Estos días he visto dos noticias que al encadenarlas me han hecho reflexionar sobre el concepto de portátil moderno. Primero la filtración de las pruebas de los nuevos Intel Core i9 13980 HX y luego la versión para portátil de las nVidia RTX 4090.
En la foto de arriba os pongo un Asus Rog que ya anuncia una versión con el hardware que comento.
El asunto es que si el otro día os comentaba las dificultades de montar equipos modernos en cajas pequeñas debido sobre todo al alto consumo y a las elevadas necesidades de disipación que llevan los nuevos micros (mucho más los Intel Core i9) y las RTX 4090 no quiero ni pensar como van a disipar el calor de estos dos bichos en la carcasa de un portátil.
Al final tendremos una solución intermedia: el fabricante reducirá el consumo eléctrico (y por lo tanto la potencia del equipo) cuando la temperatura de la gráfica o del micro lleguen al límite. Como enseguida se alcanzará dicho límite la potencia del equipo no será la de los componentes instalados. Y si no reducen mucho el consumo harán falta soluciones como la del Neo 15 E22 que comentaba hace unas semanas. O como digo en el título ir con un carrito con una nevera portátil.
Es complejo el asunto de estos portátiles potentes. Yo entiendo que la gente que tiene dinero de sobra para gastar busque el equipo más potente. Pero cuando montamos equipos que van en contra de las leyes de la física la cosa es un poco tonta. Si volvemos a un símil automovilístico sería como si comprásemos un coche con un motor de 800 caballos y unas ruedas de bicicleta. La potencia está, los caballos están en el motor… pero si aceleramos al cabo de un segundo la ruedas derraparán y los caballos no llegarán a la carretera. Aquí sucede lo mismo. Tendremos portátiles con una Core i9 13980HX y una nVidia RTX4090. Pero cuando hagamos tareas pesadas en cuanto pasen unos segundos y el equipo alcance la temperatura máxima irá reduciendo la electricidad que le aporta y bajará el rendimiento hasta que la temperatura no suba más.
Hay que tener en cuenta que tendremos que disipar unos 200 watios para el micro y otros tanto para la gráfica. Son muchos watios para sacarlos de una carcasa de un portátil… y no hablaremos de lo que duraría la batería, pero eso es más fácil de arreglar: dejarlo siempre enchufado a la corriente.
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Pues los quitamos la batería de serie y los llamamos portables y arreando 😛
Cierto en cuanto a cambiar portátil por portable, pero la barbaridad de watios a disipar si quieres exprimir al máximo cada euro pagado es una imposibilidad física. La ley de la conservación de la energía es así de inviolable.
Lo que yo decía: las leyes de la física son así.
Bueno, empieza a ser lo habitual, compras un portátil de mas de 2000 euros y solo sacarlo del embalaje has e empezar por bajar TDP, cambiar planes de energía, velocidades de ventiladores, usar aplicaciones de fabricante portátil o terceros para rebajar frecuencia micro, grafica, memorias, etc… todo muy cabal. O eso… o escribes en cualquier foro preguntando si es normal tener el portátil en el escritorio a 55 grados o mas sin hacer nada.
Los pipes o tubos de cobre que conduces la temperatura son muy curiosos , hay una determinada temperatura que literalmente dejan de funcionar y no llega el calor al ventilador.
Estos tubos funcionan pasando de liquido a vapor y viceversa, pero al llegar a la temperatura critica, ya no se puede condensar a liquido y dejan de funcionar el invento.
Si el ventilador no logra bajar la temperatura rápidamente sube a los +70ºC aunque apenas trabaje.
Si quieres un ordenador potente un portátil no es la mejor opcion