Ya he contado en otras ocasiones que de vez en cuando nos pasamos mucho tiempo para solucionar algo sencillo. La mayoría de las veces es que te quedas mirando el árbol que te gusta y no ves el bosque de soluciones sencillas que tienes detrás. Y eso me paso hace unos días con un PC que iba con Debian.
Un cliente nos pidió un PC con arranque dual Windows y Debian. Era un equipo de alta gama y llevaba tarjetas de red por cable y por wifi modernas. Antes de ponerme a instalarlo, mientras los compañeros del taller le instalaban Windows 11 y hacían los primeros tests de stress con el sistema de Microsoft yo me puse a buscar drivers para las tarjetas de red de la placa. La de cable parece que si estaba incluida en Debian 12, pero la Wifi había que bajarse los módulos, compilarlos y añadirlos. Encontré dos tutoriales muy bien explicados con todos los pasos y además con los drivers para esa tarjeta Wifi. El tutorial llevaba además la misma versión de Debian que nosotros y la misma placa base. Así que me dije que sería algo sencillo.
Al terminar la instalación de Debian, me puse con el Wifi. Y a la primera lo tuve funcionando. Así que me olvidé del asunto. Pero luego instalamos unos cuantos tests de stress para Linux. No sé si alguno de ellos o bien alguna actualización que entró luego en Debian, rompió los drivers del Wifi. El caso es que cuando ya íbamos a enviar el PC hicimos una última prueba de todo… y el Wifo no funcionaba en Debian.
Volví a coger el tutorial y repetí los pasos. En teoría el sistema veía a la tarjeta Wifi, pero no nos permitía conectarnos con ninguna red Wifi de la tienda. Y ahí empecé a echarle horas obsesionado con el tutorial que me había funcionado bien a la primera. Para resumir: desinstale todo lo que había instalado y empecé de nuevo: seguía sin ir. Reinstale Debian limpio y repetí los pasos de nuevo del tutorial: mismo resultado, la tarjeta Wifi la veía el sistema, pero no podíamos conectarnos a ningún punto de acceso. Busque otros tutoriales parecidos, pero nada funcionaba. Al final hice lo que siempre he dicho. Dejar el PC, irme a hacer otra cosa y ver el problema con calma y distancia. Volví a releer el primer tutorial y me centré en los comentarios de algunos usuarios de ese blog. Uno de ellos indicaba que versiones más modernas del Kernel como la 6.5 ya incluían los drivers para esa Wifi y que le parecía más simple hacerlo así. Retomé el asunto actualizando el Kernel a la 6.5… pero estaba claro que ese Wifi era duro de pelar. Al final mismo resultado, veía a la tarjeta, pero no a las redes Wifi. Tuve que repensar mi estrategía.
Y vi lo evidente que no había visto desde el principio. Le quería comentar al cliente que le aconsejaba actualizar el Kernel a la 6.10 porque traía mejoras significativas tanto para la gráfica, como para el micro. Actualicé el Kernel a la versión 6.10 y la Wifi funcionó sin problemas. Por si acaso reinstalamos los tests de stress y seguía funcionando. Actualizamos el sistema y el Wifi no fallaba. Me pasé varias horas porque me había empeñado en usar un tutorial que parecía que lo habían hecho a medida para mi caso concreto, pero tenía otras soluciones más simples que no pensé en un primer momento.
Esto es algo que nos pasa mucho en la tienda, pero es la forma en la que nos comportamos los humanos. A pesar de que conozco este sesgo de mi comportamiento tengo por seguro que en unas semanas volverá a pasarme lo mismo. Lo único bueno es que refresqué un montón sobre compilar drivers, módulos y firmware para Linux, que lo tenía muy oxidado: el que no se consuela es porque no quiere.