Este fin de semana hicimos varios presupuestos con Intel Core de decimotercera generación. En todos los casos recomendamos a los clientes instalar refrigeración líquida. Ya con las pruebas que hicimos con los Core de duodécima generación llegamos a esa conclusión en los modelos de las series K. Cuando presentamos las pruebas de los Intel Core i9 13900K comentamos el enorme consumo energético y las dificultades para refrigerarlos.
En Tomshardware han probado a refrigerar un Intel Core i9 13900K con cuatro disipadores diferentes, a saber:
- Thermalright AXP120-X67: un disipador de aire de baja altura. Lo que montaríamos en una caja de pequeña con poco espacio
- Thermalright Assassin X 120 R SE: un disipador de aire de torre de gama baja-media
- DeepCool AG620: un disipador de aire de doble torre de gama alta.
- Deep Cool LT720: un disipador líquido de gama alta de 360mm.
Son muy interesantes los resultados de las pruebas. Con ninguno de los cuatro procesadores se pueden pasar el test del Cinebench durante 10 minutos sin que se alcance la temperatura máxima. Pero según la calidad del disipador los resultados del test son mejores.
También es informativo ver como si limitamos el consumo a 300 watios el rendimiento no baja mucho pero sin embargo el consumo (evidente), el ruido y la temperatura bajan bastante. Así que no veo una mala opción el tener puesto ese límite.
Resumiendo, que los Intel Core i9 de decimotercera generación generan mucho calor para un sistema de refrigeración normal.