Cuando uno consigue encontrar un poco de tiempo para volver al vicio de escribir aquí… llegan los bugs y lo arruinan todo. Desde el pasado miércoles el blog iba más mal que bien. Así que tuve que dejar la llave del ocho y volver a coger un teclado para tratar de encontrar donde estaba el problema.
La mayoría de las veces que entrabas devolvía un error 502. En menos ocasiones la web cargaba pero iba muy lenta. Como siempre en estos casos uno piensa y mira a ver si ha tocado algo en los últimos días. Tenía la actualización al WordPress 5.2.1 que se había hecho hacía pocos días. Y además un par de avisos del plugin de conexión de usuarios para comentar, donde aparecían errores. Y también avisos del propio WordPress indicando problemas con ese plugin. Así que empecé con lo fácil: desactivé ese plugin. Pero el problema seguía igual.
Así que me conecté al servidor y empecé a mirar los logs. Había una serie de mensajes de error indicando problemas con excesivo número de procesos ejecutándose a la vez y también con lentitud de respuesta del software del servidor. Comprobé que el problema venía de esa instalación de WordPress, ya que en otras páginas alojadas en el mismo servidor no pasaba nada.
Me fui al Faq de Nginx (el software que usamos para servir las páginas) y vi que se hacía mención del error que yo tenía en los logs. Mostraban una lista de causas, desde la más probable, hasta la menos. Fui siguiendo la lista, pero aquello seguía igual de mal. Haciendo algunos cambios en la gestión de procesos conseguí que el error 502 desapareciese, pero la lentitud seguía estando presente.
Al final decidí cortar por lo sano. Reinstalé todo de cero. La primera vez en los 14 años del blog que lo hacía, me dio lástima, pero ya no sabía que más mirar. Así que instalé un WordPress limpio en el servidor. Luego active la misma plantilla y los mismos plugins que tenía en el servidor original. Como tenía copia de seguridad de la configuración de la plantilla y de las entradas, imágenes… no hubo mucho problema. Una vez estaba todo configurado igual, empecé a realizar pruebas de rendimiento. La versión instalada limpia no daba ningún problema de rendimiento.
Pero había un par de errores que me estuvieron mareando un rato. Sobre todo, uno que parecía tonto: en la portada del blog, no se veían los resúmenes de las entradas. Así que estuve revisando el código de la plantilla, pero estaba todo bien. Después de dar muchas vueltas buscando la solución (y por el camino aprendí un montón sobre los excerpts en WordPress) era un problema con la importación. Por algún motivo no se habían copiado los resúmenes de las entradas. En su lugar había dejado el procesos un montón de espacios en blanco. Y eso era lo que se mostraba. Encontré un plugin: WP Excerpt Generator que resolvió el problema. Este plugin me permitió borrar todos los resúmenes con espacios en blanco y luego definir una regla para generarlos de nuevo basándose en el contenido de cada entrada.
Así que casi tres días después el tema estaba resuelto. Aquí el tiempo de respuesta es malo… porque estos días he tenido que atender también incidencias de clientes. Es lo de siempre, lo de uno se queda para el final. Pero aproveché parte del procedimiento de reinstalación, para preparar una entrada sobre como acelerar la carga de una web. Eso si, algo muy básico y eminentemente práctico. A ver si la semana próxima la maqueto.
Como ayer le decía a un amigo que me preguntó por los problemas del blog (y que también es del gremio de la informática, es un excelente programador, pero que en nuestra empresa de por las mañanas lo tienen atendiendo quejas de clientes) hay veces en que yo me maravillo de como cosas que involucran a tantas partes, como un simple blog, funcionen bien. Y eso se puede hacer extensivo a más partes de la tecnología digital. Cuanto más sabes, más te maravillas de los buenos técnicos y programadores que hay detrás para que todos estos procesos que parecen simples (como tener un blog) funcionen bien.