Tarde de lluvia, dígame

Hoy parecía que la tarde iba a ser tranquila. Está cayendo una lluvia a la que no estamos nada acostumbrados por estas tierras secas del sur. Y aquí cuando llueve, pues la gente se queda en casa. De momento llevamos ya desde las dos de la tarde con 50 litros de agua y esto no tiene visos de pararse.

Así que nos hemos puesto a terminar unas reparaciones, a preparar una impresora para sustituir la láser a color que ya ha llegado al final de su vida útil y nos sale más caro cambiar sus cartuchos que una nueva… pero al final le ley del teléfono se ha impuesto.

– La tienda del Tendero dígame

– Que no puedo entrar a Internet

– ¿Has llamado al proveedor de Internet?

– No

– Pues prueba a llamar, de todas formas aquí cuando se mojan los cables…

– La tienda del Tendero, dígame

– Que si meto el disco de Windows en el PC y le doy a instalar se me arreglará

– ¿Lo qué?

– Lo que te he dicho antes (había hablado con mi socio, le paso a él el teléfono)

– Si, pero vas a perder todos los datos.

– ¿Y no puedo copiarlos antes?

– Si que puedes

– ¿Y eso como se hace?…

– La tienda del Tendero, dígame

– Sssshhhh…. choff, choff… Changlonet… chof…. sufffff me oye.chof  (y se corta la línea)

– La tienda del Tendero, digame

– Ahora parace que va, que soy un cliente y resulta que no se ve bien la pantalla, ¿donde está el driver?

– Pues lo tendrás en una carpeta que se llama des…

– ¿Dónde esta el driver?, estás ahí que no te oigo…  (era el mismo de antes y volvía a tener problemas con su teléfono)

Y así hemos pasado la tarde de lluvia. Como la gente no puede salir de casa, pues a llamarnos.  Menos mal que aquí llueve pocas veces…