Creo que ya he contado por aquí, que Vargas Llosas es uno de mis autores en castellano favoritos. Así que estas Navidades aproveché para leerme su último libro: El Héroe Discreto.
En esta novela Vargas Llosa, vuelve a situar la acción en Perú. Y además la lleva al presente. Como siempre aparece ese lenguaje tan rico, con palabras de ambos lados del océano y que ya echaba de menos. Las descripciones muy precisas y uno se mete enseguida en la historia.
En el libro, Vargas Llosa nos muestra a dos hombres, ambos ya pasada la mediana edad, que deben enfrentarse a decisiones algo valientes. Y la forma en que encaran y resuelven los problemas que tienen, es lo que los hace convertirse en héroes. Podríamos decir que son héroes por accidente. Bueno, por el accidente en que los sitúa la historia, porque al final su heroicidad viene dictada por su voluntad. Esta novela no deja de ser una obra sobre la voluntad humana y sobre la soledad del hombre, cuando ha de enfrentarse a una decisión moral. En efecto, nuestros héroes están solos. Ellos deben decidir si hacen lo que todos, o si hacen lo extraordinario. Y su moral les dicta la acción que van a seguir. Pero una vez decididos, solo su voluntad es capaz de permitir que su decisión llegue al final y se materialice en algo real.
En esta novela, el autor ha recuperado a algunos personajes de otras obras suyas, como al Guarda Civil Lituma, de Lituma en los Andes. Eso si, aquí está en un ambiente mucho más urbano que en la novela en la que era protagonista
La novela se lee de manera fácil. No es muy larga. La primera parte me gusta más el final lo veo como algo demasiado precipitado. Tal vez eran las ganas que tenía de seguir leyendo.
Así que si tegusta Vargas Llosas, esta novela te gustará, recomendable.