Casi lo liquida

Los compañeros del taller, deben cambiar el nombre a su lugar de trabajo. Dejaremos de hablar del taller o de la trastienda… aquello debe llamarse la UCI o la UVI. Últimamente todo lo que nos llega para reparar son ya casos terminales.

Además como contaba el otro día los PCs que entrar a la tienda han pasado antes por las manos de varios “expertos” tratando de encontrar una solución al problema. O mejor aun, han pasado por las manos de “entendidos” que son los que han creado la avería. Hay veces en que el dueño del PC es consciente de lo que ha pasado, pero muchas veces el dueño del PC es un inconsciente sobre lo que le ha pasado a su ordenador. Y no nos podemos quejar, porque en estas fechas que cuesta tanto facturar algo, pues por lo menos este goteo de reparaciones nos viene bien para ingresar efectivo.

La semana pasada tuvimos varios casos de estos últimos. Uno fue ejemplarizante de este tipo de situaciones. Entre un PC de marca, de esos comprados en grandes superficies. Una cajita pequeña y muy mona y una configuración potente para lo que suelen ser esos PCs, ya que incorporaba un QuadCore y una tarjeta de vídeo de gama media. Los síntomas, los habituales:
-Se para de vez en cuando. Es raro que esté en marcha más de una hora.
-Muchas pantallas azules
-El navegador hace cosas raras.
-Y ahora ya directamente no arranca al pulsar el botón de puesta en marcha.

En el taller le ponen el tester y la fuente de alimentación estaba muerta. Miran los componentes del sistema y calculan que la fuente no debía ser capaz de alimentar todos las piezas del PC. Así que la cambian por una de mayor potencia que la que originalmente traía el equipo. No es algo normal que un fabricante de PCs se equivoqué de esta forma. Así que estaba claro que el PC había pasado por otras manos entre su venta y la entrada en el taller.

Con la fuente nueva, los primeros síntomas que denunciaba el cliente se repiten. El equipo se detiene al rato de estar en marcha, da muchos pantallazas azules. Otra revisión del PC y vemos que el disipador del procesador está mal montado. Así que en cuanto se caliente un poco, pues empieza a fallar hasta que da un error grave o bien se apaga directamente. Desmontaje del mismo, se aplica bien la pasta de disipación y desaparece el problema. Los drivers de la tarjeta gráfica también estaban mal instalados. Y a la placa base le faltaban varios tornillos de sujeción a la caja. Así que al final los remontamos todo de nuevo y reinstalamos el sistema operativo.

Cuando viene el cliente a por el PC, le pasamos la nota de reparación y nos la paga. Mi socio le pregunta:
-¿Te cambiaron la placa base del PC o el procesador?
-No lo sé, mi novio estuvo hace dos meses tocándolo, porque decía que el PC no iba bien. Pero desde que él lo mejoró, empezaron los problemas.
-¿Lo mejoró?
-Si, decía que los juegos no iban bien, porque no sé que de la gráfica. Así que compró unas piezas y la cambio
-¿La placa base?
-Es una cosa grande tal que asé (y marca el tamaño de una placa ATX) con cosas doradas por detrás?
-Si
-Pues lo cambio, y también la gráfica

Y claro el novio, montó mal el procesador. Pero además no calculó que la nueva gráfica a pesar de ser un modelo algo veterano consumía más watios de los que la fuente de alimentación original podía mover.

Pero lo mejor como siempre, es que el novio no apareció por la tienda. Para mejorarlo no tuvo ningún problema, pero para reparar su desaguisado se quitó de en medio. Bueno o lo quitaron, porque no sé si la experiencia afectaría a su vida en pareja.