El otro día entra un cliente veterano a la tienda. Nos había pedido unos cartuchos de tinta para su impresora multifunción que no imprimía.
Al rato nos llama, porque no sabe como cambiarlos. Al final nos acercamos a su casa (vivía cerca de la tienda) y resulta que no se aclaraba, porque los cartuchos no estaban en la impresora. Se los había llevado su hijo, porque no le quedaba tinta a su impresora.
Así que ahora los hijos no solo van a casa a dejar la ropa sucia y a comer, sino también a llevarse la tinta de la impresora. Padres del mundo, vigilar la tinta.
3 Comentarios
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Joer que la tinta está cara pero tampoco es para tanto
Juer que cara mas dura, eos no es un hijo, es una sanguijuela
Ya saben lo que dicen:
Las impresoras son baratas sí, pero la tinta debe ser sangre de unicornio