El pasado martes Eduardo Manchón publicaba un interesante artículo en El Confidencial que titulaba Programar es de pobres: por qué el mundo del ‘software’ está roto en España. Mientras desayunaba con el portátil de los almuerzos (lo llamo así porque me acompaña casi siempre en esos momentos) vi el artículo y lo leí con interés.
No solo me interesó a mi ya que a medio día estaba en la portada del Menéame y había muchas discusiones en las redes sociales sobre el tema. Y no me resisto a sacar un rato de mi tiempo y trata de dar aquí otra visión sobre lo que indica Eduardo que no aparece en su artículo. Tal vez por la edad; es lo que tiene hacerse mayor.
En el artículo se comenta como los programadores que trabajan para las consultoras no tienen el reconocimiento pecuniario que merecerían y tampoco tienen el reconocimiento profesional: los convierten en piezas intercambiables si tenerles ninguna consideración. A ello contrapone lo que llama el software de producto donde se pueden encontrar mejores condiciones de trabajo.
Pero el sistema de picadoras de carne de las consultoras también ha roto a otras clases de informáticos. Bueno, las consultoras y nuestros políticos que nunca pueden quedarse quietos. Otro gran estropicio que las consultoras ayudaron a hacer fue el que se hizo en los Departamentos de Informática de grandes empresas sobre todo financieras y de seguros. En mi antigua empresa de por las mañanas teníamos un Departamento de Informática que era de los más pequeños en número comparándolo con el resto del tamaño de la empresa, pero que estaba muy bien pagado. Además, la edad no era un impedimento para nada. Podías encontrar programadores a punto de jubilarse que seguían programando (si el director era capaz de ponerse a escribir aplicaciones cuando hacía falta) y jefes de proyecto muy jovencitos: la edad no marcaba la función.
Estos Departamentos de Informática encerraban en su interior un gran valor: conocían perfectamente a la empresa, los productos y los procesos de negocio a los que prestaban soporte. Trabajaban codo con codo con los usuarios. Incluso muchos de ellos habían empezado su carrera a píe de Oficina lidiando con clientes y con el trabajo diario que luego ayudarían a digitalizar. Conocían los puntos fuertes y débiles de sus sistemas. Y como era una época en la que la formación se valoraba pues la empresa proporcionaba acceso a cursos para conocer las herramientas de trabajo más modernas. De esta forma estos Departamentos podían mantener a la empresa en marcha y hacerla avanzar hacia un futuro digital. El núcleo de conocimiento que allí se almacenaba era muy valioso y permitía realizar sus tareas de forma muy eficiente y eficaz.
Pero entonces llegaron tres factores que iban a derruir el modelo:
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Llegaron a las plantas nobles (donde están los despachos grandes de madera) jefes sin ningún coraje y con muchos miedos:
- Miedo a que algo saliese mal y no tener a quien culpal
- Miedo a que se descubriese que tras sus títulos y masters se escondía una cabeza mucho peor amueblada que su despachao
- Miedo a que sus subordinados pudiese quitarles el puesto
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Se inició la contratación masiva de trabajo a consultoras externas. Esta táctica era perfecta para apaciguar a los jefes miedosos que conseguían:
- Un chivo expiatorio al que culpar si algo salía mal
- Un grupo de mercenarios que no querían quedarse en la empresa y que solo aspiraban a hacer más y más horas bien pagadas. Nunca pretenderían quietarle su despacho. Por supuesto terminar los proyectos no era su objetivo sino alargarlos y ampliarlos para seguir chupando la sangre.
- Los consultores eran felices explicándole todo lo necesario. Cuanto menos sabía él de un tema mejor para el consultor
- Además, ampliaban su red de contactos y si algún día en su empresa matriz descubrían lo malos que eran o bien la hundían (de todo hubo) tenían muchos favores que cobrarse para poder encontrar un nuevo puesto de trabajo.
- Los reguladores que seguían instrucciones de los políticos y las normas contables penalizaban a las empresas financieras que poseían Departamentos de Informática formados por empleados de la propia empresa. Desgravaba más y estaba mejor visto por el regulador subcontratar el trabajo fuera que hacerlo en casa.
Así llegamos a otro roto en el mundo informáticos. Desapareció un núcleo de conocimiento muy importante en muchas empresas que ayudó en gran manera al fracaso empresarial de estas empresas financieras en la última década. Y cambiamos a empleados de la casa que:
- Conocían perfectamente el proceso que digitalizaban y el producto que había detrás por informáticos que necesitaban muchas horas para que entendiesen que se traían entre manos.
- Estaban muy interesados en que los proyectos llegasen todos a buen puerto… porque sino su puesto de trabajo y su sueldo peligraban.
Cambiamos a informáticos muy capaces con buenos sueldos y contratos fijos que podían ir vestido con vaqueros, por grupos de subcontratados con peores sueldos, contratos precarios y vestidos obligatoriamente de traje y corbata. Y estos sustitutos entregaron un trabajo acorde con el sueldo que recibían.
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Una pregunta… ¿no crees que un punto que tienen en común los neo-bancos-reales es precisamente que están volviendo a tomar control de sus departamento informático? (digo lo de reales, porque ahora mismo todo el mundo quiere subirse al carro aunque tengan una historia de más de 100 años)
Yo es que tampoco entiendo la visión que tienen algunos de la informática. Si mis procesos son exactamente iguales a los de mi competencia… ¿en que me diferencio de ella?
Me parece una idea acertada. Yo discutía con los consultores usando su lenguaje: el núcleo del negocio bancario es su Departamento de Tecnología, así que éste debería estar siempre dentro. Como yo decía: sin tecnología no vendes ni un préstamo en la red… pero con malos comerciales venderé menos, pero podré venderlos.
No lo había pensado nunca. Ahora que lo nombras, todo tiene sentido. Los bancos ya externalizaron totalmente su departamento de IT y ahora están externalizando su departamento comercial. En mi pueblo el Santander antes tenía una oficina, ahora tiene un autónomo-comisionista que llaman Agente Comercial.
Como sigan ese camino pronto llegarán a ser una Enron, esa empresa tan grande, tan fuerte que no tenía nada, por tener no tenía ni futuro. (que bonito me ha quedado) 😀
No sólo pasa en la empresa privada: en la AGE llevan lustros con poco personal para TIC, y prefieren ‘contratar’ empresas externas antes que ampliar plantilla. Un rumor que circula desde hace tiempo, que no sé hasta que punto es verídico, porque unos van a un capítulo de ‘gastos de personal’, y el otro a ‘inversiones’. Y me consta que se ‘invierte’ muy bien: el currito al final se lleva como 1/3 o menos de lo que ha pagado el Estado.
La explicación es la misma que me dieron a mí hace muchos años y que indico en la entrada: no se ve bien tener gastos de personal elevados… y lo que se paga a la consultora va como inversión… de locos. Como decía un economista de la vieja escuela americana: La economía ira bien cuando el dueño de la aerolínea sea el verdadero dueño del avión en el que viajas…
Los gastos de consultoría no son inversión, son proveedores de servicios y van a gastos. Lo que sí que pasa es que personal se considera gasto fijo y los de consultoría gasto variable. No se si cambió, pero en muchas escuelas de negocios se inculcaba la alergia absoluta a los gastos fijos bajo diferentes eufemismos como “flexibilizar la estructura de costes”. Una de las partidas de gastos fijos más fácil de atacar es, precisamente, personal. Si eres un directivo de powerpoint, puedes vender fácilmente esto como un logro. Has bajado el coste fijo, y ahora la empresa es más “flexible” para adaptarse al mercado/retos/entorno competitivo etc. Con la ventaja de que además externalizas tu propio trabajo y responsabilidades. Es también una de las razones de la preferencia por los contratos temporales y las subcontratas al personal fijo, pese a que, no pocas veces, acaba siendo más caro.
Muy bien explicado. Con el agravante de que en el sector financiero el Banco de España además te pedía bajar los gastos fijos…
Es que reducir los costes fijos puede tener un efecto positivo. Normalmente implica pelearse con proveedores, renegociar contratos, rediseñar u optimizar procesos… cosas complicadas que requieren trabajo y tiempo. En cambio despedir gente es fácil y tiene un efecto inmediato. También tiene efectos a largo plazo, claro, pero el típico directivo de powerpoint no ve más allá de la próxima junta, o de la cotización diaria…
Yo llevo recursos humanos en una pequeña empresa y estas cosas me ponen malo.
Tienes razón es más fácil tirar a la gente que cambiar otros hábitos… algún día alguien debería investigar quien y como se financian las ventas de Oficinas (las bancarias son un ejemplo) a empresas que luego las alquilan al propio banco… y claro la garantía para devolver el préstamo es el propio alquiler…