Cúñelo y vuelva usted mañana

España mantiene su ser secular imperturbablemente. No importa que se cambien los nombres ni que ahora en lugar de plumas y tinteros en las mesas de los funcionarios haya modernos ordenadores. Nuestra manera de comportarnos sigue siendo la misma.

Autores de hace tres siglos siguen estando de actualidad (permanente). Como el siempre citado Mariano José de Larra y su artículo “Vuelva usted mañana” que retrató y retrata (e imagino que retratará) la raíz del funcionamiento de nuestras Administraciones Públicas

Tenemos a unos políticos que hace unos días anunciaban una “plan” de Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Esta claro que no eres nadie en ningún Ministerio si no tienes un “plan”. Como se puede leer en la noticia el Primer Ministro del Gobierno de España decía: “con la Inteligencia Artificial se transformará el mercado laboral español y aumentará el número de empleos”. Teniendo en cuenta que uno de los asistentes a la presentación de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial era la Ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño el sector de la tinta indeleble, las papeleras, las plantaciones de eucaliptos, las de Ficus Elástica y la fabricación de sellos de caucho seguirán creciendo y apoyando la decidida Transformación Digital de nuestra nación… como en los últimos siglos.

Hay veces que los ejemplo pueden parecer sacados de contexto. Pero yo creo que es al revés. Los ejemplos del funcionamiento concreto de nuestras Administraciones Públicas son reflejo de su comportamiento.

El otro día en mi empresa de por la mañana tuve una mañana de entinta y cuña… Resulta que por el tema del 5G y por el enésimo cambio de antenas por los cambios de frecuencias del TDT hay muchos clientes haciendo cambios en las antenas que tienen en sus terrazas. Para hacerlo deben confeccionar un expediente para el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. El citado Ministerio les solicita un justificante sobre la cuenta que mantienen con nosotros. Desde hace un par de años los clientes pueden obtener esos documentos desde la Web y desde Oficina. Se genera un PDF con firma manuscrita y con firma digital. Pues resulta que el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha devuelto todos los expedientes que no llegan con un papel físico donde se vea claramente el sello de caucho del Banco. No les sirven los PDFs con firma digital, ni los documentos impresos obtenidos directamente de la Web del Banco con firma manuscrita del apoderado. Así que he estado entretenido un rato con varios clientes en la misma situación cuñando y cuñando .

Pero hay más Administraciones que siguen el mismo criterio. El Ministerio de Justicia pide lo mismo. La Administración Autonómica y por supuesto los Ayuntamientos.

Lo más divertido de todo esto es la gran asimetría. Me explico. Ahora estoy sufriendo la diferente actitud de la Administración como prestadora de servicios o como extractora de fondos. Vamos a verlo:

• Administración prestadora de servicios: para que tengamos nuestros brazos en forma estamos cuñando un montón de documentos que los autónomos y empresarios tienen que presentar a los Ayuntamientos para solicitar ayudas, modificar horarios, cambiar mesas en terrazas… Pues aquí tampoco les sirven los certificados digitales que se obtienen desde la Web. Hay que sellar y cuñar 4 documentos físicos. Pero como el sello es poco, piden también firma manuscrita del empleado que sella.
  Otrosí con el resto de las ayudas.
• Administración Pública como extractora de rentas: aquí es todo lo contrario: no hace falta presentar nada físico, ni digital… en un pispas te llega la orden de pago a la cuenta. No es necesario que se la digas… ya la buscan ellos por ti. Y si se equivocan (que lo hacen) pues nada sesión de visita, vuelva mañana, sella y pega hasta que lo rectifican.

En resumen, que como siempre pasa en las organizaciones grandes: los jefes pueden pensar que hay que ir en una dirección… pero la inercia del cuerpo formado por todos los empleados y funcionarios sigue el rumbo histórico durante décadas y décadas.