Cuando una lee ciencia ficción piensa que se está evadiendo del presente gris en el que nos movemos. Se mete en un mundo de naves, de robots, de avances tecnológicos increíbles… mira a través de la ventana del autor, tratando de ver el mismo futuro que él.
Pero hay veces en las que lo que uno lee podría trasladarse enseguida al presente. De hecho parece que lo que cuentan en la novela ya sea el pasado de nuestro futuro.
La semana pasada termine Starship Troopers de Robert A. Heinlein (sigo con el péndulo de un libro de CF clásico y otro moderno), pero ya comentaré el libro otro día.
—Aviso, posibles adelantos del argumento-—
Lo que me hizo reflexionar mucho fue la parte donde el protagonista se apunta para ser oficial. Me encanto, me gustaría explicarle esta parte de la novela a algún jefe de personal, digo de recursos humanos, pero se podría resumir en estos puntos:
– Para ser jefe, primero hay tener la básica aprobada.
– Para mandar, antes se tienen que haber pegado muchos tiros en el frente
– Para conseguir los galones, no basta con aprobar los exámenes, sino que hay que demostrar en la práctica lo que uno ha aprendido y sobre todo lo que uno es.
– No basta con saber, sino con aplicar esos conocimientos en la vida real.
– Los mejores profesores, son los que han pegado muchos tiros antes que tu. Y aunque mancos, cojos o sordos, están vivos después de ganar sus batallas.
– Si no conoces a tu tropa, no puedes llegar a ser jefe
– Hay que saber cuando apoyarse en tus subordinados y cuando en tus superiores
– Para ser jefe de alto nivel, hay que haber sido antes jefe de varios departamentos inferiores.
– Los que pegan tiros son imprescindibles, tienen que dedicarse a pegar tiros. Los que cuidan las armas, la intendencia también. Ahora, los que no pegan tiros, se pueden subcontratar. Si se entrena a alguien para pegar tiros, no hay que ponerlo a limpiar letrinas o a cocinar.
Y alguna más que se me ocurre. Pero algunos de estos principios se podían ver en la empresas de hace algunos años. Ahora con la moda de imitar lo de fuera y de ser más moderno que el de al lado, tenemos:
– Jefes que no han visto un rifle en su vida
– Jefes que no saben ni quienes son sus cabos o sus sargentos.
– Jefes que han pasado del aula al frente
– Grandes jefes de la marina, mandando una división de tropas aerotransportadas
– Soldados curtidos en mil batallas, haciendo de camareros. Y mercenarios novatos, en el frente pegando tiros…
La verdad es que Heinlein siempre es una fuente de inspiración.
6 Comentarios
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No puedo estar más de acuerdo contigo. Después dicen que nos quejamos de vicio pero es que hay cada uno por ahi …
Y una cosa que te has dejado. Si hay que mancharse las manos, hay que mancharse las manos, independientemente de que no estés para eso. No como costumbre, porque entonces no haces tu trabajo, pero si hace falta, adelante.
¿Acaso la buena ciencia ficción no suele utilizar un marco espacio-temporal diferente del real para contar historias de nuestros días? 😉
El jefe que tengo actualmente esta graduado en West Point pero ni pajolera idea de la guerra oiga.
Envidio a los tabajadores de la sexta, al menos saben desde el primer dia que su jefe es un payaso.
Me encanto el libro , pena que la pelicula se quede en solo en la parte de espectáculo.
Al final lo que dice es que la mision del ejercito es pegar tiros y por tanto no hay puestos de oficina, si haces papeleo tienes que pegar tiros, si eres el cocinero tienes que pegar tiros.. si eres general tienes que pegar tiros. Todo en la empresa ‘ejercito’ gira en torno a la habilidad haciendo lo que la empresa tiene que hacer.
Tienes que leer la serie de Lazarus Long , la estructura es un ‘poco’ caotica y se termina sacando la conclusión de que es mas una escusa para filosofar del autor que una novela. Pero las citas son constantes y geniales
[…] unas semanas hacía referencia a que había terminado de leer “Tropas espaciales” de Heinlein. Me llegó un correo de un amable lector del blog, donde me hablaba de “La vieja guardia” una […]