Ya lo decía House y lo hemos contado aquí varias veces: “El paciente nunca dice la verdad”. En nuestro caso, como el PC, el portátil, la tableta, la impresora… o lo que sea que está roto, no puede hablar, pues diremos que “El dueño del gadget enfermo,
nunca dice la verdad”.
Hace unos días tuvimos un caso más de estos. Nos llaman por teléfono y la conversación va más o menos así:
– Hola, soy la madre de Juan Cliente de tu Tienda. Hace unos días, os llevamos a reparar el PC, porque no entraba bien a Internet. Desde el día que nos lo trajimos, no podemos imprimir.
– ¿Qué impresora tenéis?
– Una que va por Wifi
– ¿Pero vuestro PC lo formateamos?
– No lo sé. (Le pregunto el nombre y miro laficha de reparación, eliminamos el virus del Policía y no se formateó el PC, así que la impresora debería seguir funcionando. Además veo el nombre del hijo de la clienta y veo que es un cliente de los que saben manejarse con PCs, así que no entiendo nada)
– Pero en la reparación, no lo formateamos, así que los drivers y la instalación de la impresora debería estar igual
– No, no está igual. Hemos intentado hacerlo varias veces y nunca imprime. Necesito que me digas como hacerlo o ver que le modificasteis en la reparación del otro día (vuelvo a mirar la ficha, y el otro día fue hace tres meses).
– Y hace tres meses que no imprimís?
– No, hace menos.
– Pues yo tengo aquí la reparación del mes de Septiembre.
– No puede ser, si fue hace 15 días.
– No será que habéis cambiado el router o el proveedor de Internet hace 15 días y desde entonces no funciona?
– No, no hemos tocado nada de es, esto falla desde el día que nos lo trajimos de la tienda. Yo no sé que hicisteis con él que no va la impresora.
Tras un rato así, al final le expliqué a la clienta, que pasaríamos a ver el PC. Pero que si nosotros no habíamos formateado el equipo, el problema no nos lo podía achacar a la garantía de la reparación y que le cobraríamos la reconfiguración de la impresora.
Cuando doy de alta la reparación, y busco en la agenda un hueco al día siguiente para ir a casa del cliente, veo que mi socio ya había dado de alta una reparación en la misma dirección. Como estaba fuera instalando un PC, esperé a que volviese. Cuando regresó, le pregunté:
– Que le pasa a Juan Cliente, que veo que has quedado en ir mañana a su casa:
– Pues nada, que hace dos semanas, los de la cablera local les han puesto la fibra y algo han desconfigurado, que no pueden imprimir por la impresora Wifi, ni les entra la Tablet a Internet.
Está claro que no todos los clientes son iguales. Algunos tienen más claro el tema de la causa efecto y además saben en que día se encuentran.
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Creo que aquí debe haber algo de la psicología humana, o más bien de la cabezonería de mucha gente. Yo en mi trabajo también me encuentro mucha gente así y lo que me parece es que, en cuanto hay un problema buscan un culpable o una razón del fallo, la primera cosa que se les ocurre (que a menudo si no saben, como en este caso, está muy lejos del verdadero fallo) se les queda grabado a fuego en la mente que es la razón, y da igual los argumentos y pruebas que muestres, que ellos seguirán erre que erre en que es así y de ninguna otra manera, lo cual al final lo que consigue es que se tarde mas en resolver el problema porque, como bien has indicado, acaban incluso dando información falsa con tal de no reconocer que se han equivocado en su diagnóstico inicial.
Hola:
Veo que no es cosa de cada cliente. La señora que ha dicho eso, parece no tener ni idea de lo que dice, pero bueno. El hijo sí. Algo que algunos no dicen otra cosa de cosas que no saben ni lo que es.
Hay que ver. :þ
¡Feliz fin de año!
Lo que cuentas es completamente normal en la mayoría de las madres. Cualquier dato lo mezclan y lo lían y cuando se lo cuentan a otra persona, la historia es complemente diferente. Y si hablamos de datos técnicos como cuantas patas que tiene un banco, por ejemplo (el número es muy subjetivo) pudede variar entre todas y ninguna. Se enteran de la misa la media y cuentan una burrada detrás de otra. Y estoy hablando de personas de 50-60 años, no de ancianos seniles.
Lo que cuentas es lo típico que me ocurre a mí y me saca de los nervios, que te llame para explicarte el problema la persona que menos sabe de él. Si el hijo es que sabe de ordenadores, el que llevó el ordenador y probablemente el que uso el ordenador casi siempre, ¿por qué tiene que llamar la madre que a lo mejor ni sabe enchufar el ordenador?
O cuando a veces me llaman:
– Oye, se me ha desconfigurado X (algo sencillo) ¿me dices como lo hago?
– Sí, pincha en inicio…..
Y aquí casi siempre sucede una de las dos cosas:
– Espera, que enchufo el ordenador….
– Es que no estoy delante del ordenador….
Vamos a ver, si no estás preparado para recibir la respuesta, ¡no hagas la pregunta!
Cliente:
– No me imprime la impresora, los ordenadores del resto del aula no ven e lWIFI
– ¿Habéis cambiado algo?
– No
Voy a mirar, el router es diferente
– Ah es que hemos cambiado de Movistar a Vodafone
Re-configuro los ordenadores e impresora y ya funciona la cosa.
– Ya que estás aquí, antes enviaba faxes y ahora no.
– Antes teníais una línea telefónica de verdad y ahora tenéis una emulación de línea
– ¿Y no se puede arreglar?
– Si pagando más a Vodafone
– Ah… pues como enviamos pocos fax que se quede así
Las línas virtuales y los faxes, de estas iguales en varias empresas, que pequeño es el mundo
Yo hace tiempo que tengo la teoría de los gilipollas, que viene diciendo que ni a los gilipollas les gusta ser gilipollas, y por lo tanto desarrollan mecanismos de autodefensa basados en la hostilidad hacia los demás mediante el efectivo método de echarles siempre la culpa de todo lo que le pasa evitando en todo momento cualquier intento de razonamiento, ya que se desmoronaría todo su sistema de defensa.
Como no hay botón para hacer +1 en los comentarios, que Alfredo, Juliosoft y matrix se consideren aplaudidos.
En mi negocio lo mismo, una muy burra (a la que nunca había visto el pelo antes) diciendo que le habíamos vendido un churriflostio estropeado, yo miro el churriflostio que traía y le digo dos cosas:
1- Ese churriflostio ha estado en uso muchos meses, está lleno de arañazos y golpes, no hay garantía que cubra eso.
2- Yo no he vendido ese churriflostio por la simple razón de que en 20 años vendiendo churriflostios, NUNCA, repito, NUNCA he comprado de esa marca, y si yo no los he comprado, difícilmente voy a poder venderselos a un cliente.
Pues la vacaburra que no se baja de la moto, que si lo había comprado aquí, que si iba a volver con su marido, que el café con leche lo trae la cigueña.
Le dije, “traiga a quien le de la gana, como si viene el Papa de Roma con toda la Curia, aquí no ha comprado eso.”
El Sábado siguiente por la mañana viene con el marido, le digo lo mismo que le dije a ella y añado:
-“Las tardes de Sábado no abrimos y esta tarde no tengo nada que hacer, así que vaya al cajero que mejor le pille, saque 500€ y vuelva, porque le apuesto esos 500€ a que no va a encontrar una sola factura donde yo haya comprado material de esa marca, ni churriflostio ni nada en absoluto. Tengo en los archivadores todas las facturas de los últimos 5 años y los asientos de esas facturas en el Contaplus que coinciden con los libros contables oficiales con precisión de 1 céntimo.
Así que nada, cuando cierre a las dos, vengan ambos aquí con 500€ y yo les dejo revisar unos miles de facturas a ver si encuentran un proveedor al que yo haya comprado churriflostios de esa marca. Si lo encuentran, se llevan un churriflostio gratis y 500€ de mi bolsillo.”
El marido se puso rojo, pero no de furia, sino de verguenza, dijo un lacónico “gracias” en voz baja, agarró del brazo a la interfecta y una vez fuera mientras la puerta volvía a cerrarse escuché “es que eres boba, no vuelvas a hacerme esto otra vez, vamos a casa”
Alcé ambos brazos cual Rocky celebrando su victoria y me estuve descojonando varios días recordándolo.
Modiglian,
no le pediste el tiquet de compra?
A mí lo más raro que me pasó era uno que llamó a mi compañero dándole la bronca y exigiéndole el ordenador que llevó a reparar hacía no sé cuantos meses. Por supuesto que no estaba en nuestra base de datos ni su nombre ni la orden de reparación.Mi compañero le dijo que llamase más tarde para comentarlo conmigo, pero nunca más se supo Seguro que se confundió con la otra tienda del pueblo que cerró definitivamente unos meses atrás
Saludos
Estas confusiones de tiendas, nos pasan dos o tres veces al año a nosotros. Y pueden llegar a ser graciosas a veces, pero en otras ocasiones no tanto.