Se acerca el fin del año y podemos leer las clasificaciones de lo más del año en muchos apartados. Yo aprovecho hoy esta moda para comentar la peor avería que hemos tenido este año en la tienda.
La verdad es que este año la cosa ha estado disputada, ya que hemos tenido problemas con los PCs algo oscuros, pero hubo un equipo que ganó a los demás. En junio nos llama un cliente. Un PC de gama que nos había comprado hacía dos años se le colgaba. El cliente ya había hecho las cosas más sencillas para tratar de buscar la avería y no aparecía nada. Al final nos envío el PC. En el camio de vuelta el transporte hizo de las suyas y llegó con el disipador descuadrado. Así empezamos por cambiarlo. Arrancamos el equipo y empezamos a pasarle tests. No aparecía ningún problema. El ordenador no se paraba, no importaba lo que hiciésemos. Ya que lo teníamos allí aprovechamos para actualizar BIOS y drivers. Al final pensamos que el problema estaba en el disipador. Se lo comentamos al cliente y se lo volvimos a enviar. Durante un mes no tuvo problemas, pero luego el PC empezó a colgarse, lo malo era que se trataba de cuelgues que pasaban cuando estaba dos o tres días en marcha. El PC se usaba en tareas donde podía estar una semana completa sin apagarse procesando una tarea. Así que no lo volvieron a enviar.
Aquí lo malo era tratar de reproducir el error. Teníamos que tenerlo en marcha varias horas o como mínimo un par de días para comprobar el fallo. Revisamos el fichero de logs de Windows, pero no había mucha información. Así que decidimos ir paso a paso. Pusimos memoria RAM nueva (el equipo iba equipado con 128 gigas, cuatro chips de 32) y nada, al cabo de tres días se para. Para tratar de ganar tiempo fuimos haciendo pruebas cruzadas. Es decir montábamos componentes que no nos habían dado problemas en el PC que queríamos reparar y sus componentes en el lugar de los que cambiábamos. Casualidad que uno de los PCs míos de casa era casi igual al del cliente. Los componentes del PC averiado montado en otro PC nunca fallaban, sin embargo los componentes que teníamos contrastados al ponerlos en el PC con problemas acababan colgando el equipo. Fuimos probando a cambiarlo todo: RAM, Discos, Micro, Fuetne de Alimentación, Tarjeta Gráfica. Por si acaso reinstalamos Windows en un disco limpio… siempre se colgaba. Lo malo era que llevábamos ya más de un mes dándole vueltas al tema. Cada prueba que hacíamos nos obligaba a esperar tres días como mínimo
Al final optamos por desmontarlo todo y montarlo fuera de la caja sobre una mesa de pruebas que tenemos en el taller. Y de esa forma el PC no se colgó. Y mientras las piezas sueltas del PC colocadas en otros PCs no daban ningún error. Entonces mi socio pidió una caja nueva igual a la del PC con la avería. Montó todos los componentes originales del PC en la caja nueva… y la avería desapareció. Revisamos los botones de la caja original por si había algún mal contacto nada. Tuvimos 10 días el PC sin apagarlo y no se paró. Se lo enviamos al cliente y allí siguió funcionando bien.
En la caja que daba problemas montamos los componentes del PC que usamos en el taller para recuperar datos… y todo funcionaba sin ningún problema. Al final decidimos olvidarnos del asunto y no logramos saber qué podía haber mal en esa caja, que hoy sigue funcionando sin problemas en el taller en el PC donde está.
Hay veces que parece que el hardware tenga vida propia y haga cosas que no hay manera de explicar.