Cada vez que aparece un nuevo estándar en nuestros sistemas informáticos y digitales, los fabricantes empiezan a adaptar sus componentes a él. Así, tuvimos el paso del Usb a secas, al Usb 2.0 y luego al 3.0. El Pci-Express, paso de ir sin numeral a subir al 2.0 y pronto tendremos el 3.0. Con las tarjetas de Red, pues íbamos pasando de 10 a 100 y luego a 1000. Las Wifis no se podían quedar atrás y cambiaban la letra de su estándar: de B a G y luego a N. Cada vez que subíamos de número o de letra, notábamos mejoras en el rendimiento de nuestro sistema.
Y las conexiones modernas de discos duros, pues algo parecido, empezamos con los Satas, luego el Sata 2 y ahora el Sata 3. Por cierto, que aquí con los Sata el lío es morrocotudo, porque hay cierta confusión entre el nombre del estándar y la capacidad de transmisión. Así, tendríamos:
– Sata 1, que llega a 1,5 Gb/s (150 megas por segundo)
– Sata 2, que llega a los 3 Gb/s ( 300 megas por segundo). Aquí hay mucha confusión. Los clientes (y también los comerciales y los de marketing) ven los de 3Gb/s y creen que es un Sata 3…
– Sata 3, que llega a los 6 Gb/s (600 megas por segundo), el último miembro de la familia.
Las mejoras que introduce el Sata 3, frente a sus antecesores son:
- Mejora de velocidad de transferencia
- Nuevo comando NCQ que permite la transferencia de datos asíncrona para mejorar el ancho de banda, beneficiando los sistemas de streaming de audio y video.
- Capacidades mejoradas para el control de sistemas de ahorro de energía
- Nuevo diseño de conectores para dar soporte a dispositivos de menores dimensiones. Hay conectores más pequeños, pensados sobre todo para unidades de 1.8” y para pequeños PCs, tablets y semejantes.
- Compatibilidad con anteriores versiones del estándar SATA
Desde hace varios meses estamos vendiendo equipos en la tienda con Sata 3 y varios de ellos vienen equipados con discos duros que también admiten el mismo estándar. En las primeras pruebas que hicimos, no notamos diferencia entre el Sata 2 y el Sata 3. Pero pensábamos, que como no teníamos discos Sata 3, pues por eso no éramos capaces de ver la diferencia. Pero luego vendimos varios PCs con discos Sata 3 y placas base con Sata 3. Nos pusimos a hacer pruebas con el mismo disco conectado por Sata 2 y por Sata 3. Y no notábamos diferencias. Tampoco las había probando (en el mismo equipo) discos Sata 2 nativos, frente a discos Sata 3 nativos. Pensamos que no se detectaban diferencias, porque eran discos duros mecánicos. Hay que tener en cuenta, que con velocidades máximas de 60 megas por segundo que nos proporciona un disco mecánico, pasar de una tubería que admite 300 a otra que admite 600, pues no se nota.
Hace unas semanas, empezaron a llegarnos a la tienda discos duros SSD que admiten la norma Sata 3. Así que retomamos las pruebas. Ahora hablamos de discos que son capaces de llegar al límite teórico del Sata 2. Vamos a ver si aquí se nota el cambio de estándar.
Las pruebas las hicimos con discos de dos marcas y con PCs de gama alta, con Core i7 y mucha Ram. No conseguimos notar diferencia ni en los tests subjetivos, ni en las pruebas sintéticas, entre la conexión del disco SSD por Sata 2 o por Sata 3.
Así que de momento para equipos de uso doméstico con pocos discos en el sistema, no hay mucha diferencia entre el uso del Sata 2 y el Sata 3. Nos faltaría hacer una prueba con varios discos en el sistema. Aquí si que puede que notásemos la diferencia entre un estándar y otro. Pero esto es complicado de hacer. Primero por conseguir un PC con varios discos Sata 3 y luego, porque la mayoría de las placas base que tienen soporte Sata 3, solo vienen con dos conectores de ese tipo. Así no podemos conectar muchos discos y ver si hay mejora.
5 Comentarios
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Ojo con las unidades, que las has puesto en Mb/s (que son megabits por segundo), y son realmente MB/s (megabytes por segundo). La diferencia no es trivial, ya que 600 Mb/s serían únicamente 75 MB/s en vez de los 600 MB/s del estándar.
Como siempre, el lío viene de la manía de usar unidades diferentes en temas de redes (que se suelen medir en mega/gigabits) que en temas de discos (en los que siempre se habla de mega/giga/terabytes).
Pues en las pruebas que hacen en varias webs con los nuevos OCZ Vertex 3, ponen el SATA 3 al límite. Son discos que pasan de 500Mb/s a precios comparables a otros SSD.
Vaya, justo pensaba que el único sentido del SATA3 eran modelos muy puntuales y de precios exagerados de los discos SSD.
NCQ ya estaba disponible con la primera versión de SATA. Lo que hace realmente es permitir al disco duro que reordene las peticiones de acceso a datos para optimizarlas.
Explicándolo rápido: Como todos sabemos los discos duros giran siempre en el mismo sentido, por lo que para recuperar un dato que está justo detrás del cabezal hay que esperar a que el disco haga casi una vuelta completa. Si imaginamos un entorno en el que hay varios procesos accediendo al disco duro simultáneamente, NCQ reordena las peticiones de los distintos procesos para que los datos puedan ser recuperados en el menor número de vueltas de disco.
http://en.wikipedia.org/wiki/Native_command_queueing
[…] entre SATAI, SATAII y SATAIII Posted on 07/04/2011 at 22:58 by MuR3 Pequeño extracto de esta entrada del blog de changlonet donde se explican unas pruebas realizadas con los nuevos discos duros con […]