El trato con el público es muy malo, es agotador, es estresante… eso si si consigues abstraerte un poco puede llegar a ser divertido y me permite a mi escribir entradas como la de hoy.
Hace una semana nos llama un cliente por teléfono. Como siempre ni dice su nombre ni buenas tardes ni nada, empieza lo suyo: “Tengo el ordenador averiado te lo lleva ahora el nene”. Me gusta que me avisen, pero si si hijo venía enseguida (como me aseguró el cliente cuando me dejó hablar a mi y pude preguntarle). Me llamó la atención y se lo comenté a mi socio. Y nos reiteramos en nuestra teoría de que la gente llama por teléfono ya para cualquier cosa.
Pero lo divertido vino ayer. Llega el cliente a la tienda a recoger el PC. Nos afea que no le hayamos llamado para decirle como va la reparación. Pero piensa que 10 días ya es tiempo suficiente para arreglarle el ordenador. Así que mi socio le pregunta el nombre y comprueba en la lista de PCs en el taller a ver en que situación ésta. Y no hay ningún PC a su nombre. Así que probamos con el nombre del hijo, por si acaso también con el de la esposa…y nada de nada. Le preguntamos por el modelo y color del PC para comprobar. Se trata de un portátil de una marca que no tenemos ninguno en ese momento en el taller. Se lo decimos al cliente. Y éste empieza a despotricar: que si el portátil está en la tienda, que si no se lo queremos dar… Ante sus protestas mi socio le pide el comprobante de entrega: “Lo tendrá mi hijo”. Le decimos que le diga a su hijo que nos traiga el comprobante de entrega. Nos dice que es cosa nuestra… Mi socio me llama por si el hijo hubiese venido estando yo en la tienda y no apuntásemos la entrada del PC. Y yo no recuerdo haber recibido para reparar ningún portátil de esa marca.
Al final el cliente se va amenazándonos con la justicia, la oficina del consumidor…
No ha vuelto, por lo que imagino que el hijo le habrá dicho que a pesar de sus instrucciones el PC lo ha llevado a otra tienda.
Pero estas situaciones en las que no haces nada y tienes tu la carga de la prueba… son las peores con estos “clientes”.
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«¡Es vuestra culpa que yo no sepa dónde está mi PC, coño!»
Esta mañana me paso algo parecido pero más desagradable. Una clienta se había llevado un portátil formateado hacia 10 días. Me lo trae argumentando que se le bloquea. Lo primero que observo es que el lector ya no funcionaba y el disco duro parecía roto. Tras mil pruebas logró qye arranque el equipo y observo que habían quitado mi antivirus y habían puesto otro y encima lo traían infectado.
Yo que soy persona afable les digo no se preocupe que si tengo que cambiar hardware que le cubro la mano de obra pero que el equipo lo había tocado alguien
Total, me dice que no que nadie quito ni puso nada… aún enseñándole en panel de control como los programas se instalaron después de llevárselo del taller.
Total que me dice que no está en garantía y lo abro para testear lector y disco duro en esto que me llama a primera hora y me dice que esta en garantía… y es cierto me enseño la factura. Pues nada se lo monto y le mando un mensaje a las 11 de que ya puede recogerlo.
Como tengo dos negocios pues tengo qye atender a los dos y estuve unos 10 minutos sin poder atender al teléfono. Cuando puedo pues cojo la llamada y me salta un número desconocido con el hijo de la señora… empieza a chillar me que si soy un estafador, que si no le cojo el teléfono… a lo cual intento que razone pero nada…
Viene a los 20 minutos con la madre y sigue gritando que si soy un estafador porque no le cogía el teléfono y que me quería quedar con el portatil. Se lo doy y me salta espero que estén todas las piezas si no te voy a perseguir…
no os imagináis la paciencia y contención que tuve… chaval de veintipocos de 1,50… y todo lo que salía de su boca no tenía sentido.
Como conclusión diré que a la señora jamás le puse ninguna pega, le dije incluso que le cubría la mano de obra de lo que le pasase al portatil como cortesía… pues solo le puse sistema… lo desmonte porque ella me pidió presupuesto y cuando me vino con la prisa de la garantía pues lo deje todo y se lo monte.
Me podéis decir en que veis mal mi actuación? Pues yo no lo veo.
O la madre o el hijo o los dos sabían que alguien había tocado algo pero te exigían. Ese tipo de gente sabes que nos va a poder razonar con ella, mientras no te cueste (mucho) dinero, que se larguen.
Se les reconoce porque empiezan a gritar desde el principio aunque aún no les hayas dicho nada.
Yo les devolví el dinero del formateo y seguían chillando así que seguro que vendrán otro día a liarla pero en fin… de todo tiene que haber.
Yo en 15 años en esto solo tuve este problema y otro que me montó un espectáculo un día porque se quiso llevar el ordenador sin pagarlo y le dije que no… a fin de cuentas pensando en el tiempo que llevo me tengo que dar con un canto en los dientes.
Hay gente con muy, pero que muy pocas luces, y la única manera que tiene de lidiar con todo aquello que supera su entendimiento son ciertas actitudes (agresividad, arrogancia, malos modos o una combinación de todos ellos).
No es que piensen que les engañas, más bien es su modo de “asegurarse” de que no lo intentes. Y siguen gritando porque se van de la tienda sin tener claro si les han engañado o no. Gente muy burra.
Nosotros a ese tipo de clientes los llamamos Arnold.
arnoldmales
🙂