Soluciones de baja tecnología cuando el Bofher es un Luser

Es muy común encontrar webs (vamos ya hasta libros) riéndose de los tontos y lo inútiles que pueden ser los usuarios normales (vamos los lusers). Pero casi nunca se habla de lo que sucede desde el otro lado. Está muy bien reírse de los lusers, pero es más complicado encontrar a alguien que se meta con los bofher.  Vamos a ver que pasa cuando el bofher es un inútil peor que una docena de lusers aburridos.

Y por cierto, hay que tener en cuenta que es mucho peor un bofher inútil que miles de lusers. El luser puede fastidiar su trabajo y el de algún otro luser que pase por allí, pero el bofher inútil, se cargará el trabajo de todos los compañeros de la empresa, sean lusers o no… y por cierto que con esto del pluriempleo, en muchas ocasiones nos encontramos a sufridores de bofhers inútiles mucho más capacitados que ellos… otro tema del que se habla poco.

Bueno a lo que iba, cuando uno se encuentra con un bofher que no responde y se dedica a poner palos en las ruedas del trabajo diario… pues tiene como única herramienta la imaginación. Y como segunda herramienta, el abandonar la tecnología digital y volver a las soluciones de baja tecnología. Vamos dejar de ser digital y convertirse de nuevo en analógico. Y por cierto que es una tendencia cada días más en boga en grandes empresas, donde los recortes de gastos han llegado a la plantilla de los que deben velar por el buen funcionamiento de los sistemas digitales.

El otro día en mi empresa de por las mañanas, nos llega una tarea que realizar. Teníamos que hacer unos informes que tenían que ir a las altas instancias. Pero también se requería hacer una comunicación oficial de esos resultados. Y debía hacerse la comunicación en papel. Y además por exigencias burocráticas de la Administración Pública que iba a recibir los escritos, teníamos que imprimir en papel pautado, y sellar y firmar los documentos por varias personas, para darles validez jurídica.

Así que nos ponemos a buscar el papel especial que necesitábamos. No lo teníamos, así que debemos empezar un proceso de petición de material a través de la intranet (mejor me saltó este paso, más que una petición, parece una carrera de obstáculos). Varios después de hacer el pedido, nos llegan los folios especiales. Y tan especiales, resulta que no son A4. Por temas legales, tiene otro tamaño. Y aquí empieza de verdad nuestro calvario. Resulta que no podemos modificar los parámetros de impresión de nuestra única superimpresora centralizada. Ni podemos tocar la configuración de software, ni la de hardware. Vamos que aquello solo imprime A4 y nada más. Y empieza la sucesión de correos y aperturas de incidencias, buscando una solución al tema.

Y en esta estábamos, cuando alguien se da cuenta de que los compañeros de otra planta, por su trabajo, imprimir diariamente con esos folios especiales. Así que pensamos que ellos si que tendrán impresoras adaptadas. Subimos a la otra planta y les comentamos nuestro problema, nos dicen que si, que ellos lo han solucionado, les pedimos entonces permiso para imprimir con sus equipos. Nos dicen que no, que no hace falta. Que ellos se cansaron de pedir permisos para poder imprimir folios en lugar de A4 y nunca los consiguieron, así que idearon una solución. Y nos la contaron.

Imprimen el documento en un A4, queda casi bien, pero lo malo es que quedan los márgenes superiores e inferiores mal. Se van a una fotocopiadora que hace reducciones y ampliaciones y es analógica, permite introducir dentro folios por el alimentador manual. Recortan el A4, antes de hacer la fotocopia y tienen ya unas marcas en la máquina, para que al colocar el original en esa posición… la copia en el folio sale perfecta.

Pues nada, vamos a ver si alguien se pone a medir el tiempo que se emplea en esta solución de baja tecnología, frente a la solución obvia, que sería dejar que se pudiese imprimir en tamaños diferentes de los A4.

Un ejemplo más de como hay que buscarse la vida, cuando los que controlan el sistema digital no se dignan pensar.