En ocasiones, la casualidad se nos aparece en la tienda y uno no puede menos que sonreír (para sus adentros, no parezca que se ríe del cliente) por ver como las infinitas combinaciones de los dados del Universo, pueden caer por un lado que nos permita irnos a casa un poco asombrados y divertidos.
Estaba yo la otra tarde otoñal en la tienda. Entro una clienta. Nos comenta que una amiga suya, que está estudiando lo mismo que ella, nos había comprado hacía una semana un portátil. Que le ha gustado y quiere uno igual, bueno, no igual, porque la marca del PC que le habíamos montado a su amiga, le habían dicho que no era muy buena.
Yo como siempre, razona con la clienta. Le explico, que nosotros no tenemos lista negra de marcas de portátiles, porque hemos tenido historias para no dormir con todas ellas. Que lo mejor es escoger un equipo con un precio que se pueda pagar y que cubra las necesidades que uno requiera. Nos cuenta las necesidades, que evidentemente eran las mismas que las de la amiga… y nuestra recomendación, es el mismo portátil que le habíamos vendido unos días antes a su amiga. Nos dice que no, que su primo le ha dicho que esa marca es muy mala, que tiene que comprarse uno de una marca concreta.
Como no queremos perder la venta, pues le sacamos varios modelos de la marca recomendada por su primo. Pero claro, el que era igual que el de la amiga, pues valía 150 Euros más. Y los que tenían el mismo precio, pues no le gustaban. Y allí estábamos en pleno diálogo de besugos. En eso, se abre la puerta, y entra un cliente con un portátil bajo el brazo. Mi socio atiende al cliente y éste le cuenta, además con una voz alta, con lo cual yo y la clienta lo podemos escuchar: “Maldita la hora en que mi mujer vio la promoción de este (aquí marca recomendada por el primo), desde el primer día dando problemas. Míralo, porque lo reparamos hace dos semanas, y ya ha vuelto a hacer lo mismo. Menos mal, que tengo el primero, el (poner marca del portátil que nos había comprado la amiga) que a pesar de tener 8 años, lento, pero va seguro y sin fallar”.
Así que me sirvió para explicarle a la cliente que en el caso del cliente que acabada de entrar, el consejo de su primo no valía para nada. Pero que no debía convertir eso, tampoco en norma. Que si ha habido marcas de portátil en el pasado, con modelos muy malos, pero que no se puede generalizar.
Ni que decir tiene, que la venta al final la perdimos.
Pero esa noche estaba yo en la cama y mientras recordaba la escena, no podía dejar de carcajearme para mi mismo. Me hubiese gustado ver las explicaciones del primo.
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¿Las explicaciones del primo?: “que sí, que sí, que te lo digo yo, créeme”
Y ahí acaban, como si lo viera.
Y luego esa clienta en su día tendrá que desempeñar un trabajo con la eficiencia y racionalidad que acaba de demostrar. Luego, que porqué España está como está. No es (sólo) culpa de los políticos.
Como todavía los políticos no se crian en granjas tipo Matrix pues son simplemente una muestra representativa de la sociedad que los elije.
Y sí, mi “primo” o mi “cuñado” jamás se equivocan, porque son los que más saben de todo XD
Sobre lo que comentas, esta mañana en mi empresa de por las mañanas… he tenido una serie de casos espectaculares… a ver si los disfrazo un poco y lo cuento en el blog. Pero me he quedado de piedra