Esta semana toca comentar un libro curioso. Clasificado como Ciencia Ficción podría entrar en otros géneros, pero no me parece mal dejarlo ahí. Se trata de Orgamaton de Ian Watson.
Este verano ya leí una novela de este autor y me gusto mucho. Además, también había comentado otra novela que Ian Watson luego guionizó para Stanley Kubrick aunque finalmente la llevó al cine Steven Spielberg. Siempre me quedaré con las ganas de saber como habría quedado con el primer director.
Bueno dejemos los deseos y vayamos al libro de hoy. Orgasmaton fue una de las primeras obras de Watson. Podemos leer en el prefacio que en su momento (mitad de la década de los setenta del siglo pasado) le costó que algún editor inglés la publicara. Al final la novela fue un éxito de ventas en Japón y eso ayudo. Como podemos comprobar la novela parecía adelantada a su tiempo. Pero realmente no lo veo así, se trata de una obra bien imaginada por alguien que decide escribir una obra de Ciencia Ficción defendiendo el feminismo mediante la creación de una distopia machista.
En el libro hace una reinterpretación machista de las leyes de la robótica de Asimov y se las aplica a las mujeres. Así tenemos una sociedad donde éstas son esclavas totales de los deseos e impulsos de los hombres. La sociedad además aparece dominada por la publicidad, la televisión y el espectáculo al servicio de cubrir todos los bajos instintos de los hombres. En esa sociedad vemos como algunas mujeres tratan de revertir la situación. Además tenemos ya presentes a los ordenadores como gestionadores de muchas actividades humanas.
El libro es un poco extraño y cuesta al principio seguirle el ritmo. Hay algunos saltos y cambios de escenario que nos pueden marear. Pero engancha y es muy interesante. Lleno de descripciones barrocas que muestran de forma curiosa los efectos corrosivos del machismo. Incluso tenemos a algunos hombres que reflexionan sobre si su dominación de la mujer en el fondo no es más que una pérdida de su propia libertad como hombre…
La novela me ha gustado mucho y la recomiendo a todos los que deseen ver un argumentario sobre la igualdad mediante un argumento que a mí me gusta mucho: mostrar como llevando al extremo una política errónea se ven mejor todavía sus injusticias.