En mi empresa de por las mañanas hay un Departamento que gestiona un concurso de ideas para mejorar la operatoria y los procesos del Banco. Como durante la mayor parte de mi vida laboral ese ha sido mi trabajo me gano una paga extra todos los años con mi participación en esos concursos (pagan premios y todo eso). Esta introducción viene a cuento de que si alguna consultara del mundo financiero necesita ideas para vender a sus clientes, si pagan bien puedo pasarles algunas… Y por otro lado me permite interactuar con compañeros del Banco que no han tenido experiencia en el mundo de desarrollo e implantación de proyectos en grandes empresas. Tras esta introducción voy ya a la entrada de hoy: la falacia de las prestaciones que no están en la primera versión (lo importante es salir, salir, salir a producción cuanto antes).
Hace un par de días en el concurso que tenemos ahora abierto lancé una idea para añadir un par de prestaciones a un nuevo proceso recién introducido en la empresa. Un compañero que trabaja en un Departamento de Central que imagino que estará más en contacto con los de Desarrollo Técnico me contesta: “La idea es buena, tanto que me han dicho que no nos preocupemos que está prevista su implantación. No les ha dado tiempo en la primera versión, pero saldrá en una actualización posterior”. Mi respuesta fue como el título de la entrada: en una gran empresa con un desarrollo complejo, lo que no está cuando se sale a producción muchas veces se lo lleva el viento.
Hace ya 8 años que mi empresa fue comprada por la nueva. En los meses que estuvimos preparando la integración de sistemas los compañeros de la empresa que compraba fueron comprobando que teníamos en nuestros sistemas muchos procesos y ventajas competitivas que ellos no tenían. En varias ocasiones se trataba de paquetes de software comprados (que eran compatibles con las dos plataformas) y que se habían personalizado. Ahora esos desarrollos eran de su propiedad. Entonces se hizo una colección de proyectos que deberían entrar en segunda fase de desarrollo, tras la integración general y la fusión operativa… ni uno solo de esos desarrollos entraron nunca en producción. Una vez pasada la primera fase y funcionando en producción todas la mejoras se olvidaron.
Pero muchos años antes tuvimos un caso de prestaciones que se llevó el viento peores. Un Director General de hace más dos décadas tenía la costumbre de hablar con empleados de Oficinas normales. Así descubrió un fallo en una aplicación de la empresa. Este fallo era los suficientemente grave como para llamar su atención. Así que en el siguiente Consejo de Administración se lo comentó a los Directores de Organización y de Informática. Se creó un equipo de desarrollo para resolver el problema. Hicimos un análisis de mínimos (había que salir cuanto antes para cumplir los designios del Director General). Se hizo un desarrollo acelerado en Informática. Las pruebas de la solución no eran correctas. No fallaba tanto como antes, pero seguía fallando. Al final un día se decidió ponerlo en producción: total no era perfecto, pero era menos que nada. Se jubiló el Director General que había pedido el cambio sin que se resolviesen los problemas ni se subiese a Producción la segunda versión que era la buena.
Otra situación parecido y todavía más peligrosa es cuando se hace un desarrollo temporal, mientras se implanta la solución buena y completa. Recuerdo un desarrollo que me llevó más de un año de trabajo. Era un rediseño completo (por cierto, venía a solventar todos los problemas del problema que he contado antes de la petición del Director General) de un área crítica de la empresa. Gran parte del desarrollo comercial del siguiente lustro iban ligados a su implantación. Uno de los usuarios de la aplicación empezó a ponerse nervioso por la lentitud del desarrollo (parte del atraso venía porque este usuario nunca nos cerraba en firme el análisis. Era de los que siempre venía con cambios de última hora). Al final llegó un jefe nuevo de Informática. Este decidió hace méritos con la alta Dirección. Así que se fue a comer con el usuario preocupado por el retraso. Volvió de la comida tres servilletas de papel en las que había apuntado los puntos mínimos que pedía el usuario para salir de forma temporal y dar servicio durante los próximos tres meses a la red comercial y así dejarnos un trimestre para acabar el programa bueno. La solución temporal fue crear una aplicación Web muy sencilla. Más de uno ya habrá adivinado como acabó la cosa. Se jubilaron todos y la aplicación para tres meses duró tres lustros. Y solo dejó de funcionar porque cuando nos compraron, los nuevos dueños vieron lo mala que era.
Así que cierro mi entrada de hoy: prestación que no sale en primera versión… prestación que se llevará el viento casi seguro. Y el corolario es que nunca hagas nada temporal mientras sale la versión buena… nunca habrá versión buena.
7 Comentarios
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No sé… Imagino que será algo característico de un entorno informático de desarrollos más monolíticos y que toquen puntos cruciales donde las pruebas se toman en serio y no son algo que se implementa si se tiene tiempo. Mi impresión es que ahora todo sale a producción en modo beta y los parches son frecuentes, con lo cual a lo mejor esa característica no sale en la versión 1, pero suele aparecer en la versión 2 o 3 (y en la 4 o 5 es ya cuando empieza a funcionar sin bugs) Después de todo, lo que es “cool” es el desarrollo “Agile”, más de la mitad de las ofertas de trabajo te lo mencionan 😉
Ana: trabajo en un Banco no son diseños monolíticos son cosas grandes y con muchas relaciones. Pero no es esa la causa son más profundas: miedo al fracaso, si va no tocarlo y que se va muy a remolque de los reguladores (algúa día contaré lo que cuesta crear un producto financiero en España con 17 reglamenteaciones autonómicas, una nacional, varias europeas y a veces hay que tener en cuenta también a la municipal…). No tiene nada que ver con otros sectores donde justamente el pecado es el contrario.
Hola Tendero.
Advertencia: es off topic 🙂
Hace unas semanas estuve leyendo parte de una historia (todavía me queda por leer) que me hizo pensar en tí varias veces.
Igual ya lo has leído, se titula “Historia de un viejo informático” de un tal Macluskey y es muy, muy larga, tanto como para escribir un libro, pero entretenida a más no poder, al menos para “viejos informáticos” sin ánimo de ofender.
El enlace:
https://eltamiz.com/elcedazo/series/historia-de-un-viejo-informatico/
Un saludo y gracias por las entradas del blog.
Guille: conozco la Web y le he leído muy a gusto. Yo soy un poco más joven… pero hay veces que ya cuento historias parecidas. Y tengo una libreta llena de cosas para escribir el día que me jubile…
Jejejeje…
No sé porqué pero imaginaba que sería así. Que lo habrías leído.
Tú también tienes para escribir un libro.
No sé que historias tuyas son mejores, si la de algunos clientes a los que tienes que enfrentarte y domar en la tienda, o las de “la empresa de por las mañanas”, que, ojo, algunas de ellas pueden confundirse con las de la tienda.
Saludos.
No hay nada más permanente que una solución temporal
Tienes toda la razon