Los clientes baten records de velocidad a la hora de llamar por teléfono. Todavía no saben que le pasa y ya nos están llamando. Como esto siga así terminaré poniendo un 800 como teléfono de la tienda.
El otro día vendemos un router Wifi. Se lo configuramos en la tienda, le dejamos pegado en la base la contraseña de acceso al Wifi. Le explicamos como hemos generado la contraseña, para que la recuerde. Le decimos que se fije bien en la diferencia entre número y letras.
No han pasado ni cinco minutos y suena el teléfono:
– Buenos días, la tienda del Tendero, dígame:
– Acabo de estar ahí y me he llevado uno de estos para el internet inalámbrico.
– Si lo recuerdo
– Que no funciona
– ¿Qué le pasa?
– No entro a Internet, dice Error de seguridad, contraseña errónea
– Ha escrito la contraseña que iba en la base del router
– Si.
– Llevaba letras y números, los ceros son como O mayúsculas, pero llevan un palito, vuelve a escribir la contraseña
– Anda, si ahora al poner otra vez la contraseña ya v
Y me dieron ganas de decirle, que no, que era nuestra beneficiosa presencia al otro lado de la línea.