Estos días pasados de fiesta he estado revisando unas prácticas de la Universidad de mis hijos. He estado haciendo de consultor. Y me he dado cuenta de cómo pasa el tiempo y cómo influye a la hora de configurar un servidor.
Las prácticas consistían en configurar y dejar funcionando tres servidores con tres sistemas operativos diferentes. Pero había que ir configurando los servicios desde cero. El otro día me enseñaron el guion y me puse a leer: instalar servicios sh, sftp, vnc, rdp, dns, dhcp, cortafuegos, servidor web, dominios virtuales, instalar aplicaciones web de blog, comercio electrónico, trabajo en grupo, control de servidor, ftp, gestión de usuarios, copias de seguridad, servidor de correo electrónico, servidor de mensajería instantánea, VPN… y más cosas hasta dejar los equipos preparados para dar soporte a una pequeña empresa.
Cuando lo vi le dije: “Cualquier problema que tengas ya sea en el despliegue o en las pruebas me avisas, esto llevo toda la vida haciéndolo”. Todo ufano yo pensaba que esta vez iba a demostrar mi experiencia digital, de algo sirven las canas.
Y cuando empecé a echarle un cable pude ver el peso del paso del tiempo. Ahora mismo en la tienda tenemos un par de servidores que más o menos cubren casi todo lo que tenía que desplegar mi hijo. Uno con Linux y otro con Windows. Además, tenemos algunos clientes a los que también les hemos instalado servidores. Y gestionamos unos cuantos VPS donde por ejemplo está este blog, nuestro correo…
Pero me di cuenta de que hacía casi una década que no bajaba al barro del nivel básico, básico. Me explico. Cuando necesito desplegar servicios de servidor casi nunca empiezo de cero… y siempre partimos de herramientas GUI. Además, que hay cosas de bajo nivel que tienes en sistemas especializados que funcionan como cajas negras. Sabes que están ahí, funcionan bien y ya ni recuerdas cómo funcionan ni como los configuraste. Y si hay problemas de hardware tenemos copia de todos ellos. Por ejemplo, el servidor de DHCP o el de VPN están en piezas de hardware dedicadas. Vienen con un asistente se configuran y te olvidas de ellos. Salvo que haya que hacer algo nuevo no las vuelves a tocar. O el servidor de copias de seguridad que lo tenemos en otra máquina que solo hace eso.
Así que cuando alguna práctica fallaba tuve que volver a revisar toda la cadena de servicios anteriores. Y me di cuenta de lo oxidado que estaba al volver a hacer cosas que lleve muchos años sin ver tras los bonitos asistentes.
Luego estaba el tema de los errores. Por ejemplo, uno de los ejercicios que no le funcionaban era montar un sistema de groupware. El software lo he instalado media docena de veces y lo conozco bien. Pero no arrancaba en un servidor con Linux… Y no veíamos el error. Al final tuve que ir pieza por pieza del sistema hacía atrás:
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Comprobar el servidor de base de datos
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Comprobar el módulo PHP del servidor Web
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Revisar que estuviesen todos los módulos necesarios de la base de datos y del PHP.
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Mirar bien todas las versiones de todo
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Ver si funcionaba el servidor Web.
El problema al final estaba en los permisos de una de las carpetas. No tenía permisos el servidor web para acceder a a esa carpeta en escritura (era el de cache) y se paraba. Lo malo fue… que en esa versión de Linux el grupo del servidor web no era www… y tarde todavía un buen rato en ver como arreglarlo.
Pienso que me vino bien el recordar los conocimientos básicos. Muchas veces nos cegamos con los asistentes… y al final olvidamos la teoría que subyace detrás y sobre todo perdemos la práctica por lo básico.
Y lo bueno de todo esto es que he vuelto a pelearme con un sistema BSD, algo que no hacía desde hace muchos lustros. Y me ha gustado. De hecho el otro día recuperé un viejo PC del taller y ya tiene un BSD instalado para cacharrear mi socio y yo. Y lo hemos dejado sin entorno gráfico para procurar no olvidar de donde venimos.