Robert Reed es un autor que tenía en mi lista de pendientes para leer algo suyo. Así que cuando vi médula, me dije que ya era hora de completar el hueco.
La novela nos cuenta la historia de una nave espacial (de tamaño gigantesco) que aparece por los confines de nuestra galaxia. Un grupo de humanos la aborda y descubre que la nave está vacía, pero que tiene sistema de soporte vital, motores, navegación… todo en perfecto estado. La nave se mueve a velocidades cercanas a la luz en un recorrido que la llevará por el brazo espiral de la vía láctea.
Los humanos que la controlan, empiezan a pensar como sacar rendimiento económico a su descubrimiento. Y al final la convierten en una especie de gran transatlántico, en este caso un tranvialáctea, donde uno puede viajar con todo tipo de comodidades. Así la nave se llena de otros humanos y de cientos de especies más que viajan con la nave.
Este es el principio, a partir de aquí, se inicia una trama, con tres partes. En la primera nos muestran la nave y lo que hay dentro. En la segundo, se descubre un secreto de la nave. Esta segunda parte de la trama, hay momentos en que se vuelve algo aburrida. Y al final, en la tercera parte, tenemos el desenlace, lleno de acción y de sorpresas.
La novela se lee muy bien de un tirón, ya digo que salvo a la mitad que se vuelve un poco repetitiva, no aburre. La historia está muy bien trenzada. Solo chirria un poco parte de la trama que tiene que ver con la religión.
En resumen, una novela recomendable y un autor que me ha gustado, así que ahora a añadir algún libro más a mi colección.
2 Comentarios
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Qué buena pinta. Quería hincarle el diente a una novela de sci-fi y después de descubrir por ti Spin, me fío de tus gustos.
Este es al revés que Spin, en Spin el libro empezaba muy fuerto y luego iba desinfándose, aquí empieza más tranquilo y se anima a la mitad.