Diario de un universitario casi sesentón: volviendo a la universidad 35 años después (II)

Voy a ver si doy forma a las notas que llevo escritas de este primer semestre de vuelta a los estudios.

Lo primero que me llama la atención es la división del curso en dos semestres (realmente cuatrimestres). Cuando yo estudiaba teníamos menos asignaturas y salvo muy contadas excepciones, un examen único y final en junio. Pero luego si había que recuperar podíamos volver a examinarnos en septiembre. Ahora hay dos semestres, por lo que los exámenes son en enero y en junio para las asignaturas de cada semestre con una recuperación para todas en julio (aquí el sistema actual es peor que el antiguo, antes te podías dejar una asignatura para septiembre y tener luego casi dos meses y medio para prepararla, ahora si te la dejas para julio puedes contar con dos o tres semanas solo para el empujón final).

En mi caso concreto este primer semestre ha durado dos meses. Empecé el día 17 de octubre y terminé el 20 de diciembre. Esto me obligó a estudiar como un alumno ejemplar (cosa que nunca he sido). Tuve que empezar a prepararme desde el primer día. Menos mal que en este primer semestre solo pude matricularme de una asignatura. Tuve que empezar a preparar los temas que ya estaban explicados y que entraban todos para el primer parcial que era en dos semanas…

Con la materia de estudios también hay algunos cambios sobre mi primera época. En aquel entonces uno asistía a clase y tomaba apuntes como un loco. Después con esos apuntes y el apoyo de la bibliografía tratabas de darle forma al temario (aquí el trabajo en grupo era muy gratificante o casi la única manera de tener el temario completo o encontrar a algún compañero que tuviese un hermano mayor que ya tuviese los apuntes [en aquellos años la gente tenía más hermanos que ahora y era muy común]).

Otros profesores escribían su “manual” y no había más narices que comprarlo para estudiar con él. Pero ahora las cosas han mejorado un poco. Creo que alguna vez lo he contado antes aquí. Tuve un profesor de Teoría del Derecho (Manuel Atienza, que por cierto todavía da alguna clase, a ver si tengo suerte y me lo encuentro en el próximo semestre) que en sus clases tenía un tema dedicado (recordar, año 1.985) a la relación entre la Informática y el Derecho. Nos comentaba que había poco uso de la informática en el derecho en aquellos años y menos a la hora de la docencia. Recuerdo que su frase era: “Si casi ninguno de mis compañeros de claustro ha descubierto la imprenta, que ya tiene 500 años, como van a usar un ordenador”. Se refería a la forma de impartir clases dictando apuntes. Pues ahora la costumbre es entregar los temas hechos o por lo menos un buen esquema de este. Esto favorece el estudio, ya se parte de una base muy buena de lo que nos van a exigir en el examen.

Como tenía poco tiempo tuve que usar mis sistemas de hace 35 años que normalmente me funcionaban bien (para el segundo semestre si el tiempo y la salud lo permiten voy a ver si pruebo alguna cosa más moderna, se agradecen comentarios sobre como emplear herramientas digitales para estudiar y preparar exámenes). Eso si tuve que hacerlo a más velocidad, los pasos fueron:

• Conseguir la bibliografía recomendada
• Cotejar la bibliografía con el temario oficial y marcar en los libros lo que entraba en cada tema
• Leer los temas de la bibliografía subrayando con esquemas de colores según importancia los puntos principales.
• Si el profesor no había entregado tema hecho, pues confeccionar el tema desde cero. Aquí me apoye en un par de repositorios de material de estudios, leyendo apuntes de ese profesor que otros alumnos habían subido. Además de esos apuntes, usar la bibliografía.
• Cuando el profesor había entregado un tema, primero lo pasaba a mi formato (tengo un esquema de Word con más de 25 años que uso cada vez que tengo que redactar algún documento largo) con mis colores, tipos de letra y sistema de numeración. A la vez que lo convertía si había algo en la bibliografía que mejorase la comprensión del texto, se añade.
• Leer los temas y subrayarlos. A pesar de usar colores al editar los temas, me gusta emplear el rotulador y la regla sobre el papel… me ayuda a entender y a empezar a memorizar.
• Hacer esquemas de los temas. En su día recuerdo que los hacía con el Word Star (otro día contaré todo el proceso para que alguien vea lo que ha evolucionado esto) y luego con regla y rotuladores pintaba las llaves, flechas… ahora uso el Visio para esta tarea.

Para el primer examen no llegué a resumir todos los temas, pero si la mayoría. Debo decir que el sistema volvió a demostrar su efectividad, pues los dos exámenes que he hecho hasta ahora están aprobados y con buena nota.

A la hora de estudiar si que he notado mucho el paso de los años: me cuesta muchísimo concentrarme y memorizar. Le decía a mi mujer que si cuando tenía 20 años hubiese preparado una asignatura como ésta y dedicado el mismo tiempo… me habrían puesto matrícula; y ahora iba a por el aprobado.

Otro cambio también muy grande por mi edad es la disposición del tiempo. Me explico. Cuando tenía 20 años yo los tres días antes de un examen, desaparecía (en aquel entonces vivía con mis padres en el campo y yo me bajaba a la casa del pueblo a estudiar solo) durante tres días encerrado solo con los libros, apuntes y esquemas. Solo iba a casa a comer y dormir (poco). Ahora eso es imposible. Las responsabilidades de la vida adulta interfieren cualquier intento de desaparecer no ya tres días… sino solo uno. Esto fue algo que me hizo empezar a estudiar antes… ya que no sabía si los días antes de los exámenes iba a poder estudiar o no. Y menos mal que cuento con el apoyo y comprensión de mi familia que cuando me ven con los cascos y los apuntes intentan no molestarme.

Y como esto se hace muy largo, ya sigo contando batallitas otro día.