Las grandes empresas siempre tienen la boca llena de declaraciones indicando lo importante que son sus empleados para ellas. Pero como decía Scott Adams en Dilbert:
Pero no voy a comentar la relación empresa-trabajador desde la óptica tradicional de salarios, horas trabajadas, ascensos, conciliación… eso lo dejaremos para los que saben del tema. Yo como siempre me voy a la vertiente de tecnología y organización. En las grandes empresas el empleado que está al final de la cadena (en resumen, quien representa a la empresa ante cliente, con eso me refiero a final, el último para la empresa pero el primero que ve el cliente) no es de fiar, es sospechoso y por lo tanto no se le permite tomar ninguna iniciativa ni aprender nada ni poder mejorar su forma de trabajar (y ahora ni enviar sugerencias de mejora…). Estoy cerrando una entrada más larga sobre el tema, pero hoy no he podido resistirme a escribir esta entrada porque un problema en mi empresa de por las mañana me ha recordado lo peligroso que soy.
Tenemos una centralita digital de última generación en la Oficina. De esas que yo por la tarde configuro para mis clientes. Por supuesto las que yo configuro por las tardes hacen infinidad de cosas que la nuestra de la Oficina no hace. Pero no por nada, no lo hace porque no están autorizadas esas funciones en la de nuestra Oficina. Así que pagas una herramienta cara y le quitas la mitad de las opciones.
Seguro que alguien sale en defensa de la parte técnica de mi empresa y dirá que nos quitan cosas para no marearnos cuando la configuremos (en Personal que no tiene tiempo para leer curriculums olvidan que tienen a más de 200 informáticos en la red comercial…). No es ese el problema, yo creo que ni ellos saben lo que pueden hacer las cosas que compran. Si necesito cambiar algún parámetro de la centralita de la Oficina debe iniciar un procedimiento, que incluye:
- Petición de cambio a un superior jerárquico con el visto bueno de mi jefe inmediato
- Con el visto bueno conseguido, remitir copia a Departamento Técnico para que graben los cambios
- Probar que nos hayan entendido bien, si no funciona como pensamos… repetir el bucle hasta que funciona.
En condiciones normales uno puede estar meses sin tocar la centralita, así que es algo de lo que te olvidas. Pero ahora con el tema del teletrabajo, movilidad de empleados los cambios son casi diarios. Así que hay días que no me suena el teléfono, otros donde todas las llamadas me entrar solo a mí, otros días en los que el teléfono suena, pero no se puede contestar, en otras ocasiones puedes contestar, pero no llamar fuera… y así nos divertimos porque no somos de fiar. Y los clientes preguntándose que pasa con sus llamadas.
2 Comentarios
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Ya es un poco antigua, pero esta viñeta sobre gestión de proyectos sigue haciendo gracia y sigue estando de actualidad. XDD
http://2.bp.blogspot.com/_e97rGp3l_tE/TCAKD7RcpyI/AAAAAAAAAEQ/7i1Qwzh9T00/s1600/ProyectoColumpio.jpg
Jim: un día podríamos hacer un concurso de ese tipo de dibujos y de historias sobre gestión de proyectos. Mi favorita de siempre es El Proyecto Bicicleta-Porsche de Fuckowski en su libro (y antes blog) Memorias de un ingeniero (https://openlibra.com/es/book/fuckowski-memorias-de-un-ingeniero)