Nuestra profesión es un tanto extraña. Nos pasamos el día contestando preguntas con más preguntas.
El otro día, entra un cliente a la tienda:
– Se puede chequear si un router funciona bien?
– Tu quieres pagar para que lo hagamos?
El cliente llevaba unos cuantos meses con problemas de conexión a internet. Había llamado a al compañía con la que había contratado el servicio. Estos enviaron un técnico que certificó que todo estaba correcto. Como seguía sin estar conforme con el rendimiento de su conexión de banda ancha, se cambió de compañía. Pero las cosas seguían yendo mal. Volvió a llamar al SAT de la nueva compañía. El técnico que vino, le certificó que por cable la conexión daba los 20 megas que había contratado, pero que por wifi a tres metros del router, la velocidad bajaba a menos de 1 mega. Y de todo esto me enteré, mientras trataba de decirle que me dijese solo cual era la avería que quería que revisáramos, que no necesitaba conocer la vida y milagros de su conexión a Internet
Al final le dije que todo se puede hacer, pero que nada es gratis. Y el cliente seguía… al final tuve que cortarle y explicarle que mi tiempo era tan valioso como el suyo. Que si quería, me tomaba nota en la agenda, buscaba una hora que nos viniese bien a los dos, me pasaba por su casa, me llevaba un par de routers, antenas y le solucionaba el problema. Pero no, él quería que le dijese como podía hacerlo él. Y resulta que el cliente era profesor: “Pues nada, me das unas cuantas lecciones de inglés a cambio de que yo te explique como resolver lo del router”. De todas formas como le dije, si el primer día hubiese buscado a un profesional que tuviese unos mínimos conocimientos técnicos, le hubiese resuelto el problema sin necesidad de cambiar de compañía ni de estar semanas y semanas haciendo pruebas y viejas a varias grandes superficies, probando y cambiando routers, antenas y puntos de acceso.
Es curioso la de veces que escuchamos a lo largo del día la frase de “Se puede hacer?” pero cuando indicas que eso hay que pagarlo, casi todos huyen, como si hubiésemos dicho algo malo.
La semana pasada entran dos clientes. Eran primos y vivían a unos 700 metros uno del otro. Querían un router de 30 Euros para compartir el internet, pagar solo un recibo y tener los dos banda ancha. Les dije que no iba a funcionar. Que si querían, les hacía un estudio, según la situación geográfica, la distancia, la altura… que costaría 50 Euros y luego que decidiesen. Por supuesto que no han vuelto.
Así que voy a poner un cartel en al tienda: Todo se puede, pero pagando el tiempo que cuesta.
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Creo que vamos a la cultura de “haztelo tu mismo” pero sin los conocimientos necesarios
La diferencia entre una prostituta y un informático es que nadie espera que la prostituta trabaje gratis. 🙂
Por curiosidad, ¿que tipo de equipo podría hacer falta para cubrir esos 700 metros, suponiendo que exista una línea visual directa? Por que así a ojo, no creo que valga con un tubo de pringles.
Si hay línea visual directa, hay varios equipos, nosotros hemos montado un par de kits de Ubunqui con buen resultado.
Esa es otro, tratando de explicarle al cliente si se veían las dos casas de forma directa…
Exactamente lo mismo que me pasa a mi cuando me piden un diseño: “eso son dos fotos que coges de internet y las unes y ya está. Será barato ¿verdad?
!NO¡
La última fue con con un ojo de godzilla, que le pegase unas escamas de un ratón creo que de aerocool y que sólo era duplicar las escamas, que en 2 minutos lo hago.
Respuesta:
-Vale, serán desde 30 a 200€.
-¿COOOMOOO?¡¡eso son dos fotos de internet que le pones una encima de la otra!!
-!NO¡ hazlo tu si es taaaaannn fácil.
-Mejor tu que lo haces mas rápido y SABES como hacerlo, pero más de 20€ ni de coña.
Y así son dos, tres clientes tooodos los días.
Hazme un logo, un montaje de una playa con dos hamacas y dos palmeras a los lados, una carta de restaurante, una foto para el cristal (y que encima les guste y sea gratis y con una excelente resolución), un cartel, unas tarjetas, una imagen corporativa y podría seguir.
Muchos no valoran que para haber aprendido a apretar ese tornillo nos hemos pasado años aprendiendo, leyendo libros, foros, practicado, encontrando problemas y dando con la solución.
Que les voy a contar que no sepamos los informáticos (cambié de profesión y al final es la misma mierda). Como no es algo que se toca, o que veo que le saco partido, como gastarse 700€ en un móvil parece que no vale dinero.
Pues lo he dicho mas de una vez, pero no me importa compartirlo una vez mas, en la empresa que trabajo solo damos soporte “gratuito” de 2 minutos. En que consiste? Muy simple, damos la solucion al problema que plantea, pero no entramos en el como-se-hace, si el cliente quiere que tu realices el servicio te pregunta si puedes hacerlo y entras en tarifas; si pregunta como se hace, ese no es cliente.
Todo se puede, pero pagando el tiempo que vale | Al otro lado del mostrador
Por eso quite yo mi negocio de Informática, Tendero.
Al final solo trabajo para empresas. No preguntan. Quieren la solución y punto.
Estamos en un pais de ignorantes que aún creen en la cultura del Todo Gratis, y no se dan cuenta que ni su banco ya les regala bolis y caramelos.
Empresas… según cuales me da la risa. Tengo ahora en el cajón cinco o seis batallas de empresas que son peores que los particulares. Estoy esperando que escampen para publicarlas, pero verás en nivel de los empresarios españoles y de sus trabajadores.
Ufff, veo que no soy el único, así me pasa a mi todos los días y como dice el tendero, me he encontrado que la gran mayoría de empresas son peores que los particulares, que las empresas utilizan software y hardware tan antigüo, que da miedo tocarlo y si tienes que cobrar por lo que es, te dicen que nanai.
En fin, yo creo que este país no va a cambiar la mentalidad de TODO GRATIS.
En las empresas tienes de todo, igual que con los particulares. Así que como de costumbre, no podemos generalizar. Hay empresas que tienen claro lo que quieren y otras que no. Empresas que saben que si no pagan por la asistencia, tendrán sustos grandes, y las que les gusta vivir la aventura de si tendrán mañana, cuando les falle el sistema informático.