Vamos a ver si sigo con la costumbre de ir comentando los libros que voy leyendo. Llevo una temporada que parece que me es imposible ponerme a escribir sobre esto. Voy a retomar la serie con una novela corta de Gonzalo Torrente Ballester: Las Islas Extraordinarias.
Gonzalo Torrente Ballester es uno de mis autores preferidos. Yo siempre pienso que es el Nobel de Literatura que nos hurtaron los suecos… Y al ir a escribir esta reseña descubro con gran pesar que no tengo ninguna entrada en el blog comentando algún libro suyo. Me voy a la lista de entradas pendientes… y allí hay tres que nunca terminé. Voy a ver si en agosto lo resuelvo.
En Las Islas Extraordinarias Torrente Ballester retoma un asunto que ya trató en El Golpe de Estado de Guadalupe Limón. Hay que tener en cuenta que de una obra a otra transcurren casi cincuenta años. El tema es el de la política en los países hispanoamericanos y los caudillos y dictadores.
El libro se lee de un tirón ya que apenas llega al centenar de página. Está muy bien escrito con una gran economía de palabras. Todo se describe de forma simple, pero se entiende a la primera. El argumento es igual de sencillo: un detective privado es contratado por el dictador de un país vecino para que investigue sobre una conspiración que quiere derrocarle del poder. Una vez el detective va a realizar su trabajo descubre una nación asentada sobre tres islas. En una gobierna el Primer Ministro y es donde se trabaja y se hace la vida más o menos normal. En la segunda manda el hijo primogénito (muy ocurrente el asunto de los otros hijos…) del dictador y es una isla militarizada. En la tercera lleva las riendas la esposa del dictador. Esta isla está dedicada al vicio. Aquí vienen los habitantes de las otras dos islas a desfogarse con sus pasiones y dejarse el dinero…
La historia es muy actual. Nos muestra lo que es el poder absoluto y como a veces no lo es tanto. Un libro muy recomendable que se puede leer en una tarde y que da mucho que pensar.