equipo o personal para sacar el proyecto adelante y que funcione, pudiendo luego acceder a ese conocimiento para explotarlo de manera comercial.
Así funcionaba en Estados Unidos en los 40 y 50 e hizo que muchas empresas crecieran de forma exponencial para, años después, usar los beneficios ganados explotando las ideas generadas en esos programas para presionar y comprar a los legisladores para que cada vez se invierta menos en investigación para que nadie los saque del “negocio”.
Si a todo esto le sumamos el “susto” de la crisis del petróleo de los 70 y el auge del neoliberalismo, desregulación y márquetin de los años 80, tenemos la situación actual: la única empresa buena es la que genera más beneficios trimestre tras trimestre y, para eso, no hay que arriesgar, ni investigar, hay que embaucar, estafar, controlar y aplastar.
No es tan sencillo el tema de la investigación pública. Como he visto que el artículo ha generado respueta, prometo una segunda parte y me pondré a ver justamente ese aspecto de necesidad de inversión pública para sacar adelante tecnologías nuevas.
Hola Tendero!
Creo que todo lo que comentas en esta entrada son verdades como templos! Además, me alegra haber encontrado alguien que piensa como yo, creo que es un problema para el avance tecnológico que los que realmente decidan cómo y cuándo se avanza sean del gremio de la economía, y no ingenieros o técnicos competentes. A mí como ingeniero me frusta, pero me da que como no cambien mucho las cosas no nos va a quedar otro remedio que acatar las órdenes, pues por desgracia, lo que mueve el mundo es el dinero.
En cuanto a lo que dice Diseno21, estoy de acuerdo en cierto modo. Opino que claramente la normativa es necesaria, hay una serie de reglas que se deben existir porque si por ejemplo no hubieran normas ecológicas que limiten el uso de algunas zonas o materiales concretos, nos quedamos sin planeta en menos de lo que canta un gallo (digo ecológicos por poner un ejemplo), pero el problema reside en la persona que las crea. Si resulta que el encargado de crear dichas leyes es el político de turno, o amigo del político de turno, que sabe del tema a tratar lo mismo que yo del folklore Qatarí (obviamente estoy exagerando un poco) pues pasa lo que tú dices, y así estamos.
Con el resto de comentarios, completamente de acuerdo.
Me gusta tu blog, tienes un nuevo seguidor! Llevaba tiempo buscando un blog de este estilo y no lo había encontrado.
Un saludo!
Creo que tenéis (tendero y resto de comentaristas) bastante razón en mucho de lo que decís. Pero permitidme tomar el ángulo opuesto, para el que también hay argumentos.
Primero, creo que es injusto decir que no hemos avanzado. Los primeros avances en un campo son los más llamativos, pero el avance cuantitativo que viene después es también importante. El tren es más antiguo que los aviones y mi satisfacción con los viajes en tren, comparada con la de hace treinta años se podría decir que es el doble.
Esto ha pasado de forma muy llamativa con los ordenadores. Casi todo el avance en potencia se lo ha comido la pantalla. Tenemos una interfaz gráfica que es millones, tal vez cientos de millones de veces más pesada que la de los noventa. No lo parece porque el tamaño de las pantallas como tal no es muy distinto. Pero la resolución espacial y de color ha cambiado brutalmente. Con un ordenador de los primeros noventa se podía hacer casi lo mismo que con los de ahora. Pero yo no hubiera visto pelis con los de entonces.
Respecto a las patentes y la concentración, las pondría en el contexto de algo más general: la tecnología necesita grandes inversiones. Para que sea rentable la producción masiva tiene que desarrollarse en empresas grandes, que funcionan de forma mucho menos ágil que el tipo de empresa que crea las innovaciones espectaculares.
Y para redondearlo, ambos argumentos los veo como una expresión del mismo problema: la tecnología avanza rápido, las personas mucho más lentamente.
La gente que gestiona el chiringuito cambia más lentamente que la mentalidad de la sociedad. Es habitual que en una empresa, el único que no sabe manejar decentemente el ordenador sea el jefe supremo.
Tenemos medios que desde el punto de vista educativo me parecen un sueño. Internet, edición colaborativa, tabletas con pantalla táctil, herramientas multimedia… pero llevará muchísimo más tiempo el trabajo de crear efectivamente los contenidos, y que sean contenidos adaptados a esos medios, que aprovechen plenamente sus posibilidades. Seguro que os habéis encontrado más de una vez “contenido multimedia” que no es más que una burda adaptación de lo que antes se vendía en papel.
El tema es que tu lo ves desde un enfoque numérico y otros lo comentamos a nivel conceptual. En informática han sido más megahercios, más bytes y más píxeles, pero seguimos exactamente con lo mismo, mismas arquitecturas, mismos interfaces máquina-humano, máquinas igual de tontas que hace 20 años…
Ese ser igual de tontas es también una cuestión cuantitativa.
Con la capacidad de proceso actual no podemos emular algunas tareas que hace el cerebro humano. No digo ya pensar, sino reconocimiento de voz, formas, caras. Ahí se está produciendo avance, pero lento porque no hemos llegado todavía a la potencia adecuada.
A falta de movimiento en esa dirección, la potencia extra se gasta en mover gráficos y comunicaciones. Que tampoco es inútil, porque los saltos cuantitativos llevan a saltos cualitativos también. El smartphone, por decir algo, aparece cuando hay suficiente potencia para hacerlo útil para el gran público.
Por otra parte, me parece un poco injusto decir que las máquinas siguen siendo igual de tontas. Los programas que uso ahora son mucho más potentes, completos, baratos, etc.
En los 80 no tenía torrents, ni Audacity, ni MuseScore, ni Babas (no, no era lo mismo el XBoard), ni VLC, ni GoogleEarth, ni IDEs gráficos (TP estaba muy bien, pero…). A mí me hacen la vida muy distinta. YMMV
El problema no es de las patentes, ni de la intervención o no de los gobiernos. La razón de por qué no hay aviones comerciales a Match 9, o coches voladores es una cuestión de pura energía, no de que tecnológicamente no se haya podido conseguir. Desde los 70, con la crisis del petróleo, las cosas han cambiado. Ya no se trata de diseñar modelos que sean más y más potentes de lo que sea, sino de hacerlos eficientes energéticamente. El gran problema para el avance actual de los teléfonos móviles, portátiles… es precisamente la falta de baterías que suministren aún más energía y de componentes que consuman aún mucho menos. Mandar un cohete a la luna es fácil… sólo es cuestión de poner muchíiiismo combustible, sin reparar en gastos, para demostrar que quieres hacerlo. Pero hacerlo de forma asidua, para todo el mundo, es decir… comercializarlo, ya tiene que tener en cuenta los costes de hacer eso y ahí el coste energético es crucial.
La otra razón por la que puede parecer que no avanza la tecnología es porque está ya demasiado democratizada. Y en un mundo como el actual con taaanta información de todo, el factor sorpresa está muy desaparecido. Pero si pensamos y miramos con los ojos de un niño nacido en los años 70-80, es dcir, los que somos de la generación previa a los nativos digitales, veremos que no sólo es que la tecnología haya avanzado, sino que tenemos acceso todos a ella. El teléfono móvil y el vuelo Madrid-Paris ya no están relegados sólo al yupi pijo.
Hay numerosos campos donde los avances son o al menos parecen más lentos gracias a que ya no hay una una tercera guerra mundial en ciernes – lo que llamaron guerra fría . Creo que todos sabemos que gran parte de la tecnología civil deriva de avances derivados de investigación realizada con fines militares.
La concentración de financiación y fabricación en la tecnología se debe muchas veces a la escala de los proyectos. Para que un proyecto de mayor escala sea asumible en términos de riesgo y recursos hacen falta agentes de mayor tamaño – mirad a AMD renqueando frente a INTEL, y no creo AMD que sea una empresa pequeña.
De todos modos, hay grupos de investigación en todas las universidades que poco a poco generan avances que tarde o temprano lo cambiarán todo otra vez. En mi escuela, por ejemplo, hay un grupo que proyecta un sistema de respuesta háptica en entornos de realidad virtual – investigan cómo generar sensaciones tactiles que permitan tocar los objetos.
Como comentan por arriba, el mayor catalizador de innovaciones tecnológicas es la guerra. Fijáos por ejemplo en la evolución de la aviación de 1936 a 9 años después. Se pasó de tener bastantes aviones de combate de primera línea biplanos a aviones a reacción que casi triplicaban la velocidad máxima de los primeros.
Los grandes avances en prácticamente todos los campos entre los años 50 y 80 se debieron a la Guerra Fría. Desde que ha desaparecido la amenaza del “Gran Diablo Rojo”, ya no es justificable ante la opinión pública una inversión en investigaciones de dudoso éxito y rentabilidad a corto plazo por parte de los Estados, y todo se mueve exclusivamente por intereses comerciales.
Y dado que el objetivo de las empresas es obtener beneficios, retrasan deliberadamente los avances que puedan darse para poder sacar el mayor rendimiento posible con el mínimo coste a sus plantas de producción.
Lo que dices es cierto, la aviación actual casi se inventó toda en la segunda guerra mundial (y el que lo dude, pues que vaya mirando los planos de los aviones que los alemanes pensaban poner en vuelo en el año 46 si la guerra hubiese continuado). Pero uno de los motirvos para ello (igual que en la guerra fría) es que justamente, por esa situación excepcional, no se respetan las patentes, Si el motor a reacción se hubiese inventado en época de paz… creo que seguriamos volando a helice.
En la guerra los combatientes iban copiándose unos a otros, sin pararse a mirar nada de patentes. Y a la vez que copiaban, mejoraban, adaptaban, simplificaban o complicaban el invento. Y eso hizo que todo fuese tan rápido.
Tampoco hace falta centrarse en épocas de guerra. Aunque convulso, durante el siglo XIX no hubo grandes guerras como hemos tenido en el siglo XX y sin embargo, por el hecho de no haber la férrea legislación en favor de patentar todo lo patentable, el avance técnico y científico es considerable.
Lo de la falta de avance en aviación me ha recordado a esta entrada de la Pizarra de Yuri que leí el año pasado.
http://www.lapizarradeyuri.com/2010/10/17/%C2%BFpor-que-ya-no-tenemos-transporte-supersonico/
Es muy interesante.
Pues si me lo permiten voy a dar otra opinión: Los avances de la tecnología ahora están basados en el ocio (móviles, redes sociales, cine 3D) que son rentables, pero los avances que ayudan a la humanidad (paliar el hambre o la crisis energética) ya no son rentables y se están dejando de lado.
En realidad el cine 3D no es ninguna novedad, simplemente han decidido comerciarlo ahora.
Todos tenéis razón, pero os ha faltado un detalle. El detalle que hace que últimamente avance la tecnología. Algo que puede parecer absurdo, pero parad a pensarlo bien.
La tecnología que avanza es la que permite ver “tías en pelotas”.
¿O no?.
Esto lo empecé a ver cuando aparecieron los lectores de CD-ROM para los ordenadores. Hasta ese momento, eran periféricos muy caros y las aplicaciones que había en ellos eran muy sesudas. el Aranzadi y cosas por el estilo. Cuando llegó a nuestros PC se intentó vender con la idea de que podías tener una enciclopedia en la palma de la mano. No había forma de venderlos. En cuanto aparecieron programitas guarrindongos toooodos los papás compraban el ordenador con CD para ponerle la Encarta. Aplicad lo mismo a Internet, empezó a tener éxito con las páginas XXX, y los teléfonos empezaron su crecida exponencial cuando se podían hacer, tener y enviar fotos, ya sean de la comunión de los niños o de la concejal de un pueblo de Toledo y su amor propio.