¿Donde metemos el disco duro?

De vez en cuando en los correos que recibo, los clientes me piden cosas un pelín complejas. Hay veces que nos piden disculpas si lo que solicitan es complicado. Como yo les digo no hay que pedir disculpas, hay que decir lo que se necesita; ya nos encargamos nosotros de buscar la solución. De hecho es nuestra especialidad, encontrar cosas que no se hallan de forma fácil en otros sitios. Al final se trata de buscar un nicho de mercado y tratar de sobrevivir desde él.

Hace un mes, nos pidieron un HTPC algo especial (como tantas veces). Ya contaré la historia completa de este equipo que merece una entrada separada. Pero el cliente tenía unas necesidades de espacio muy concretas y quería meter dentro del equipo tres discos duros.

La caja que le venía bien por tamaño solo tenía espacio para dos discos duros. Así que había que buscar espacio para el tercer disco. Menos mal, que esta tercera unidad, era de 2.5″, así que el asunto era más sencillo. Miramos primero si podíamos usar algún hueco de la caja. Pero los sitios obvios ya estaban ocupados. Teníamos los dos huecos de 3 1/2 cogidos, el hueco de la regrabadora también ocupado. Pensamos en meterlo detrás del lector de tarjetas, pero tocaba con otro componente del equipo por detrás. Así que nada o encontrábamos algo o a tirar mano de la Dremel y hacerle sitio en un lateral de la caja.

Al final encontramos una solución que nos gustó mucho:

No sé si se ve bien en la foto, se trata de una tarjeta ATX, que se atornilla como si fuese una tarjeta de expansión más. No hace conexión con la placa base. La tarjeta lleva un interface SATA normal.

En la tarjeta cabe un disco duro de 2,5″. El disco se introduce a presión, como podemos ver en la foto superior. Luego se cierra la puerta y a funcionar.

El disco admite cambio en caliente, sin necesidad de apagar el PC. Por supuesto, para cambiar el disco no hace falta sacar o meter la tarjeta de la caja. Aquí se ve fuera de la caja, para que se observe mejor en la foto.

Aquí se puede ver la tarjeta montada dentro del PC. Se atornilla a la caja y deja inutilizado el slot de la placa que esté debajo, pero como decía, no necesita conexión por ese slot. Una vez el sistema está en marcha, el disco es un disco más del PC, no hay diferencia ninguna. Y pulsando un simple botón en la parte trasera, podemos cambiar el disco por otro.

Como solución para cajas pequeñas y con problemas de espacio para nuevos discos duros cumple perfectamente su cometido. Además hay otro modelo que no lleva el sistema de extracción de disco, ni el cambio en caliente, pero a cambio tiene espacio para dos unidades de disco. Y también hay un modelo para discos duros de 3 1/2, pero hace tiempo que no las veo en stock.

Así que al final le pudimos montar el HTPC al cliente con la caja que le gustaba (y le cabía) y con tres discos duros en su interior, a pesar de que las especificaciones indicaban solo dos discos. Como siempre se trata de pedir y ya veremos si podemos encontrar una solución.

A por si alguien lo pregunta, el precio del adaptador no llegaba a los 30 Euros.