Hace unos días leía un comentario en los foros internos de mi empresa de por las mañanas. Un empleado, que antes había trabajado en otro empresa, se extrañaba, de que como podía ser que en pleno siglo XXI, no utilizásemos algunas herramientas informáticas que si tenía en su otra empresa.
Y no pude evitar responder, eso si, mordiéndome la lengua. Resulta que yo llevo más de 10 años trabajando justamente en ese tipo de herramientas. Y hace siete años, pusimos en producción un sistema que hacía todo eso que pedía el compañero en el foro y mucho más. Si hoy en día lo ve algún consultor externo y todavía le llama la atención.
El problema que tuvimos fue que era algo demasiado bueno. Me explico, el sistema automatizaba muchísimas tareas del área comercial. Les impedía saltarse las normas, o alegar que no las recodaban. Así que algunos comerciales empezaron a protestar diciendo que así no podían vender, que aquello les quitaba mucho tiempo. Como siempre, los que protestaban serían un 25% de la fuerza de ventas, pero lo hacían muy fuerte y con la ideas (malas) muy claras. Y aquí se ve lo peligroso que es embarcarse en un proyecto de modernización, con jefes sin ideas. Al poco tiempo. se eliminaron todos los controles de la nueva aplicación. Al no tener controles, no tenía sentido su uso, así que nadie en la empresa usó las herramientas que teníamos. Es decir que nos gastamos mucho dinero en una tecnología de vanguardia. Además una tecnología que reducía el tiempo que se tenía que dedicar a un cliente y además se le atendía mejor. Pero todo eso no sirvió de nada ante gente que gritaba mucho, tuviese o no razón. Y España es un país donde se hace caso al que grita, no al civilizado.
Así que allí quedaron enterradas muchas horas de trabajo y dinero en licencias… quedó muy bonito, pero sin usar.
Y ya sé que mal de muchos, consuelo de tontos, pero se trata de una situación muy común en grandes empresas. Se introduce una nueva tecnología en la empresa, pero algunos usuarios (mínimos) se resisten a su uso. Y como la alta dirección no tiene ideas, pues le hace caso al que más chilla, sin tener en cuenta lo que se necesita o lo que no. Y una inversión cuantiosa que tenía que ayudarnos a ser más rápidos, a reducir gastos, a ahorrar papel… pues se queda en un rincón si usar. Pues para eso mejor no hacer nada, pero como eso también se ve mal, pues se hacen nuevos proyectos, se presentan, se enseñan… y luego no se usan.
Y como nadie exige luego responsabilidades, pues no pasa nada, todos miramos para otro lado y seguimos con el día a día igual que hace 50 años… hasta que alguien que acaba de llegar se pregunta por qué va el Rey desnudo.
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Así nos va…
Algún día también se darán cuenta de cómo se “investiga” en algunos sitios; porque esto que estás contando me ha traído a la cabeza otra situación similar en un área de investigación que conozco.
Pues como yo que trabajo para una empresa lider del sector informatico en España, para un cliente, lider en energias y siguen usando vb6 con excel 2003 contra oracle 8.6… vamos.. tecnologia puntera… Y aun, se queja el cliente, de la cantidad de incidencias que reporta cada dia, el tratar una gran cantidad de informacion.
Bueno, por no hablar del gran triunfador en el software empresaria, el Contaplus, que usa tecnologia del año 2000…
Bueno, nada nuevo… lamentablemente.
El gran enemigo del avance tecnológico es el hombre, y en España, con la cultura del no hacer nada y la pandereta, cinco veces más.
El otro día leía un artículo de un intelectualoide quejándose de que no teníamos ni coches voladores, ni cintas por las calles ni todas esas modernidades que el creía que tendríamos, tipo regreso al futuro.
Mi respuesta fue que el mayor enemigo del avance es el propio ser humano. Llevo ya años en la informática (dios, que viejo me hace sentir decir eso), y lo peor de una novedad suelen ser los usuarios, que se niegan a reciclarse (pero eso si, quejarse por que todo es lento, a todas horas).
Amigo Sancho, si yo te contara……