Como ya he contado en otra entrada, desde hace más o menos un año, mi puesto de trabajo en mi empresa de por las mañanas está otra vez de cara al público.Una de las cosas que hecho de menos en el nuevo puesto de trabajo es la tarea de probar aplicaciones y llamar a los programadores, indicando bugs o errores.
Reconozco que cuando mis tareas antes encajaba en lo que sería un analista funcional, la segunda cosa que más me gustaba era buscar bugs en los programas antes de sacarlos a producción. Además muchas veces localizaba una función mal implementada o directamente un error y lo anotaba; seguía y daba vueltas sobre el mismo problema. Al final tenía material para cuando pasara la incidencia ir contestando al programador e incluso indicarles donde tenían el problema.
Sin embargo hace unos días, se me presentó la oportunidad de volver a reportar un bug. Estaba yo pagando pensiones en caja, y me llama el jefe. Estaban preparando un informe con la evolución anual de un cliente. Querían cambiar sus condiciones financieras, para adecuarlas a varios cambios legislativos y del mercado. Así que habían generado un informativo anual de resumen de movimiento del cliente con ese tipo de producto. Y de acuerdo a la operatoria que realizaba el cliente habían solicitado un cambio de las tarifas. Pero desde arriba les habían tumbado la propuesta, porque según los superiores, las cifras de facturación no eran las mismas que ellos tenían.
Me pongo a mirar y descubro, que si sumábamos los movimientos que teníamos en la pantalla, obteníamos una cifra. Si íbamos a otra transacción (el resumen) las cifras eras diferentes. Ya teníamos aquí el uno de los problemas más típicos cuando se gestionan sistemas complejos como un banco: dos relojes nunca marcan la misma hora a la vez, salvo que estén perfectamente sincronizados. Vamos que a la hora de obtener datos de detalle y resumen de datos, lo mejor es hacerlo con el mismo sistema. Aquí teníamos dos transacciones diferentes, que podían haberse programado en momentos temporales diferentes, con distintos analistas funcionales y orgánicos, empresas de programación también distintas; y puede que los requerimientos en cada caso fuesen divergentes.
En mi antigua empresa de por las mañanas habría tenido fácil localizar a los autores de las dos transacciones y ver que pasaba. En la nueva es más complejo y más teniendo en cuenta que no estoy ahora en la parte técnica. Pero tuve suerte, pues varios de mis antiguos compañeros programadores, ahora siguen en la nueva empresa y están justamente en el Departamento responsable de estas transacciones. Así que los llamé directamente. Cuando les conté que quería reportar un bug, me prestaron atención. Empiezo a contarles el problema y enseguida me cortan:
– Eso ya lo sabemos, el informe de movimientos da problemas cuando se superan los 150 movimientos. En un problema con los de comunicaciones, que no querían enviar tantos registros en la transacción y se pierden algunos. Así no es nuevo.
– Pues no, porque tengo cinco ejemplos y en tres de ellos, el número de registros es de 120, 131 y 118 registros. Y están mal.
– Espera que miro y pregunto…. me parece que ahora nos han restringido a los 100 registros, por eso el error.
– Tampoco, tengo otro dos ejemplos con 81 y 93 registros…
– Ostias… eso si que es nuevo. Me tomo nota. De todas formas tener en cuenta que ese informativo no está pensado para totalizar, sino para ver los movimientos del último mes y poder ampliar la información uno a uno y así enfocar la política comercial, pero del último mes.
– Pues entonces alguien debería cambiarle el nombre o restringirlo al último mes, porque toda el área comercial lo está usando para totalizar movimiento.
– Eso es que no es de nuestro ámbito, hablaremos con los de formación y organización.
– De todas formas, sigue yendo mal.
– ¿Como?
– Si sacas solo el último mes e incluso la última semana… faltan movimientos
Y aquí no puedo reproducir las palabras del programador.
Fue divertido ir soltando los datos conforme hacían falta. Como decía un placer que creía desaparecido en mi trabajo, pero que por un momento volvió.
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Como la vida misma… y una pequeña apreciación. Como decía mi padre dos relojes aunque no estén sincronizados marcan la misma hora una vez al día si uno está parado. Con lo que, aunque cogido por los pelos, en sistemas se aplica lo que también se hace en otros ámbitos. Si funciona (están bien sincronizados), o crees que funciona (te fías de una mínima comprobación) no lo toques.
La del reloj parado era de un jefe mío, pero nosotros le contestábamos que si los dos estaban parados… seguia fallando.
Buenas,
Me pasa lo mismo cada vez que reporto un problema a Google, salen por la tangente, como si fuesen niños intentando demostrar que no hacen las cosas mal.
La última vez ya se lo dije en plan “mira, esto no es si tu tienes la culpa o quien es el más listo, esto falla y punto, lo demás no importa, así que haz tu trabajo y escala el problema”