Estoy leyendo esta entrada en Alzado y la verdad que estoy viendo reflejados en ella a muchos conocidos. Pero no del mundo web, donde centra su crítica el autor, sino en el mundo de la informática corporativa de mis mañanas.
Me quedo con algunas frases:
Por tanto no se pueden poner horarios ni ser estrictos en las fechas de finalización, sino de crear un ambiente que favorezca la productividad de tareas intelectuales.
Ahora voy a explicárselo al que lleva tres semanas tratando de fechar el fin de sus proyectos en las próximas dos semanas. O bien al compañero que se pasa más tiempo explicando los avances no programados de su proyecto que en recibir felicitaciones por terminar tan pronto su trabajo.
Si quieres que los programadores se involucren en tu proyecto hay que respetar su manera de funcionar y no hablarles como si la programación fuese como la tarea de construir una pared a un ratio de X ladrillos por hora.
Está es fácil de explicar, programar no es algo fácil de medir. Repetir conmigo, no es fácil de medir. Y podemos además ampliarlo a otras tareas intelectuales. Y otro tema que es muy importante, es el ambiente de trabajo. Para programar, se necesita cierto recogimiento y tranquilidad. Estas estructuras tan abiertas que se llevan hoy en día, no favorecen nada el ponerse a pensar. Pero aquí la gente lee sobre una Factory Software y claro, meten al equipo de desarrollo en una nave industrial.
En resumen, como siempre digo, programar es un arte, y hay que cuidar al artista.
4 Comentarios
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Tú no has puesto muchos ladrillos, ¿verdad? Si lo pruebas, seguro que a la segunda hilada se te cae…
Si pides respeto por una profesión, tenlo tú por las otras.
luis
Programar se parece más a construir una catedral gótica. Ciertamente hay muchas piezas iguales, pero miles de distintas. te dan los planos de un arco, un ábside, una columna y tú diseñas cada pieza independiente en 3D. No sólo deben cumplir funciones decorativas, sino aguantar fuerzas complejas, encajar en el diseño general y ser estéticas. Luego sólo queda rezar para que los diferentes canteros las tallen con precisión para que encajen con tolerancia cero. Y que el encajador conozca bien su trabajo. No sé si os habéis fijado pero TODAS las piezas de una columna generalmente son distintas.
Si se hace bien, el resultado final es apabullante, aguanta lo que le echen y dura siglos. Sino, lo más probable es que nunca se termine.