La semana pasada estaba yo en la Oficina y se paseaba por la calle un coche de propaganda electoral de un partido muy marxista. Me hacía gracia escuchar su publicidad, porque estaba escrita por un marxista estricto. Y la verdad es que los lemas además tenían fuerza y cohesión interna, y eso es algo que me gusta en un discurso, esté o no de acuerdo con él. El que había escrito ese programa conocía la teoría marxista, creía en ella y además escribía muy bien.
Una de las frases que más se repetía, era todo un clásico marxista: “Los elementos de producción deben expropiarse al empresario y ser de la clase obrera”. Mientras escuchaba esa frase pensaba para mi, que si hablásemos de los elementos de producción informáticos de la mayoría de mis clientes del pueblo, la clase obrera iba a llevarse un gran chasco. Porque en la mayoría de las empresas, el dinero que se invierte en los elementos de producción (léase sistemas informáticos para la empresa y oficina) es mínima; la parte del león, va a parar a los elementos informáticos que se compran para el disfrute personal.
Como siempre ejemplos. Hace dos semanas, vienen a pedirnos dos PCs y una impresora desde una empresa que son clientes nuestros desde hace más de 15 años. Mi socio les pasa una configuración con un i3, un disco SSD, una caja y fuente de alimentación de marca, monitor de 24” y como impresora, pues una multifunción de tinta de gama media. Y los socios empiezan a enviarnos correos pidiéndonos cada vez más rebajas. Como siempre, nos entra la risa la mirar el píe del correo: “Enviado desde mi iPad”, “Enviado desde mi Samsung Galaxy S5”, “Enviado desde mi iPhone” o te llaman con el manos libres desde el BMW… Además los dos socios tiene sendos Ultrabooks con Core i7 en casa (regalos de la “familia”). Cuando les decimos que el i3 que les proponemos está dos escalones por debajo del procesador de su portátil, tenemos que aguantarnos nosotros la risa. Al final, los equipos con los que se pagan los caprichos, con micros pequeños, discos mecánicos, cajas y fuentes delmon y monitores de 18” y la impresora, prefieren reparar la láser que tienen (para nosotros mejor, ganamos con cada cartucho de la láser casi más que con la venta de la chorro de tinta, que además consume la mitad de tinta). Y al final no le hacen ni caso al último argumento que esgrime mi socio: “Si los PCs que vais a retirar tienen 10 años, que menos que poner algo que pueda aguantar lo mismo”
Pero alguno me dirá, que esto pasa en las Pymes, que en las grandes empresas no pasa. No… en las grandes pasa algo mejor, que los trabajadores directamente se paguen sus medios de producción. Así en mi empresa de por las mañanas (y en algunas más del sector, por lo que me cuentan los colegas de la competencia) ya han empezado a ofrecernos el BYOD a lo grande. Así te dicen que “puedes usar tu propio teléfono con el número de la empresa” y además próximamente también se podrá hacer con otros dispositivos.
Así que si mis amigos marxistas creen que consiguiendo la propiedad de medios de producción como vetustos Pentium, o AMD, monitores CRT e impresoras antidiluvianas, van a conseguir algo, van errados; deben pedir la propiedad de los medios de diversión de los empresarios, que ahí no se escatima en gastos.
2 Comentarios
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Jajajaja. Esto me recuerda al chiste de la expropiación de la bici: “La bici no, que de eso tengo”. xDD
Aquí es peor, la Bici no que es del siglo XIX, la de montaña, que es la moderna.