Tonteando hasta el final

Miro por la ventana y veo un tiempo desapacible. Consulto la previsión del tiempo en el widget del escritorio y marca frío. Así que no me hace falta abrir el correo de Recursos Humanos que me ha llegado, pera saber de que trata. Hay que volver a hacer la Evaluacióndel Desempeño. No falla es el ritual invernal que siempre nos acompaña. La verdad es que este año podían haberlo eliminado. En la última reestructuración otoñal, se creó un Departamento de Optimización de gastos. Una de las decisiones que tomo, fue eliminar los regalos de Navidad y los actos que para los hijos de empleado se organizaban. No sé lo que se ahorraron, pero seguro que muchísimo menos que eliminandola Evaluación del Desempeño. Y estoy convencido que para la moral interna de la empresa, el impacto negativo, fue mucho mayor que el positivo de eliminarla Evaluación. 

Y este año además la moral a la hora de ir a hablar con el jefe es más baja que nunca. Estamos dentro de un proceso de fusión, nos han comprado. Así que en cuestión de semanas llegarán nuevos jefes. Y claro es algo absurdo hablar con alguien de tu futuro profesional, cuando ni él ni tu sabéis si el mes que viene continuáis en la empresa y si hay suerte y seguimos, si haremos lo mismo. Pero la orquesta no puede dejar de sonar. El barco se hunde, las ratas ya han huido, pero los marineros tenemos que quedarnos haciendo las mismas cosas que nos han llevado a chocar con el iceberg, como si nada pasara. 

Menos mal que releyendo los libros de Scott Adams uno encuentra siempre alguna viñeta que te alegra el día: