Hay veces que uno está detrás del mostrador y no sabe que tipo mostrador es el que es. Me explico puede, que se al mostrador de acceso a…
Bueno a lo que iba, entra hace dos semanas un clientes con un portátil bajo el brazo.
– Es que no arranca.
– ¿Se enciende alguna luz?
– No, no hace señal, creo que es el cargador
– Si me dejas que mira las especificaciones te busco un cargador para él
– No, tiene que ser el cargador de la marca para este modelo, es un equipo muy especial y necesita su propio cargador.
– No hace falta, pero si quieres te miro lo que cuesta el cargador oficial (miramos y no lo encontramos en lista).
– Pues veré si encuentro el cargador especial en otro sitio.
Al final toda esta gente tiene amigos que no se merecen. Otro cliente viene con él hace unos días. Voy a resumir. Había probado una docena de cargadores y con ninguno arrancaba el portátil. Lo había llevado a la competencia, donde la habían dicho que el portátil funcionaba bien (que me lo expliquen) que el error era del cargador.
Al final por supuesto lo que estaba averiado era la placa base, no el cargador. Pero vamos si cambias dos o tres cargadores y el equipo sigue sin arrancar, no te das por vencido.
Así que el especial creo yo que era el cliente y no el portátil.
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Es que a los clientes los tratais mal. A ese le podíais haber vendido un cargador cada dos semanas durante años, y asegurándole en todo momento que al portatil no le pasaba nada.
Y también mucho vendedor hijo****, que con cuatro tecnicismos y alguno más inventado les tienen dando vueltas por el taller hasta que, por aburrimiento, les compran una máquina nueva. Esto es verdad,que nos pasó hace unos años con la competencia y el cliente nos trajo el viejo para que lo reciclasemos. Le fallaba el procesador (Pentium)y no lo habían limpiado en la vida.
Entre taller y equipo nuevo, se dejó una pasta, y encima no quiso ni poner una reclamación porque se “tomaron muchas molestias”, textualmente. Aún funciona aquel ordenador sin arreglo.
También hay que tener en cuenta que hay un cliente tipo para el que las tiendas de franquiciados y cadenas grandes donde te atiende gente uniformada son reductos del saber donde te atiende siempre gente que sabe mucho. Tú, en cambio, estás en una tiendecita y seguro que no tienes mucha idea… De hecho te van a preguntar ya predispuestos a no creerse la respuesta que les des.