Ahorro boomerang

En este tiempo de crisis, todo ahorro en una empresa o un negocio, es muy importante. Pero en ocasiones, el ahorro se puede convertir en un gasto futuro mayor que el ahorro original. Hay que fijarse bien en que nos podemos ahorrar algo de dinero.

Pero hay algunas cosas en las que ahorrar demasiado, puede ser contraproducente. Por ejemplo, no debemos ahorrar en software de gestión. Es decir, si en nuestra empresa o negocio requerimos el uso de software de contabilidad, nóminas, facturación… tenemos que buscar si hay soluciones de software libre. Y si éstas no nos sirven o no nos gustan, comprar el software comercial que mejor cubra nuestras necesidades, dentro del importe que nos podemos gastar.

Estas semanas pasadas hemos tenido en la tienda a varios clientes afectados por este falso ahorro. Un ejemplo sencillo para verlo. Un PC de empresa, desde el que se lleva toda la gestión de una pequeña Pyme. El equipo muere de repente por un fallo múltiple de hardware: placa y disco duro a la vez. El software de gestión se lo instaló un amigo. Amigo que ahora no aparece por ningún sitio. Hay copias de seguridad, pero no hay programa sobre el que volcarlas. Intentamos recurrir al fabricante original del software, pero esa versión ya hace mucho tiempo que no está a la venta. Al final, el cliente instala otro programa nuevo y tiene que introducir los datos de forma manual.

Aquí lo mejor, es asesorarse bien, como siempre. Un error muy típico, suele ser el del cliente al que su contable, o asesor laboral… le recomienda un software muy potente, muy bueno, muy caro, pero que es excesivo para la labor de la empresa. Entonces en lugar de buscar la versión no legal del programa, lo que hay que hacer es buscar algo más económico que realice las mismas tareas. Nosotros vemos muchas veces famosos programas de contabilidad, de facturación de nóminas, de esos que cuestan 600 euros la licencia y un mantenimiento anual muy elevado, instalado directamente por los asesores contables, fiscales o laborales. Pero sin tener la licencia de uso. De esta forma en la empresa ya le adelantan el trabajo al asesor que si tiene el programa con su licencia legal. Aquí lo que hay que hacer es buscar un programa más asequible y que el asesor haga su trabajo.

Y hoy en día tenemos muchas posibilidades en este campo, con precios y prestaciones para todos los gustos. Pero siempre mejor un programa sencillo y barato, pero legal, antes que ese superprograma, del que no disponemos de la licencia. Sobre todo, si nuestro negocio depende de ese programa.