Hace un rato he ido a votar para las elecciones locales y europeas. Este año como ya comenté he preparado una página web para un partido político que se presentaba a las elecciones locales de mi pueblo. Ello ha hecho que mirase con más detenimiento que otras veces los programas, publicidad… de todos los partidos que se presentaban al Ayuntamiento.
Yo vivo en un pueblo grande. Eso hace que aquí al final casi nos conozcamos todos. Así que al mirar a los candidatos a concejal que hay en todos los partidos, siempre se producen dos situaciones en todas las listas:
- Hay uno o varios candidatos a los que nunca votaría. No importa el partido por el que se presenten. Es gente que por mi experiencia personal no pueden estar en un puesto de poder gestionando nada.
- Hay varios candidatos en todas las listas, a los que siempre votaría independientemente del partido por el que se presenten.
- En muchas listas, no me gusta el candidato a alcalde, preferiría votar por alcalde al número 13 o al 21 de esa misma lista.
Si a pesar del cambio de temática de la entrada de esta tarde de domingo, has llegado hasta aquí imagino que ya tienes claro adonde quiero ir a parar: Necesitamos cambiar la Ley Electoral y que en las Elecciones Locales, las listas sean completamente abiertas: que cada votante escoja a sus candidatos sin importar el partido y que además puedan votar al alcalde de forma directa.
Sería una manera perfecta de romper el poder que los aparatos de los partidos tienen. Una forma de que votemos a las personas que lo hacen bien, a los vecinos que nos inspiran confianza, no a los hombres de confianza de los jefes provinciales o autonómicos de los partidos. Es una lástima que no podamos hacerlo así. Lo bueno es que por mucho que he mirado en los programas solo en alguno de partidos minoritarios se hacía referencia a cambiar la Ley Electoral. Está claro que si es algo que nos es bueno para los jerifaltes de los partidos políticos, debe ser bueno para los electores.