Estos días he terminado de leer una novela de Norman Mailer, Los Desnudos y los Muertos, interesante novela que me ha gustado bastante.
Hay un personaje de la novela que me ha hecho pensar en la soledad del poder, se trata del General Cummings. Obviando la carga política que Mailer introduce en el personaje, hay otra vertiente del General que me ha llamado bastante la atención.
La novela cuenta la campaña de conquista de una Isla del Pacífico por parte de los soldados norteamericanos ante los soldados japones en los primeros meses de 1944. Así se describe el desembarco, los primeros combates, la resistencia japonesa, sus contraataques. El autor va mostrando una serie de personajes, desde el General, hasta el último soldado raso, pasando por suboficiales, y oficiales. Nos describe los motivos que llevan a cada uno de ellos a luchar, a cumplir las órdenes… o a tratar de no cumplirlas.
En un momento dado de la novela, los avances del ejército americano, se detienen. Entonces vemos al General Cummings, como coge un jeep y se va a hacer una inspección a primera línea del frente y lo que ve es que sus soldados han construido poco menos que una ciudad, que tienen las calles con grava, casas de madera, incluso han montado destilerias de Whisky… y entonces vemos como trata de buscar motivaciones, para que esos soldados, abandonen la (para el General) buena vida del frente, para que ataquen con más ganas a los japoneses.
Y aquí es donde uno se imagina que el General Cummings es el jefe de una empresa, y ve claro que también es complicado estar ahí arriba y conseguir que la gente que está debajo de ti, arranque y haga lo que tu quieres. Se ve claramente lo solo que está el jefe.
Claro que en la novela, Cummings, por lo menos baja a las trincheras, maquina, piensa, inventa, hace pruebas, les muestra a sus soldados la zanahoria, luego el palo, en resumen hace cosas. Aquí la mayoría de jefes, no saben que se cuece en sus trincheras, no inventan nada, no intentan nada.
Si volvemos al símil militar, para los Generales sería más cómodo tener mercenarios, gente que obedece sus órdenes sin rechistar, lástima que al final los ejércitos solo con mercenarios suelen perder las guerras. Ahora que alguien me diga quiénes son los mercenarios de las empresas modernas, porque parece más sencillo tirar de chequera que tirar de inteligencia.
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Desde mi personal punto de vista, hay otra diferencia fundamental entre tu personaje y nuestros “jefes de corbata”: Cummings se juega la victoria o la derrota (no hay término medio, no hay medias tintas, o gana él o gana el enemigo). Ya lo decía alguien: la guerra es un asunto de vida o muerte, por eso es vital estudiarla.
En nuestras vidas profesionales, en cuanto estemos en una organización medianamente compleja, si un proyecto termina bien o no, realmente ¿a quién le importa? ¿quién dictamina si el proyecto ha ido “bien” o “mal”? todo sigue para delante. Y cada un o se embarca en sus propios subproyectos personales más o menos mediocres
Patata:
No exactamente, Cummings se juega el ser destituido por otro Generarl. Tal vez el problema sea que aquí en España, no funciona un Departamento, no funciona un proyecto y no pasa nada.
Al final si es lo que tu dices, nadie dice si está bien o está mal.
Pues yo no veo tan dificil motivar al personal en la empresa (el problema es que no soy jefe).
-Ye tu¡ Chaval¡ Cuanto cobras?
-1000â?¬ mes bruto
-Vale, te subimos ya a 1300â?¬ mes bruto y tienes 12 meses para sacar adelante el proyecto si lo sacas te quedas en 1600â?¬.
Veis, facil, facil, no hay mejor motivacion. 😛
Un saludo.
“… porque parece más sencillo tirar de chequera que tirar de inteligencia”. Pues la verdad es que es una pena, de verdad… Y lamentablemente es cierto en la mayoría de empresas.
A mí me gustaría apuntar que el jefe se siente sólo (al menos el jefe pequeño como yo) porque él pone toda la carne en el asador. Es el primero que llega y el último que se va. Trabaja en casa, trabaja los fines de semana… Vamos esas cosas y es muy difícil para él transmitir a un empleado la misma pasión por la empresa.
Es como decirle a alguien que quiera a tu hijo como si fuera suyo. Pues puede quererlo mucho, pero no lo querrá como a su propio vástago…
Yo le ofrecí a un empleado el pasado verano una alta comisión (+ del 30%) sobre la publicidad que vendiese para un medio y tampoco creáis que se esforzó mucho. No vendió nada. Así que, a veces, aunque intentes motivar a la gente, tampoco lo consigues :S
Saludos
Ana, no es por polemizar, pero tu enfoque es el habitual. Si haces el trabajo te recompenso. No te imaginas la de veces que me han prometido algo y luego no han cumplido con cualquier excusa. Yo opino que si quieres motivar debes recompensar desde el principio dejandote un premio final para en caso de exito y cubriendote para el caso de fracaso, todos somos ambiciosos yo opino que daria mas frutos que fracasos aunque siempre te puedes cruzar con un pasota, jajajaja.
Quieres tu al hijo de tu empleado como si fuese tuyo?
Tampoco es por polemizar, xavitxu. Sólo era un ejemplo (quizá habitual) de una forma de incentivar, aunque un 30% sobre la venta es mucho (a mi cuando vendía ropa me pagaban el 1% de la venta en comisiones…).
Eres muy libre de opinar que soy una “jefa típica” 🙂 Tampoco nos conocemos 🙂 Pero yo te digo que no lo soy. El ejemplo quizá no era el mejor. Se me ocurre que el año pasado por navidad compramos un jamón y todos los días almorzábamos un plato. No sé, yo creo que les trato bien.
Y sin acritud 🙂 Lo fácil es discutir, lo difícil es dialogar 🙂
Saludos
Te pido disculpas Ana. En ningun momento fue mi intencion decir que eres una jefa tipica (Mi intuicion me dice que seguro que no lo eres). Pero si que sigues el guion establecido en las direcciones respecto a incentivar a los empleados. Hay muchas maneras de hacerlo. Empezando por comprender que cada uno tiene su lugar en la jerarquia y eso hace que los intereses sean distintos y por tanto las motivaciones. Yo lo veo como una relacion de pareja, hay que ser original, atrevido, imprevisible, hay que dar primero (solo un poco, no hace falta darlo todo) y recibir despues.
Hola Ana. Estoy de acuerdo en que el 30% es mucho…dependiendo de sobre cuanto sea ese 30%. Dices que tu empleado no vendió nada, lo que me lleva a pensar: ¿ era el 30% de mucho? y si la respuesta es sí, se me ocurren otras preguntas, como: ¿calculaste bien si ese empleado era capaz de vender lo que le pediste que vendiera? ¿recibió el apoyo necesario para realizar esas ventas? Si el contrato era realmente importante ¿como lo dejaste en manos de un empleado incapaz de vender nada? ¿Tal vez el se despreocupó porque vio que lo que le pediste no era factible ( y tú lo sabías, ya que lo dejaste en sus manos en vez de hacerlo tú)?
Por supuesto, estoy haciendo de abogado del diablo, poniendo casos extremos, pero es que el simple dato de ofrecer un 30%, no demuestra nada.
Y por cierto, sobre lo de dar jamón para almorzar a los currelas no es tratarlos bien, en eso los jefes os equivocáis ( y te aseguro que sois muchos los que hacéis esas cosas). Tratar bien a los empleados es pagarles un sueldo acorde a su rendimiento, no presionarles (iba a decir obligarles, pero eso ningún jefe reconocerá que lo hace…es mejor el eufemismo)…no presionarles, decía, a meter horas extras, ser flexible en los horarios (siempre que se pueda, y si el currela razona el motivo de esa flexibilidad, por supuesto)…ese tipo de cosas que se deberían hacer en toda empresa, pero que pocas hacen.Un plato de jamón, una cena en Navidad, salir de copas con los currelas, no justifican el que luego no te traten como se debe.
Insisto en que estoy haciendo de abogado del diablo, y al parecer, no es tu caso…pero es la realidad de casi todos los jefes. Por cierto, yo también soy jefe, y creo que de la mejor especie: soy solo mi propio jefe, que creo que es el único modo de ser justo con mis trabajadores, ya que como han dicho por ahí, ni los currelas querrán a tus hijos como tú, ni tú querrás a los suyos como ellos…cada uno tiene sus objetivos, y para ellos el trabajo es sólo trabajo, para nosotros no (y es normal que así sea).
Bueno, saludos a Ana y a los demás.
Tendero, una pequeña crítica constructiva sobre el diseño de tu web. Observa en esta página (en realidad cualquiera que tenga comentarios me sirve) el texto que has escrito tú y el de los que responden (incluyendo tus respuestas 😉 ). ¿Notas alguna diferencia? Efectivamente, en el texto que forma el cuerpo de la página entre párrafo y párrafo hay una línea en blanco que facilita mucho la lectura de la página, sin embargo en los comentarios esa línea no existe, lo cual provoca que la lectura sea molesta. En otras bitácoras normalmente esa línea en blanco se crea sola al pulsar dos veces return entre párrafo y párrafo, pero aquí no funciona (valga este mismo mensaje mío como ejemplo).
Te sigo casi desde que empezaste el blog, por lo que sé que tienes conocimientos de informática suficientes como para salsear con el WordPress y otro tipo de cosas, creo que sería bueno que investigaras cómo se puede hacer para que se creara esa falsa línea en blanco, que no creo que sea excesivamente difícil (posiblemente cambiar algún por un en algún sitio, o algo por el estilo).
Un saludo de un fiel lector.
Saggy, la flexibilidad laboral tampoco es la panacea respecto a mejorar el rendimiento de los trabajadores porque en vez de asumirlo como un privilegio que facilita la empresa, lo toman como un derecho que tienen.
Yo creo que lo mejor es lograr una cultura empresarial de eficiencia y creatividad, que solo se alcanza con cierto rodaje.
La mayoria de los malos trabajadores si se ven apoyados por el grupo afectan negativamente a toda la empresa. Con una cultura empresarial fuerte, el mal trabajador se ve presionado por el grupo y termina por irse o por mejorar.
No quiero decir con esto que tenga que haber mobbing laboral entre compañeros, me refiero más bien que al tener el grupo claros unos objetivos, metodologias y tiempos “de control” el mal trabajador no logra adecuarse al grupo porque simplemente no pone el esfuerzo minimo para cumplir su tarea afectando negativamente a los demas.
No sé si me he explicado muy bien…
Saggy, creo tú y yo no llegaremos a congeniar del todo 🙂 y no voy a continuar una discusión que podría seguir ad eternam: yo justificándome y tu preguntándome 🙂
En cualquier caso, si tú eres tu propio jefe también sabes lo que es ser jefe y que a veces va muy bien y a veces no tan bien 🙂 Y también estoy de acuerdo con tus tesis sobre lo que es tratar bien a la gente. Sin embargo, no todo el mundo es igual y por eso también estoy muy de acuerdo con EDWARF.
Saludos a todos 🙂
Estoy deacuerdo con Saggy. No es facil, no hay una formula unica que se ajuste a todo el mundo. Presionar y esperar el mismo grado de responsabilidad para status diferentes no es el modo. Gracias Saggy, sino fuese tan desastre te mandaba un CV a ver si me dabas curro, 😉
Hola Ana. Yo también estoy de acuerdo con EDWARF; malos trabajadores los hay a patadas; con esos no hay nada que hacer.
Sobre lo de congeniar contigo, pues bueno, está claro que mis ideas no son las tuyas, pero creo que los dos estamos razonando nuestros argumentos. Y desde luego no es algo personal, si te lo ha parecido, de verdad que lo siento. 🙁 y sinceramente espero que te siga yendo bien como jefa y que tengas suerte con tus empleados y ellos contigo.
Un saludo 🙂
Nada hombre, ya sé que no es personal 🙂 No te preocupes.
Un saludo
Malos trabajadores hay a patadas y malos jefes que planifican mal y provocan que sus empleados trabajen con todas las dificultades del mundo son la inmensa mayoria de los pequeños jefes.
Es muy facil decir que uno es el responsable porque llega el primero y se va el ultimo, no sirve de nada si a pesar estar 1000 horas no haces o haces todo fatal, y de eso es muy frecuente, las medallas se las colgará el pero si no funciona la mierda siempre le cae a los mismos = a los que estamos abajo