Inforfobia

En este mundo de principios del siglo XXI, la informática es ya forma parte de la mayoría de los trabajos. Y en las profesiones donde se maneja información es un elemento clave, no se pueden entender ya muchas sin la ayuda de la informática y los ordenadores.

Pero hay personas que son refractarias, son totalmente impermeables a lo que significan las nuevas tecnologías. Viven felices en su torre de cristal analógica y no transigen en aprender a manejar un ordenador.

El otro día nos llama por teléfono un cliente. Se trata de un profesional liberal de mediana edad (más bien joven) al que le van bien las cosas en su profesión. Se nota que es muy competente en su tarea, tiene muchos clientes y estos están muy contentos con sus servicios. Pero cada vez necesita más la informática para desarrollar su activad profesional. Hace unos meses le informatizamos el despacho y su casa. Incluso le dimos clases particulares para enseñarle a manejar el ordenador, la impresora, el correo electrónico, navegar por Internet. Le dedicamos bastantes horas, centrándonos sobre todo en los procesos que más necesitaba aprender para adaptarse a los nuevos tiempos. Y las clases fueron solo para él y muy exhaustivas.

Sin embargo el compañero que le dio las clases nos decía en la tienda que era algo extraordinario: “Por más que le expliques una cosa, a los cinco minutos lo ha olvidado, es como si tuviese algo en su cabeza que cuando ve un teclado o un monitor se obnubila”.

El otro día nos llama por teléfono el cliente:

– La tienda del Tendero, buenos días, dígame

– Hola, soy Juan Cliente, ¿Cómo hago para ver un texto que me han enviado más grande?

– Es un correo electrónico

– Si, me lo envía un compañero y lleva una información muy importante que tengo que consultar con urgencia. Pero la letra es muy pequeña y no consigo leerla.

– Pulsa la tecla de Control y a la vez la tecla del signo más.

– No hace nada

– Pero es un correo y estás en el navegador?

– Eso creo.

– ¿Qué navegador estás usando?

– No sé, el que me instalasteis

– Tiene arriba a la izquierda como una e minúscula cruzada por una línea y pone al final del texto Microsoft Internet Explorer

– No

– Tiene dibujado como un zorro rojo alrededor de una bola del mundo azul?

– No

– Era un fichero adjunto del correo?

– Era algo que he pulsado y se ha abierto otro programa

– Mira a ver si arriba a la izquierda hay un dibujito rojo y pone al lado Adobe Reader

– No, no lo pone, no os podéis pasar y me ayudáis que esto no hay quien lo lea

– Prueba otra vez a pulsar Control más. La tecla de Control es una tecla especial,  busca una tecla abajo a la izquierda que pone c t r l y la pulsas. Y sin soltarla, aprieta la tecla del signo más que está a la derecha, una tecla alargada y grande a lado de los números.

– Sigue sin hacer nada.

– Tienes dibujada en la parte de arriba una lupa, o los signos más y menos

– No

– Y un cuadro que ponga 100% o 50%.

– No.

Y seguimos con otros intentos tratando de saber en que programa estaba el texto que no podía leer. Al final, optamos por ir al despacho y verlo en persona.

Se trataba de un correo electrónico, con un documento adjunto en formato pdf. Al pulsarlo se abría automáticamente el Adobe Reader (con su anagrama rojo y el nombre bien escrito arriba a la izquierda) y por supuesto si en el Adobe se pulsan a la vez las teclas de Ctrl y más, pues el texto se hace más grande y más legible. Se lo volvimos a explicar y le dejamos el albarán con el tiempo invertido.

Y tenemos varios clientes iguales. Personas con estudios superiores, activas, eficaces y eficientes en su trabajo, pero que son totalmente inútiles delante de un dispositivo digital. Como ellos dicen, mientras podamos pagar para resolver nuestros problemas, todo controlado. Yo les digo que tienen fobia a la informática y la usan porque no tienen más remedio.