La nube lo cura casi todo

menos la estupidez… Llevamos una temporada que con la moda de la nube y el cloud computing no paramos de escuchar propuestas disparatadas de nuestros clientes.

Como uno es ya muy mayor y ha pasado por muchas modas ésta de la nube me recuerda a la de las primeras redes locales y las primera bases de datos multiusuario. En esa época yo tenía unas cuantas aplicaciones empresariales que corrían en monopuesto. Después hice unas versiones que corrían en multipuesto con bloqueos de ficheros y al final me metí con sistemas de bases de datos realmente multiusuario. Cuando un cliente me pedía un presupuesto siempre se echaba atrás por el precio del servidor, del sistema operativo del servidor y del gestor de base de datos y por la configuración de los tres. Acaban comprando software a la competencia que iba con fichero dbase III (dbfs) con bloqueo de fichero y si un usuario abría la contabilidad pues los demás a esperar que acabase… que tiempos. Bueno, voy a bajar de la nube del recuerdo y volver a la entrada de hoy.

Llevo unos meses recibiendo llamadas y visitas de clientes que un día estaban mirando al cielo, vieron una nube de algodón blanca moverse por el fondo azulado y dijeron: “Esa nube va a arreglar mi oficina”.  Otros fueron a un cursillo de potenciación (si, si en mi pueblo el Ayuntamiento da esas cosas) o bien a un cursillo del Inem donde les crearon un cuenta de Dropbox y vieron ahí la panacea para su empresa.

Vamos a contar algunas de estas visitas. Como otras veces, será una mezcla de varios clientes, para que nadie pueda verse perfectamente reflejado.

Cliente que accede al correo desde un Webmail directamente contra su servidor. Pero un Webmail de esos que vienen con los CPanel y además el pero que hay. Siempre que viene a llevarse tinta se queja de lo mal que leen los correos en la Oficina (eso el jefe, los empleado usan palabras más soeces). Nosotros le explicamos que si nos proporciona el usuario y la contraseña de los correos se lo montamos con un gestor de correos. Y podemos configurarlo para acceder desde los móviles… pero claro eso supone encontrar la información y luego pagarnos por nuestro trabajo. Bueno pues este gerente viene hace unas semanas. Nos comenta que ha tenido un problema con el servidor de correo y ha perdido todos los correos de todas las cuentas de la empresa (más de una docena de empleados en la Oficina). Así que va a tomar medidas y lo va a subir todo a la nube. Nos dice que como la nube es gratis, porque él fue a un cursillo y le crearon una nube privada, con una tarde que nos pasemos por allí (y no pide descuento por lo fácil de la tarea) podemos subir la empresa la nube. Y uno escucha esas cosas y no sabe si llorar, reír o sacar la escopeta y empezar a matar.

Intentamos explicarle las opciones. Dropbox tiene una versión profesional de pago lo mismo que Microsoft con OneDrive, Google con Drive o Apple con iCloud (y no damos más opciones porque éstas les suenan y están tranquilos al ser nombres que conocen…) Luego le comentamos que podemos contratar espacio y servicios en empresas especializadas (aquí solo nombramos a Amazon, que también les suena). Otra posibilidad es instalar un NAS o un buen servidor en la empresa y hacerse la nube realmente privada. Y también le indicamos que puede combinar más de una posibilidad como una manera de asegurarse perfectamente sus datos y estar tranquilo.

Lo malo es cuando pasamos los presupuestos. No, yerro. Lo malo es cuando le preguntamos que quiere subir exactamente a la nube. Nos dicen “TODO”. Correctos les decimos. Y la primera vez pasamos un presupuesto de virtualización de puestos, de paquetes de software y de datos. Las demás veces ese paso lo saltamos cuando vimos el éxito que tuvimos. Nos decía el gerente que como eso era tan caro si la nube es gratis (malditos cursillos…) Además que no entendía ninguno de los conceptos por los que queríamos cobrarle. Y si tratamos de empezar a preguntar como organizarlo es peor. Sobre todo porque ese trabajo luego no lo quieren cobrar. Así que es una de esas cosas que dejamos de hacer. Vas a las Oficina preguntas y al final presentas un proyecto de como organizar la información, los accesos, la seguridad y las copias de seguridad. Pero por ese documento hay que pagar… no lo entienden.

Vuelvo a los presupuestos. En la mayoría de los casos todo les parece caro. Así que al final se vuelven a su Webmail y a esperar el próximo estropicio en la Oficina.

Si que vendemos servicios en la nube. Estamos teniendo éxito con nuevos empresarios. Personas que empiezan un nuevo negocio y vienen y te piden consejo para arrancar desde cero. Es curioso que aquí es más sencillo. Hay clientes que les montas los tres PCs de la Oficina, la multifunción, el programa de gestión contable, el paquete de ofimática y no ponen pegas a añadir el NAS. Colaboramos con ellos en crear una estrategia de almacenamiento, de copias de seguridad y de accesos exteriores. Y contratan lo que necesitan en ese momento. Y muchos nos hacen en caso en preparar la infraestructura y tomárselo en serio aunque estén empezando para que luego si tienen éxito en su negocio sea sencillo escalar e instalar más prestaciones.

Pero en empresas ya montadas cuando todo el presupuesto de informática se va para pagar móviles de gama alta no hay forma de vender nada de esto. Y es más difícil cuanto más cercano en grado familiar al fundador es el gerente. 

Y luego tenemos algunas cosas curiosas. Como el jefe no se quiere gastar un Euro en mejoras, siempre hay algún trabajador responsable y con iniciativa de más que va y hace las copias de seguridad de la empresa en su nube propia. Y cuando hay un desastre cuesta explicarlo. Voy a contar otra batallita sobre esto.

Un cliente que le entra un virus de esos destructivos. Lo tiene más de una semana paseándose por la red de la Oficina sin detectarlo. Cuando se dan cuenta tienen encriptado todos los ficheros, todos los pendrives y discos duros externos donde hacen las copias de seguridad. Nos llaman y nos dicen que miremos el NAS. Mi socio se sorprende: “Si nunca nos aceptaste los presupuestos para el NAS que te pasamos”, “Es que al final un primo mío me lo vendió de segunda mano porque él se compró uno mejor y además en el precio nos incluyó la configuración de las copias de seguridad”. Bueno el NAS estaba vacío… nunca habían copiado nada en él;  todavía me pregunta que les configuro. Estando por allí tratando de recuperar cosas se me acerca un empleado y me dice: “La facturación de la empresa JJJ, ¿la habéis recuperado?”, “No, esa esta totalmente encriptada. La de la empresa HHH y la MMM si que hemos podido reconstruirla”, “Yo tengo una copia. Yo trabajo casi siempre con pedidos de la JJJ y un día para poder trabajar desde casa me subí los ficheros mi OneDrive. Como me compré un Office legal me dieron un OneNote con mucha capacidad. Y el viernes pasado hice una última copia. Esta en este Pendrive, di que la has reconstruido tu, que no sabría como explicar que yo tenía esa copia”.

Y esto que acabo de contar sucede mucho en las Pymes españolas donde el concepto de gestión y control de datos es inexistente.

Eso si vámonos todos a la nube que es donde hay que estar.