Estas Navidades me puse a leer Carbono Alterado (o Carbono Modificado como fue publicado por primera vez en España) de Richard Morgan. Esta novela la tenía hace ya tiempo en espera de leer. Pero vi los primeros episodios de la adaptación de de Netflix y no me decidía. La serie no me engancho y la novela se quedó en el montón de pendientes.
Por cierto que leyendo en la red veo que no fui el único al que le pasó. La novela me gustó más que la serie. Al principio parece una obra de Ciencia Ficción pero yo creo que encaja más en una novela policiaca. Hay mucho pasajes en los que uno olvida que está ambientada dentro de cinco siglos y la va leyendo a ver si localiza pistas y consigue saber quien es el asesino. Es la primera obra del autor y se nota. Desde el punto de vista literario deja que desear, pero lo supera con una trama muy bien estructurada y unos personajes que te atrapan. El eje de la novela (y que aparece en el título) es una tecnología que permite guardar la actividad cerebral en un chip e intercambiar el contenido del cerebro de un cuerpo a otro. Así tenemos casi lograda la inmortalidad. Uno de los “fallos” de la novela es que muchas cosas giran alrededor de esa tecnología y se olvidan muchas más cosas que deberían haber avanzado igual en esa época. El tratamiento que le da a la idea de cambiar de cuerpo manteniendo la mente es muy parecido al que aparece en las novelas de Peter F. Hamilton. No sé a quien se le ocurriría antes… porque el planteamiento es casi igual. Y las novelas se publicaron con poca diferencia. Carbón alterado tiene un año menos.
Volviendo a la novela de hoy, el libro se lee de un tirón. El protagonista entra en una lucha donde al final sus enemigos son cada vez más poderosos y él responde con una inteligencia y una voluntad superior. Hay momentos en los que parece imposible salvarse… pero lo logra.
En resumen un libro excelente si te gustan las novelas policiacas y de acción y también las de Ciencia Ficción.