El otro día estaba discutiendo con un amigo sobre el objetivo de la educación. El trabaja en ese sector. Me comentaba que había días en los que pensaba que la educación reglada no servía para nada. Que no preparaba a los alumnos para encontrar trabajo. Yo le explicaba mi teoría: la educación reglada no debe enfocarse a buscar trabajo, sino a proporcionar una pequeña base de conocimientos.
En un pequeño resumen:
- Lengua: para entender los mensajes que recibimos y se capaces de comunicarnos con los demás.
- Historia: saber de dónde venimos y por donde hemos pasado.
- Biología: conocer la vida y entender que puede ser lo mejor para nuestro cuerpo
- Física y química: ser capaces de comprender el mundo que nos rodea
- Matemática: poder calcular cosas necesarias, comparar precios, poder escoger aquellas opciones que son más interesantes con fundamentoi
- Filosofía: aprender a pensar y a cuestionarse las cosas
Y podría seguir. Los que leéis el blog desde hace tiempo recodaréis que siempre digo que hay demasiada gente que no tiene ni idea de matemáticas y así van luego las cosas (ejemplo, otro ejemplo, mas ejemplos, uno de móviles…) . Y ahora tras la entradilla voy a comentar el asunto del título.
Este mes de agosto han entrado varios clientes que te piden presupuestos, pero como se desconectan de la explicación que les das para justificar porqué deberían comprar un componente acaban yendo a otro sitio. Como en agosto mucha de la competencia cierra acaban viniendo a vernos de nuevo con sus problemas.
Uno de estos es un cliente que es el “Si no fuera por mí, no iría el negocio”. El y sus hermanos heredaron una empresa de sus padres. Para poder trabajar allí se requiere un título universitario muy exigente. Sus dos hermanos lo aprobaron y siguen con el negocio de los padres y además lo han ampliado. Como él no estudio mucho ahora se dedica a la administración. Y dice que su trabajo es el más importante: ahorrar, gastar lo justo, no pagar de más…
Hace un año nos pidió presupuesto para una impresora para la empresa. Como siempre preguntamos cantidad de copias mensuales, velocidad requerida, si se necesita color, si hay trabajos pesados con muchas hojas de una sola vez, si quieren tener escaner integrado… Por lo que nos cuenta le aconsejamos una impresora de gama media con unos cartuchos que duran 3.000 hojas y cuestan 30 Euros. Le decimos que realmente le vendría mejor el modelo superior con cartuchos de 12.000 páginas por 90 Euros (y mayor duración de los cabezales) pero como solo quería gastarse por los 200 Euros ese modelo que costaba 325 ya le parecía inalcanzable. Le indicamos además al comprar la impresora trae cartuchos para 1.500 páginas. Se fue y no volvió.
El otro día entra con una impresora parecida a la que le presupuestamos para la gama ya doméstica. Precio de venta al público 150 Euros, usa cartuchos con una duración de 400 páginas con un precio de 18 Euros. Los que trae nuevos cuando la compras solo duran 200 páginas. Venía porque a pesar de poner cartuchos nuevos la impresora no iba. Tenía el cabezal ya agotado.
Me abstuve de calcular el sobreprecio que había pagado por esa impresora en el último año. Pero si tenemos en cuenta que la vida útil de los cabezales de ese modelo está entre las 15.000 páginas es fácil de calcular.
Solo en el momento de la compra había perdido 8,5 Euros. Me explico: la impresora que le presupuestamos nosotros venía con tinta para 1.500 hojas. La que él se compró traía tinta para 200 páginas. Para imprimir las 1300 páginas de diferencia debía comprar 3,25 cartuchos de tinta a 18 Euros que son 58,5 Euros. Como entre las dos impresoras había una diferencia de precio de 50 Euros solo al comprarla había perdido los 8,50. Ahora si alguien quiere que calcule todo lo que ha palmado.
Lo mejor: le hicimos un presupuesto para una nueva tras explicarle lo anterior y no ha vuelto. Dime de que presumes y te diré de qué careces.
Un Comentario
Comentarios Cerrados
Precisamente en estas cosas es donde se sabe si un “gerente” tiene idea de llevar su negocio, o toma las mismas decisiones que tomaría para su casa. Los números se miran bien mirados.
Yo siempre aplico el “buy nice or buy twice”.