El otro día leía una noticia que había llegado a la portada de Meneme: Mercadona arruina a los agricultores españoles vendiendo legumbres extranjeras. Y claro el malo de la película era la empresa distribuidora.
Se nota que en Mercadona han estado rápidos para salir al quite y publicar su versión de los hechos y podemos ver más puntos de vista aquí. En la opinión personal de los gustos culinarios de mi casa, las legumbres de procedencia lejana de Mercadona no son iguales a las nacionales. Así que tras un par de experiencias decepcionantes con estos productos, optamos por buscar otros (algo más caros) pero con procedencia española.
Lo que si destacaría, es que Mercadona no nos engañó. Recuerdo el día que las lentejas nos salieron casi incomibles, que miramos el envase y allí ponía muy clarito que venían de USA.
Pero yo no quería hablar de quien tiene razón o si la lenteja castellana cultivada en Castilla (España) es mejor que la cultivada en Ohio (USA), yo voy a por otro asunto. Cuando aparecen estas noticias mucha gente se escandaliza porque estas empresas hacen daño a los productores locales y los hacen culpables. No, estas empresas solo están haciendo ahora que técnicamente pueden y les sale rentable, lo mismo que se lleva haciendo desde hace décadas en otros sectores. En mi pueblo cuando yo era pequeño teníamos una fábrica de electrodomésticos. Yo todavía recuerdo con nostalgia ver la TV, lavar la ropa, mantener frescos los alimentos y cocinarlos con electrodomésticos fabricados en Novelda. Pero duro poco la dicha. Ahora es casi imposible encontrar un electrodoméstico fabricado en España. Nadie se acordó de los trabajadores de esas empresas cuando con la apertura económica española y la globalización primero se compraron electrodomésticos europeos y luego asiáticos.
Pero ahora el transporte barato y seguro, junto las nuevas técnicas de cultivo agrícola hacen posible cultivar frutas y legumbres en países lejanos y traerlas a España a un precio más económico. Y los consumidores buscan esos precios más económicos. Así que las empresas se los proporcionan. Siempre pensamos que a nuestro sector no nos pasará, pero tarde o temprano llega alguien de fuera que lo conseguirá. En el asunto de los alimentos yo hecho de menos el sabor de las frutas, verduras y legumbres que comía antaño… pero es casi imposible de conseguir recuperar esos sabores, incluso pagando.
Al final si queremos mantener una agricultura potente, debemos consumir sus productos. Y esa es la única arma que tenemos como clientes. Y no solo en la agricultura, sino en más cosas. Pero es una guerra que tenemos perdida antes de empezar. Aquí la solidaridad brilla por su ausencia. Y reconocer la calidad de unos productos algo más caros frente a otros… también. Y luego también podemos hacer como en mi pueblo… dedicarnos a seguir fabricando otros productos y venderlos por todo el mundo. La economía de mi ciudad se mantiene gracias a las exportaciones, gracias a que consumidores de otros países ven nuestros productos como más apetecibles que los suyos. Así que el tema no está claro.
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Cuando escucho los llamamientos a consumir ‘productos de proximidad’ o ‘del país’ no puedo evitar pensar en cuando, los mismos que hacen estos llamamientos, presumen de las cifras de exportación del mismo ‘país’.
Da la sensación que no es muy compatible querer consumir solo o preferentemente ‘lo tuyo’ pero que al mismo tiempo los otros dejen de consumir ‘lo suyo’ para comprar tambien lo tuyo. Especialmente porque en muchos casos no es suficiente con las ventas locales para mantener la empresa a flote.
Como indico en la entrada es un tema complejo. Donde yo vivo desde siempre la prosperidad ha estado ligada a importar, procesar y exportar, dejando el margen del trabajo aquí. Como bien dices: si todo el mundo consumiera lo suyo acabábamos con el comercio
Yo soy de comprar los productos buenos, no los que son de mi país/pueblo/barrio. No veo por qué voy a tener que comprarme un móvil caro y malo sólo porque la empresa que lo importa y reetiqueta es española. De hecho, haciendo eso, más que un favor en el fondo estoy perjudicando al sector productivo patrio. Porque si premiamos a empresas mediocres sólo por dónde tienen registrada su sede, lo que conseguiremos es que empresas mediocres triunfen, y todo el sector del país sea mediocre. Luego hay que salir a competir con los de fuera, y nos barren. Yo prefiero premiar (con mis compras) al fabricante que me ofrezca el mejor producto al mejor precio. ¿Que es de fuera y el de aquí lo hace peor? Pues que el de aquí espabile y mejore sus procesos para ponerse a la altura. Así es como se consigue ser competitivo.
Esto me recuerda a la historia de la raspberry pi , buscaron , lo intentaron y fracasaron , era imposible fabricarla en UK.
Mas cara, plazos largos (entre pedido y pedido, pedido que lo hagamos) y encima como un favor… por tanto…china.
Los españoles siempre pensado que son los únicos cuando en realidad somos la mediocridad europea, siempre con los estereotipos.
Como técnicos siempre encuentro a faltar los números y una forma de validar-los..
Estamos en una crisis del sistema, mi ciudad es mas triste que en los años 70/80, es triste pero es asi.