Estaba un poco cansado de la línea de lecturas que llevo estos últimos meses. Voy dando péndulos entre la Ciencia Ficción y los libros de historia. Cualquiera diría que trato de huir del presente más cercano y me refugio en el futuro que nunca vendrá y en el pasado que nunca tuvimos.
Bueno a lo que iba, he decidido cambiar un poco esto. Siempre me ha gustado el humor inglés, así que cuándo leí algunas críticas de Sohpie Kinsella, decidí que leería algo de ella. Estaba buscando Chica años veinte, pero al final localicé Loca por las compras. Vi que era una novela de menos de 300 páginas y para probar que tal el estilo no estaba mal.
Como siempre, a partir de aquí, contaré cosas del libro, advertencia para quien no lo haya leído.
El libro como dice su título trata de una mujer que es una adicta. Una adicta a las compras. Es curioso, que si en lugar de las compras pones otro adicción, la novela sigue funcionando. En el fondo el comprar mucho no es más que otra adicción como puede ser el alcohol, el tabaco, el juego, las nuevas tecnologías (eso dice mi mujer, que soy adicto a ellas…) Así podemos ver como la adicta pasa por las fases de negación de la adicción, luego reconocimiento, como trata de desengancharse, las recaídas…
Pero todo el libro está escrito con mucha gracia. Los golpes de humor van salpicando la trama, pero sigue habiendo un trasfondo serio para algo que es un problema para mucha gente. Las historias que cuenta de la protagonista tratando de escapar de sus acreedores, los trucos para comprar más… esa parte no me ha llamado la atención. En mi caso, la realidad supera a la ficción. Hace unos 15 años tuve un trabajo en una oficina bancaria. Y allí pude observar a una fauna que dejaba a la protagonista de Loca por las Compras como una simple aficionada. Tenía un compañero trabajando en el banco que ya se había gastado las pagas extras de cinco años en adelante. Que manejaba las letras de cambios, los cheques sin fondos con una pericia extraordinaria. En su cartera no cabían más tarjetas de crédito. Y a la hora de ir a cobrar préstamos atrasados, las excusas que oía eran mucho mejores que las del libro. Así que lo que cuenta el libro es totalmente real y como digo, se queda corto con lo que he vivido. Os contaré solo una anécdota del compañero. Le tocaron unos millones en la bonoloto. Y se fue acompañado por una cámara de vídeo por casi todas las tiendas del pueblo, liquidando las cuentas abiertas que tenía y dando fe del hecho mediante la grabación en vídeo del dueño diciendo que ya no le debía nada.
El libro tiene un final feliz que es casi lo que menos me ha gustado. Pero esta claro que hay que pensar en los lectores y dejarles un buen sabor de boca.
Recomendable su lectura, para pasar un rato divertido, ponerse al día sobre tiendas en Londres y reírse un poco, siempre que uno no se vea reflejado en el relato mucho. El estilo me ha gustado, así que creo que repetiré con otras obras de la misma autora.
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Pues si alguno le queda a desmano la librería… http://www.quedelibros.com/autor/318/Kinsella-Sophie.html
Interesante el librito. Tal como está el patio, algunos cogerán ideas de ahí.
“Tenía un compañero trabajando en el banco que ya se había gastado las pagas extras de cinco años en adelante. Que manejaba las letras de cambios, los cheques sin fondos con una pericia extraordinaria. En su cartera no cabían más tarjetas de crédito. Y a la hora de ir a cobrar préstamos atrasados, las excusas que oía eran mucho mejores que las del libro. ”
Eso da para una entrada nueva… jeje.
Saludos. 🙂
Hola!!!
Este verano he leído el primer libro de Kinsella, una chica años 20, que me ha resultado muy ameno, con algunos golpes de humor que me hacían reir a carcajadas, como cuando empujada por el espíritu de su abuela entra en una reunión de ejecutivos y le pide salir a uno de ellos, un total desconocido. Al final es un poco exagerada la ayuda que le presta el espíritu en el ejercicio de su profesión, pero son tan pocos los libros con humor que ahora voy a buscar algún otro, después de acabar de leer “Barrio Cero” (Javier Reverte), que me ha sorprendido porque hasta este momento solo había leído libros suyos de viajes. Puesta a aconsejar otro libro precioso es “El amor del Rey” de Begoña Aranguren