El PC que no quería ser reparado

Hay veces que los ordenadores se averían y parece que sean como algunas personas que son el pupas. Como me pasa a veces a mí, que cojo un resfriado, voy al médico y allí me pegan una gripe más fuerte… Algo así nos ha ocurrido estas semanas con un PC que teníamos en el taller.

Nos llama el cliente y nos comenta que el PC le va muy lento. Que a veces va tan lento que cuando sale de la Oficina y se activa el ahorro de energía, cuando vuelve tarda varios minutos en volver a despertarse después de mover el ratón o pulsar alguna tecla.

Así que nos pasamos por la empresa y miramos el PC. Efectivamente, va muy lento, el cliente tenía razón. Como ese equipo ya era reincidente, nos lo llevamos al taller para revisarlo a fondo. Las otras veces que lo habíamos reparado, no eran temas de hardware, era, pues lo común, el cliente tenía instalado el software de tres smartphones diferentes, dos reproductores de MP3, varias cámaras digitales, dos antivirus a la vez… cosas así.  Además es un equipo que no es fácil de formatear y ya está, puesto que tiene una serie de programas y configuraciones algo complicadas de reinstalar.

Una vez en la tienda, lo ponemos en marcha… y como siempre funciona todo bien. Esto es algo normal, los equipos cuando nos ven con el destornillador, pues se asustan y van bien. Lo primero que hicimos, fue una copia de seguridad del disco del PC. Después empezamos con una batería de tests completa. Pero no daba ningún error de hardware. Así que decidimos probar con una reinstalación de Windows limpia. Usamos un disco duro nuestro e instalamos un Windows de cero. Ningún problema tampoco. Al final, ya que lo teníamos en el taller, decidimos instalarle un disco SSD pequeño y así ver si el PC (que ya tenía cinco años) iba un poco más rápido. Instalamos el disco SSD, instalamos Windows y nos dedicamos a pasar toda la configuración del disco original al nuevo disco. Tras un par de horas entretenidos, comprobamos que todo estaba ya funcionando bien en el nuevo disco. La velocidad del SSD se notaba y el PC parecía nueva.

Como no nos fiábamos, decidimos dejarlo un par de días más en la tienda. Como era viernes, lo dejamos con un test continuo y a ver que pasaba. El lunes el PC había pasado todos los tests y sin problemas. Nos faltaba configurar un programa, para el que necesitábamos una contraseña. Se la pedimos al cliente y cuando vamos a introducirla, nos da un error el PC y empieza a ir lento. Para hacerlo corto, desde el SSD, el windows dejo de arrancar. Igual con su disco original. Al final localizamos un error en el disco original del PC. Al quitarlo, el SSD ya arrancaba, pero seguía yendo lento. Decidimos reinstalar otra vez Windows, pero sin el último programa que parecía que había causado los problemas. Y nos pusimos manos a la obra, pero al poco de terminar de instalar, error otra vez. Miramos y vemos que está fallando la gráfica (que por cierto era integrada). Así que pinchamos una gráfica básica y terminamos de instalar y de configurar. Otra vez a instalarlo todo y a pasar pruebas. Y todo correcto. Quedamos con el cliente para ir a llevarle el PC…y media hora antes, cuando íbamos ya a embalarlo, vuelve a ir lento. Resulta que no solo fallaba la gráfica en la placa, sino también los Sata, pero de forma intermitente. Decidimos cambiar la placa base. Así que empezamos de nuevo el proceso. Dejamos el PC otro par de días de pruebas y ya no surge ningún problema. Pero no contábamos, con que el PC tenía aliados en las pocas ganas de volver a trabajar.

Lo llevamos a la empresa del dueño. Lo instalamos en su mensa, conectamos todos los cables y lo ponemos en marcha. Pero no llega imagen al monitor. Yo ya empiezo sudar y a ponerme nervioso. Al final, cambio el monitor… y menos mal. El monitor del PC decidió fallar a la vez. Tuvimos que traer un monitor nuevo y parece que por fin, conseguimos que este PC acabase con su baja por avería. Esperemos que se por mucho tiempo.