tendría muchos más opciones donde situar su obra, además de un juzgado (no quiero decir que la Administración de Justicia haya mejorado mucho desde los años de entreguerras a nuestro tiempo) pero muchas de las tribulaciones que pasamos tratando de vender tecnología serían excelentes candidatas para ambientar su historia. Eso si, puede que tampoco fuese capaz de terminarlo.
Pongamos que hablo de una gran multinacional, que siempre se ha dedicado al software y en los últimos años quiere dedicarse al hardware (eso si, permitiendo solo que sus amiguitos sean los únicos que puedan vender su hardware). Esta multinacional, decide dejar de dar soporte a un sistema operativo que usa todavía mucha gente. Además, para ver si vende más, avisa a todos los colegios, que va a realizar una auditoría de software para comprobar si en esos centros tienen todos sus sistemas operativos con licencia pagada (esto daría para otra entrada, es decir con que prerrogativas los miembros de una empresa privada pueden acceder a los equipos informáticos de un centro público y también, porque en centros públicos hay software privativo sin licencia).
Y entonces nos llaman a la tienda desde varios centros educativos, con dos problemas parecidos. Por un lado tenemos algunos centros públicos, que en ciertos PCs, desinstalaron el Lliurex y en su lugar instalaron sofwtare privativo. Evidentemente sin licencia, porque no podían justificar el pago de dicha licencia, ya que no debían desinstalar el Lliurex (pero antes de que os metáis con ellos, nadie les formó y tenían hard y soft que no soportaba el Lliurex y tenían que usarlo). Por otro lado, tenemos a otros colegios, que tienen un parque grande de PCs con el sistema operativo que la gran multinacional instalado (con su licencia pagada y legal) pero que ante el anuncio de la falta de soporte, quieren actualizar a versiones más modernas.
Ambos colegios, vienen a pedirnos presupuestos. Y como han recibido la publicidad de la gran multinacional, nos piden que les consigamos licencias de educación, con precios más reducidos. Y Kafka va riéndose en su tumba, si leyese los correos o las llamadas de teléfono que hacemos a nuestros mayoristas que son todos partners de la gran multinacional:
– Yo no tengo esas licencias
– Solo por venta directa
– No nos dejan venderlas
– Tu no tienes calificación para vender ese producto. Esta es de guasa, puedo vender sistemas operativos de miles de euros, pero no licencias de educación.
Al final llamamos directamente a la multinacional y nos dicen que nosotros no podemos hacer nada, que lo haga el cliente. Y desde los colegios, llaman a la multinacional. Allí les dicen que en nuestra provincia, solo hay dos puntos de venta autorizados (anda, si con el software ya hacían lo mismo que con el hardware, dejar vender solo a sus amigos). Llaman a esos puntos autorizados y encuentran diferencias de precio superiores al 40% de un punto de venta a otro. Al final deciden comprar en el sitio barato.
Y entonces les envían una documentación a cumplimentar. Y aquí seguimos con la burocracia. El colegio público, todavía se está peleando con su superioridad. Necesita una serie de permisos de arriba y de autorizaciones y no las consigue. Y sin eso en el expediente, no le dan el precio especial de educación. El otro colegio es concertado. Así que al no tener “superioridad”, lo hace todo. Y le contestan indicándole, que le rechazan la petición de compra. Llaman por teléfono y les cuentan, que como a pesar de ser un centro educativo, obtienen beneficio de su activada, se les ha denegado el precio especial. Eso después de innumerables llamadas y de haber indicado desde el primer momento que eran un centro concertado.
Así que luego Microsoft se extraña de que cada vez menos clientes escojan sus productos, si ellos mismos con normas absurdas y recortes a la venta son los primeros que parece que quieran perder cuantos más cliente mejor.
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[…] Si Kafka fuese tendero informático y escribiese hoy El Proceso […]
Si los “inspectores” de la “Gran Multinacional” no tienen calificación de Autoridad Pública (que va a ser que no), se les puede prohibir el paso a cualquier recinto, sea colegio público, concertado, privado, o un domicilio. Otra cosa es si hubiera denuncia de por medio y mil zarandajas más y fueran como peritos acompañando a un secretario judicial o similares. Creo.
Es frecuente en los contratos de venta de software entre empresas otorgar al vendedor la facultad de auditar al comprador en cualquier momento, directamente o a través de un tercero.
Si hablamos de centros de enseñanza públicos, y teniendo en cuenta que la contratación se habrá llevado a cabo a través de la consejería de eduación, lo normal es contratar en régimen de derecho público, lo que basicamente significa que las condiciones de contratación las pone la Administración a través de unos pliegos de condiciones.
Lo chistoso es que con la cuota de mercado de tiene Microsoft, la Administración se tiene que bajar los pantalones y acepta lo que sea. Habría que ver también en qué condiciones vende Oracle sus BBDD, me apuesto que pasa tres cuartos de lo mismo.
Yo trabajo en una administración pública, y efectivamente en los contratos se otorga el derecho a hacer auditorías y comprobar que todo está en orden. De hecho nos acaban de hacer una, y anda todo el mundo revolucionado porque han salido como 100 licencias de Office que no deberían existir, y que no se pueden desinstalar sin más porque de sus ficherines dependen la gestión de subvenciones muchimillonarias… Y todo por lo de siempre, porque en vez de hacer un software como toca, algún iluminado dice “quita, quita, que esto te lo hago yo en dos patadas con un Access, que hice un cursillo”, y luego pasa lo que pasa.
Lo gracioso del caso es que no hay ninguna necesidad de pasar por el aro. El 99% del trabajo que se hace aquí se podría hacer perfectamente con Linux y OpenOffice. De hecho, desce hace un par de años (desde que se acabó la pasta, básicamente) este último es el corporativo, y todo el mundo se ha adaptado. Siempre hay algún caso aislado, pero eso se puede resolver con licencias individuales en vez de vender el alma al diablo con licencias multimillonarias.
El problema es que los políticos toman decisiones técnicas sin consultar a los técnicos. Y así nos va, chorretones de dinero gastados en cosas absurdas, mientras los hospitales no tienen camas.
WordPerfect contra Mapfre. Pasó en 1990.
http://elpais.com/diario/1990/01/09/economia/631839615_850215.html
Saúdos,
En el centro que gestiono YO, lo hemos hecho de P.M. bien planteado. Mola porque estoy ganando dinerito.
Hemos maqueteado con win xp todos los que son de Conselleria que recibieron hace 10 años (los famosos APD). Les ponemos su clave original y software libre de ofimatica.
Los clónicos que no tenian licencia, les hemos puesto un Win7 de un pack de 50 licencias que compro el centro con su dinero que tenian ahorradito por buena gestión. Ofimatica de nuevo libre
El resto, que son departamentos de letras, tipo religion, filosofia, etc… Lliurex. y ofimatica libre.
asi que… todo licenciado. No es dificil.
P.D: hemos comprado 1 offices. 1 para secretaria y otro para dirección. El resto Free; aunque se hayan quejado todos los profesores. !
Este es el problema, las pocas ganas de profesores y directores de adaptarse.
Sería fácil de solucionar si quien quiere software privativo que lo pague de su propio bolsillo.
No estaría mal, de paso, que las acciones formativas de la administración se centraran un poco en el software libre, porque por cada curso de Libreoffice o “Linux” (normalmente sólo Ubuntu o derivados) hay 7 cursos de Photoshop, Office, etc.